Colombia como el adicto

Colombia es un país hermoso, se asemeja a un joven fuerte y con futuro, el cual es surcado por tres cordilleras, cobijado por una hermosa llanura, bañado por dos océanos, alimentado por grandes selvas, habitado por grandes deportistas y artistas, etc. Así podríamos seguir hablando de nuestros recursos naturales, nuestros artistas, deportistas y un sinnúmero de cosas, temas y situaciones que nos hacen sentir orgullo. Sin embargo, ese joven Colombia está enfermo, sufre una de las peores enfermedades, no importa cuánto intentemos superarnos, al final, volvemos a recaer, nuestro futuro, a pesar de todo, está en grave riesgo. En el año 2014 tuvimos un total de hectáreas sembradas en hoja de coca cercanas a las 70 mil, casi un 40% más que en relación con el año 2012. Los departamentos que aumentaron la siembra son: Nariño, Cauca, Putumayo, Caquetá y Santander, específicamente en el Catatumbo, en territorios con fuerte presencia de los ‘pacifistas’ de las Farc. Las zonas de siembra de hoja de coca coinciden además con áreas donde la ‘ONG Farc’ hace presencia social a través de las Zonas de Reserva Campesina (ZRC), minería criminal, siembra de minas antipersona, etc. La enfermedad parece que no tuviera cura. Los narcotraficantes tienen hoy, con el precio del dólar, un aumento en sus ingresos superior al 30%, lo cual sumado al incremento de la siembra y la ayuda de los vecinos venezolanos del régimen para su exportación y comercialización, hacen proveer un futuro próspero para el negocio. La enfermedad no solo invadió nuestros campos, hizo metástasis en las ciudades y pueblos. El microtráfico también es un negocio rentable que deja utilidades por encima de medio billón de pesos colombianos al año, las ‘ollas’ de vicio se tumban en campaña y se multiplican por tres en los meses siguientes. Ya no solo somos un país exportador, ahora lamentablemente también somos un país consumidor. A la marihuana, cocaína, basuco (Basura Sucia de Cocaína), éxtasis, se le suman las drogas sintéticas como el 2CB, Gold, Wax, entre otras peligrosas sustancias que pueden causar graves enfermedades y hasta la muerte. El 4.6% de los estudiantes encuestados en el 2006 por la Universidad de la Sabana aceptaron haberlas consumido. Tal vez muchos de ellos no habrían aceptado consumirlas si supieran sus riesgos, pero sobre todo si alguien les hubiese contado que algunas de estas drogas tienen, entre sus ingredientes, por ejemplo, la Ketamina, usada comúnmente en drogas veterinarias. Del 2010 al 2013 ha aumentado la atención hospitalaria en más de un 300% en casos relacionados con trastornos mentales debido al uso de opiáceos (heroína). Para el caso de trastornos relacionados con cannabinoides (marihuana), han aumentado en un 1.700%. Para la cocaína el aumento es de 1.300%, y para drogas no especificadas, como las sintéticas, un 250%. El Gobierno nacional nada hace al respecto, la política pública contra las drogas es inexistente, salvo algunas medidas aisladas y sin continuidad, hoy no tenemos tratamiento contra la enfermedad que padecemos. El Gobierno suspendió las aspersiones con glifosato porque supuestamente causaba daños a la salud, sin embargo existen cero casos confirmados de enfermos o muertos por el uso de este herbicida. Pocos saben que en cambio la erradicación manual ha dejado cerca de 200 muertos y más de 600 heridos. El Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia ha emitido alertas de la llegada de peligrosas sustancias como el Krokodil y el Wax; el segundo ya ha sido decomisado en Medellín, y se confirma su consumo; el primero es una droga rusa, cuyo valor de la dosis puede variar entre los 5.000 y 7.000 pesos, causa la muerte a los dos años del primer consumo y carcome la piel como la peor de las gangrenas, sin embargo el Gobierno nada ha hecho. Somos un país adicto a la droga. Los bandidos y corruptos se enriquecen a costillas de los consumidores. Vecinos inescrupulosos persiguen sus objetivos expansionistas como cualquier cartel de la droga, y nuestro gobierno impávido ante la situación. Santiago Valencia G Representante a la Cámara @sanvalgo