Crónicas Marcianas

Lun, 06/01/2014 - 16:15
En 1950 un escritor norteamericano de ciencia ficción llamado Ray Bradbury publicó una serie de cuentos que agrupó bajo el título de Crónicas Marcianas. Son relatos sueltos que no constitu
En 1950 un escritor norteamericano de ciencia ficción llamado Ray Bradbury publicó una serie de cuentos que agrupó bajo el título de Crónicas Marcianas. Son relatos sueltos que no constituyen una novela, pero mantienen un hilo conductor que permite leerlos como si fueran una única y dramática historia, la de la colonización de Marte por parte de los terrícolas. Por un poco más de medio siglo estos cuentos parecieron producto de la imaginación prolífica de un escritor, pero ahora que nos llega la noticia de que se prepara seriamente para el 2025 una avanzada de conquistadores a Marte, no se puede dejar de reconocer la genialidad de Bradbury. No solo previó, sin la ayuda de los actuales desarrollos tecnológicos, lo que sería posible más tarde con los viajes al espacio y los satélites de comunicación, sino que describió descarnadamente lo que sí conocemos desde hace varios miles de años: la sed de conquista que ha llevado a la humanidad a ganar terrenos extraños y apabullarlos con nuevas formas de vida, despreciando de paso lo que allí encuentran. Estos relatos de Marte son, además de poéticos y proféticos, dolorosos porque nos retratan de cuerpo entero, como especie depredadora. Aunque son los norteamericanos los que llegan al planeta rojo, encarnan un estilo de vida terrícola, hordas que conquistan a sangre y fuego el nuevo territorio en medio del desprecio por lo que encuentran y su inevitable destrucción. Pero también lo presenta como esa única y última esperanza para esa porción de gente que va en búsqueda de un nuevo mundo, como antes lo hicieron a América los españoles, donde podrán reconstruir lo que destruyeron en su propia tierra. Aparte de lo asombroso que pueda resultar la descripción de la atmosfera marciana, ligera, con ínfima presencia de oxígeno, sin nubes y un viento cargado de ese polvillo rojo del suelo estéril del planeta, el autor retrata la psicología de los colonizadores, con nombres que parecen cowboys de oeste americano, prepotentes, incapaces de entender lo otro, lo nuevo, esos  seres etéreos, que se comunican telepáticamente, como fantasmas, que en algunos momentos se tornan espejos para retratar las miserias que quedaron en la tierra y la civilización que importaron. Bradbury genial, portento de imaginación, narrador sensible del alma humana, de  la insondable sed de conquista y dominación, es lectura obligada hoy porque anticipa los daños que le estamos haciendo al planeta y muestra como única solución que encontramos es trasladar esos mismos daños a otros mundos. Hay que leerlo ahora, cuando nos cuentan con entusiasmo que hay más de 200 mil personas inscritas para ese primer intento de colonización del planeta rojo, el cual, según una firma holandesa, estaría presupuestado para dentro de una década. Los escogidos, que serán unas mil personas, no retornarían a la tierra, sino que se establecerían en hábitats en los que tendrían que generar sus propias condiciones de supervivencia. Todo eso lo anticipó el escritor norteamericano con increíble precisión, como si se lo hubieran dictado del futuro o como si la realidad estuviera copiando la ficción. Seguramente algún día se dará ese paso que como dijo el primer astronauta en pisar la luna, “es un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad”. Pero en lo que sería bueno que Bradbury se equivocara es en esa forma desmedida de colonización y en las razones finales para abandonar la tierra, cuando los conflictos aquí la hicieron inviable y la guerra llevó a su destrucción, presenciada desde Marte por aquellos que tuvieron la fortuna de escapar para ver cómo una explosión, seguramente nuclear, acababa este hermoso planeta azul y los dejaba como los únicos sobrevivientes en ese nuevo hogar, el planeta rojo. Muy importante leer Crónicas Marcianas otra vez y quien no la haya leído tiene por lo menos 10 años para hacerlo, antes de montarse en un cohete rumbo a lo desconocido. www.margaritalondono.com http://blogs.elespectador.com/sisifus/
Más KienyKe
La novedosa película navideña 'Código: traje rojo' ya está disponible en Prime Video.
Junto al lanzamiento de esta producción de Netflix se activa la estrategia "Macondo, inspirado en el país de la belleza" para destacar a Colombia como un destino líder en turismo e industrias creativas.
Por medio de sus redes sociales, Daniel Mendoza se defendió argumentando que su pecado ha sido apoyar al presidente Petro.
Aunque no se ha hecho oficialmente, los actores Ryan Reynolds y Eva Longoria, estarían cerrando una operación de compra estimada en 15 millones de dólares.
Kien Opina