Durante las tres semanas anteriores ocurrieron varios atracos a residencias, hurtos en moto a los vecinos y un robo a una famosa farmacia en el mismo sector de la localidad de Usaquén. Esta serie de hechos desafortunados, movilizaron a la comunidad a través de redes sociales para encontrar soluciones concretas ante la amenaza de inseguridad que afecta su calidad de vida y su tranquilidad.
En la reunión convocada para discutir con la secretaria de seguridad y la policía metropolitana la problemática y las posibles soluciones, se notaba la angustia, la intranquilidad e incertidumbre de la comunidad. Un número significativo de ciudadanos contaron sus casos; robos de celulares a mano armada desde motos, atracos con arma blanca en los parques y canales, intentos de robos dentro de los mismos conjuntos cerrados y asaltos a restaurantes y farmacias que tenían vigilancia privada.
La mayoría mencionó que después de los hechos siempre llegaba de forma rápida la policía pero ya no había nada que hacer. Casi todos denunciaron ante las autoridades, aunque creían que no servía para nada. Un ambiente de desesperanza ronda a las comunidades frente a la posibilidad de recuperar su seguridad. Uno de los vecinos víctimas resumió de forma contundente el sentimiento de impotencia “Lo que más me dolió fue que me robaran mi tranquilidad”
Es paradójico observar esta percepción en un barrio de la ciudad, mientras las cifras oficiales muestran una reducción de los principales delitos. De acuerdo con la nueva secretaria de seguridad en el último año los homicidios cayeron en un 27%. Las lesiones personales se redujeron en un 14.7%. Sin embargo, los casos por hurtos a celulares se incrementaron en un 2.3% y en los últimos seis meses hay un incrementó a los hurtos en residencias.
A pesar de que se creó la secretaria de seguridad y se incrementaron los recursos del presupuesto de cerca de 180 mil millones en 2016 a casi medio billón de pesos para el año 2017; la percepción de inseguridad en los barrios se ha incrementó del 28% al 36% en ese periodo de tiempo. Porqué, a pesar de los esfuerzos realizados, los ciudadanos siguen sintiéndose inseguros en sus barrios? La impresión que quedó de la reunión de esta comunidad, es que un solo hecho que afecte a un vecino, un amigo o un transeúnte dentro del barrio mina la tranquilidad y la confianza de toda la comunidad.
Los ciudadanos quieren ver una seguridad más preventiva, una policía más activa y presente. Reclaman uso de nuevos tecnología como cámaras de vigilancia y presencia de las Alcaldías Locales para hacer respetar el espacio público o las condiciones que generan ambientes inseguros. Al mismo tiempo son conscientes de que si no hay colaboración, solidaridad y coordinación en la misma comunidad, es imposible enfrentar las amenazas de inseguridad. La indiferencia es lo que más aprovechan estas bandas criminales para azotar a los barrios de la capital.
Qué puede hacer una comunidad frente a la inseguridad? De la mano de las autoridades y de la policía organizarse para prevenir que siga avanzando el delito. En la misma reunión se presentó la experiencia del barrio Danubio Norte de Usaquén, en donde la Junta de Acción Comunal, con los vecinos y la policía organizaron un Frente Local de Seguridad; el cual les permite estar conectados por whatsapp con el Comandante del Cuadrante; instalaron 36 cámaras de vigilancia en parques y sitios críticos, la imagen de estas cámaras puede ser vista por cualquier vecino desde su celular y desde el mismo aparato pueden activar el botón de pánico que prende las alarmas del barrio. Los vecinos recibieron capacitación de la policía y fijaron reglas para el uso responsable de este sistema.
Desde que los vecinos del Danubio se organizaron y comenzaron a actuar, los hurtos y atracos disminuyeron. Los niños y adultos mayores pudieron volver con mayor confianza a los parques que estaban tomados por los jíbaros y el microtráfico. No quiere decir que se hayan eliminado todos los riesgos, pero ahora en mejor coordinación con la Policía y con más confianza y participación, todos actúan para prevenir y cuidar su comunidad.
Recuperar la tranquilidad y seguridad de los barrios debe ser una prioridad para la ciudad. Es en la propia casa, en la cuadra, en la calle y en el parque donde se debe tener derecho a vivir tranquilo y disfrutar de la vida en comunidad. El Distrito y la Policía deben seguir actuando para hacer presencia y garantizar la seguridad pero también es responsabilidad de las comunidades organizarse y aportar en la construcción de entornos más seguros.
