Policía: probidad y meritocracia
En la búsqueda de integridad, probidad y transparencia hemos denunciado atropellos emblemáticos por no decir paradigmáticos contra la fuerza pública, pero ahora intervenimos para judicializar con el escándalo del General Palomino, director general de la Policia y el coronel Reinaldo Gómez, incluso antes de que este solo lo hiciera por falsedad documental en un escrito de retractación, que extrañamente advirtiera extrañamente hace unos pocos días, esto es meses después del presunto acoso sexual acaecido hace más de 15 años y que solo hasta ahora le dio por “destapar”.
El problema pese a que posiciones sexistas han tratado de volverlo como el juicio sobre la “masculinidad” del Director de la Policía, no es ese, ni podría serlo, no es la orientación sexual del director de la Policía Nacional, ni más faltaba, ni su superior derecho a su intimidad, sino el acoso y atropello que muy extemporáneamente se le acusa - y que sinceramente está lejos de formalmente probar aun- por parte de otro alto mando miembro de la misma institución policial.
Hemos defendido a los policías de atropellos y agresiones como el realizado por el presidente de la Corte, Gabriel Miranda, y su familia recientemente, del mismo Nicolás Gaviria a quien denunciamos judicialmente y ahora es objeto de sanción penal por cuenta del “usted no sabe quién soy yo”, y por lo mismo ahora hemos judicializado las denuncias de manipulación de investigaciones disciplinarias por señalamientos de presuntos actos de acoso sexual por parte del actual director general la policía, General Rodolfo Palomino, asunto que es más complejo de lo que ha aparecido y plantea el dilema entre meritocracia y maricocracia –entendida esta no como la libre determinación sexual como derecho fundamental de la mano con el derecho a la intimidad y libre desarrollo de la personalidad, sino como en general aparecería la queja creciente que resulta de la subyugación que de manera más frecuente se advierte de algunos miembros de la comunidad lgtbi hacia las tradicionales opciones sexuales, hacia mujeres-de suyo relegadas en esta sociedad crudamente archimachista- y en este caso hacia el género masculino para tratar de imponer sus inclinaciones y apetitos sexuales, más grave en el seno del estamento policial y en ejercicio de sus funciones en una refriega de más de una década y media--.
La pregunta toma cada vez más valor si se tiene en cuenta que en no pocos casos existe una descremación negativa de quienes ostentan la condición de lgtbi que al relacionarse laboral o profesionalmente anteponen su condición sexual, e incluso sus abusivos acosos y exigencias sexuales a los criterios de profesionalismo, desempeño y talento.
Tales señalamientos tienen entre otros los siguientes claroscuros.
¿Por qué el coronel Reinaldo Gómez no denunció antes?
Indudablemente, la primera pregunta que surge por hechos que supuestamente habrían ocurrido hace más de 14 años, a este oficial solo se le vino a ocurrir hasta ahora, pese a tener el deber legal, como servidor público, y especialmente de una entidad encargada de velar en desarrollo de poder de policía en el respeto de las garantías ciudadanas como del orden público.
Aun no le ha dicho al país por qué el coronel Reinaldo Gómez no puso en conocimiento de las autoridades tales hechos y solo lo hace cuando resulta investigado o cuestionado por sus mandos superiores. De igual manera, cabe preguntarse dos cosas, de un lado si el poder de la intimidación del actual director de la policía Rodolfo Palomino era tanto, o si se trata de un enclave de presuntos homosexuales al interior de la policía que ejercita tanto poder que logra doblegar a sus contendores, y especialmente a quienes se oponen a sus exigencia pansexuales, o si por el contrario se trata de una daga extorsiva que ha sostenido por muchos años el coronel Reinaldo Gómez sobre el actual director de la policía Rodolfo Palomino, para de esta manera lograr beneficios inmerecidos al interior del cuerpo policial.
No se descartaría que se tratara asi las cosas incluso de una pelea sentimental entre el mismo citado oficial y el director de la policía por algotra razón que aún no ha salido a la luz pública, quizás un ascenso, un curso de promoción… pues el citado oficial pone en entredicho la condición sexual de director de la policía, general Rodolfo Palomino, pero sin explícitamente asegurar nada sobre la propia.
¿Por qué la presión para cambiar la versión?
Se asegura que mediante un documento supuestamente falso se habla de retractación del oficial sobre hechos que legalmente por demás están ampliamente prescritos, es decir asi fueran ciertos, y asi lo solicitara el propio general Rodolfo Palomino, no podría ser investigados por ninguna entidad ni disciplinaria ni penal.
Lo que resulta poco claro es qué sentido concreto tiene haberle dado tanta importancia por oficiales allegados al Director de la Policía, a una queja por acoso sexual prescrita, cuando hay tantas contra los servidores públicos, ya se sabe “a ninguna servidor público se le niega una queja o una denuncia” y no falta quien por cualquier razón los denuncie, e incluso en muchos casos sin razón alguna.
La hipersensibilidad de varios oficiales de la policía frente a la denuncia por acoso sexual expresada en la presunta adulteración de documentos coloca el debate de lo antiético y la mal entendida solidaridad de cuerpo en una suerte de responsabilidad penal, de ser asi.
Otras lupas:
El Fiscal Montealegre y Natalia Springer: “hoy desde Washington mañana desde cualquier lugar del mundo…”
Por nítido temor a la Colombia escrutadora, a la Colombia que no traga entero, el Fiscal General Eduardo Montealegre, con ínfulas de emperador se creyó que presentar desde Washington otro fallido informe de la cuestionada Natalia Springer, con costo multimillonario. Pensó que con eso iba a descrestar al país, y que las mentiras tornarían en verdad, y que las contrataciones se apreciarían en dólares y no pesos, y que por tanto la ausencia de periodistas críticos, iba a cambiar la realidad inocultable que era contratar a alguien inidóneo para quedarse con unos recursos públicos , a cuya contratación e informes de ejecución habría que sumarle los sobrecostos del avión privado del Fiscal General a los Estados Unidos, mientras en Colombia la justicia se hace agua...
Señor Fiscal Montealegre y señora Springer ¡pudieron descrestar en Purificación pero no en Colombia…!
“Bienvenido todo cese al fuego pues la paz es el camino”: Antonio Lucas
Pasó de nuevo por nuestro país “el español que más aprecia y promueva a Colombia en el mundo”, Antonio Lucas, catedrático emérito de numerosas universidades europeas, conferencista por varias décadas en más de 70 países de los 5 continentes, y escritor de más de 20 libros, y conocedor profundo del conflicto social colombiano ha expresado en sus charlas como la única posibilidad de conquistar nuestro futuro es la paz y como cuanto la amaine y atempere apunta en la dirección correcta, así cualquier cese del fuego unilateral y cuanto más el anunciado bilateral. Vuelve pronto Antonio, intelectuales con una humanidad tan aleccionadora y decente es del tipo de visitantes que nos hacen más y mejores, es de los que nos sientan mejor como seres humanos y líderes sociales…¡Antonio …quédate en la Colombia de la que nunca partes.. y a la que muchos como yo tras el exilio hemos vuelto flamantes…o quizás infames…pero volvemos!
@Pablobussanc
reddeveedurias@redver.org
Denuncia contra el general Palomino
Dom, 01/11/2015 - 15:13
Policía: probidad y meritocracia
En la búsqueda de integridad, probidad y transparencia hemos denunciado atropellos emblemáticos por no decir paradigmáticos contra la fuerza
En la búsqueda de integridad, probidad y transparencia hemos denunciado atropellos emblemáticos por no decir paradigmáticos contra la fuerza