Desescala…miento

Lo que originalmente se llamó ‘desescalonamiento’, término que puso en apuros a más de uno en debates de radio y televisión en donde alcancé a escuchar elogios de parte de un ‘amigo de la paz’, por supuesto, al ‘desesculamiento propuesto por el gobierno’, ha terminado por llamarse ‘desescalamiento’ para tranquilidad de todos. Es Inútil buscar estas dos palabras en el diccionario. No existen, sencillamente no hacen parte del extenso vocabulario de la lengua española. Y me pregunto: ¿‘desescalonamiento’ o  ‘desescalamiento’ de qué? ¡Pues del conflicto ¡de qué más! al que con tanto entusiasmo nos invita Santos y sus amigos, es decir los cercanos al poder, los mismos que sacan inmenso provecho del rentable ‘negocio de la paz’ del que nadie habla. Después de mucho divagar sobre la nueva palabrita que nos propone el gobierno -que a los colombianos nos ha costado tanto añadir a nuestro léxico- y gracias a un ocurrente anónimo que se le ocurrió cambiarla por desescala/miento, por fin he venido a descubrir su verdadero significado: ir descendiendo escala por escala mientras se va mintiendo y mintiendo. ‘Desescalar’, podemos suponer que, aunque no la encontremos en el diccionario y para no pasar por tarados, significa descender. Por su parte mentir ha adquirido un significado muy particular en Colombia que no podemos desligar de la naturaleza del actual gobierno ni de quien lo preside -con tan poca aceptación de sus compatriotas-, el mismo que creyeron, los de la vieja alcurnia bogotana, había nacido para seguir el camino de los líderes pero prefirió tomar el de los locos y deschavetados. Pero mentir también ha sido característico de sus amigos que son los mismos que se pretenden ‘amigos de la paz’, como si uno y otro fueran la misma cosa: amigo de Santos, amigo de la paz; enemigo de Santos, enemigo de la paz, tan sencillo como eso. Y la paz se ha convertido en una palabrita que, a punta de insistir e insistir en ella, de repetirla y repetirla, ha perdido su significado y convertido en un eslogan publicitario y nada más. Pero admitamos que ‘desescalamiento’ es lo contrario a escalamiento y que para ‘desescalar’ es necesario haber escalado (por ejemplo, una montaña o apenas una escalera, lo que sea que nos lleve de abajo a arriba) y que ‘desescalar’ es lo que nos lleva de arriba a abajo. Puedo suponer entonces que estamos en la cima o muy cerca de la cima del conflicto, lo que significa que en estos años de gobierno de Santos se ha venido escalando dicho conflicto y me pregunto: ¿No llevamos a cuestas un proceso de paz de casi tres años? ¿No debería haber ‘desescalado’ el conflicto. lo que se vería reflejado en una reducción drástica de los ataques terroristas y de todas las acciones criminales de las FARC? ¿Por qué ahora ordena Santos un ‘desescalamiento’ si, de por sí, un proceso de paz debería traer gestos de paz? Una posible explicación la podríamos encontrar en el manejo del lenguaje: siendo inconstitucional un cese al fuego de parte de las Fuerzas Militares les pareció muy sencillo cambiarle el nombre, ahora no es cese bilateral si no un ‘desescalamiento’ o descenso de la acción legitima del Estado contra el crimen. Tan acostumbrados nos tienen a la mentira que no nos extraña que ese ‘desescalamiento’ sea un desescala…miento, una patraña que se delata hasta en el mismo término. Si para ‘desescalar’ hay que escalar para mentir desmentir. Desmentir cada pomposa declaración de Santos como las de su discurso veintejuliero: en continuos tuits Álvaro Uribe, desde el recinto del Senado, desmintió apartes de en el que Santos se asignó logros inexistentes con esa ceguera de quien estando cada vez más lejos de las realidades de su pueblo termina considerando a sus compatriotas como los tontos más tontos de todos los tontos como para mentirles con el mayor cinismo y descaro. Por su parte, en una clara intervención, el Senador Iván Duque desmintió ante sus colegas las afirmaciones del Presidente sin que los colombianos tuviésemos la oportunidad de verlo porque para ese magno evento, curioso y más que curioso, no había transmisión en directo desde el Canal del Congreso.