Colombia venía en un crecimiento sostenido desde el 2010. Pero, desde el año pasado estamos enfrentando una baja, pues la expansión de la economía logró apenas un 2 por ciento. La situación para este año, no ha sido tampoco la más favorable. Se conoce que el primer trimestre del 2017 cerró con un crecimiento del 1,1 por ciento, cifra inferior a la del año pasado. No obstante, los analistas predicen que el consumo se reactive para el segundo semestre del año con el descenso de la inflación.
En este sentido, el 20 de julio se ha convertido en una fecha para reflexionar sobre la misión de las empresas colombianas con el crecimiento del país. Hoy nos enfrentamos a varios retos como el reinventarse y diseñar estrategias que permitan contribuir con la reactivación de la economía. Tom Peters, escritor americano del mundo de los negocios, acuñó el término “innovar o morir” que se aplica muy bien en este contexto de crisis económica, en el que es necesario encontrar el diferencial empresarial para cautivar a los clientes e impulsar el consumo.
La inversión en tecnología, la renovación de imagen y cambios en la productividad, son algunas formas en que las empresas colombianas hemos encontrado una alternativa para seguir siendo competitivos en el mercado y atraer nuevo público. Sin embargo, toda estrategia que pretenda buscar fortalecer la compañía para enfrentar los desafíos del entorno debe incluir una intervención al interior de la misma, que permita no solo la mejora de procesos, sino el fortalecimiento como equipo de trabajo.
Así, por ejemplo, en Alimentos Comapan, hemos descubierto que además de renovar la imagen para conquistar nuevas generaciones y seguir vigentes en el mercado, era importante tener el respaldo de los más de 1.500 colaboradores que hacen parte de la compañía. ¿Cómo? Primero pensando en su sostenibilidad y reconociéndolos como los principales portavoces e influenciadores de la marca y segundo Incluyéndolos en este proceso de cambio que ha tomado más de tres años.
En compañías tan tradicionales, como la nuestra, hay personas que llevan 40 años trabajando con amor y dedicación por lo que innovar debe implicar no solo un tema de tecnologías que beneficien los procesos, sino la creación de nuevos puestos de trabajo que permitan el crecimiento de los trabajadores y no su despido.
Salvaguardar el bienestar de los colaboradores y su permanencia en la compañía puede ser una de las mejores inversiones, el mayor impulso para llegar a la innovación y la manera en la que a pesar de la desaceleración de la economía colombiana y la baja del consumo de algunos bienes y servicios, las compañías colombianas podamos seguir sonriéndole al país.
Alejandro Vélez, presidente de Alimentos Comapan.
