Mamados. No hay otra palabra para describir lo insufrible que resulta para los vallecaucanos volar entre Cali y Bogotá o incluso otros destinos en el país. Mamados, porque las tarifas son ofensivas (un vuelo entre Cali y la capital del país, en temporada baja, sin puente festivo, ha llegado a costar lo mismo que un vuelo a Miami), pero sobre todo por el mal trato, la inoperancia, y la falta de respeto para los vallecaucanos que se suben a los aviones de Avianca (porque las cosas hay que llamarlas por su nombre), que tienen que padecer cambios de itinerario repentinos y esperas de dos, tres o hasta cinco horas en los aeropuertos.
Avianca está jugando como empresa privada en el mercado, pero les está jugando sucio a los usuarios de Cali y el Valle del Cauca. Avianca no está respetando la dignidad vallecaucana. Esa radiografía la tenemos clara. Y celebro que el Representante a la Cámara Fabio Arroyave se haya atrevido a citar un debate de control en las próximas semanas, porque no hay un ciudadano que se aguante más este insulto. Y es que no todo está perdido.
En el año 2000, Aerocivil concesionó la administración, operación, explotación y ampliación del área concesionada del Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y el recaudo de los Ingresos Regulados y No Regulados a Aerocali. La concesión se firmó por 20 años, que terminan en el 2020. Durante estas dos décadas, Aerocali ha dicho -apegándose a la norma- que no puede hacer nada distinto a someterse a lo estipulado en el contrato de concesión. Bajo esa misma excusa, el Director de Aerocali ha expresado que no puede ofrecerles mejores tarifas de operación a las aerolíneas que quieran llegar a Cali. Y es cierto.
Por esa razón, aerolíneas de bajo costo como VivaColombia (Ahora VivaAir) tuvieron que irse y otras que han querido aterrizar en el aeropuerto de los vallecaucanos, no han podido ni siquiera pensar en acercarse. Y aunque en dos años (2020), ese contrato se termina, está abierta la posibilidad de que (con unas simples gestiones este mismo año, fecha límite señalada en el documento) se pueda prorrogar por 20 años más, bajo las mismas condiciones.
Es decir, los caleños y los vallecaucanos veríamos alejarse la posibilidad de acabar con el monopolio de las dos únicas aerolíneas que hoy dominan el mercado y que nos tienen en un decrecimiento evidente en materia de circulación de ciudadanos por nuestras tierras. Con una prórroga de ese lamentable contrato, que puede ser solicitada por el Concesionario hasta este año, los vallecaucanos tendríamos que someternos a 20 años más de abusos y costos excesivos en los pasajes, como los que tenemos actualmente.
Este es pues un llamado de emergencia a las voces de opinión del Valle del Cauca, a su clase política, gubernamental y empresarial, para abrir el debate e impedir que nos toque seguir bajo las mismas reglas y se prolongue el maltrato. Este es un llamado, también, al Bloque Parlamentario Regional del Valle del Cauca, para que de manera urgente le pida al Presidente Iván Duque una intervención en el tema, y que entre todos le lancen un salvavidas a la competitividad del Departamento, pero sobre todo a la dignidad de los ciudadanos del Valle del Cauca.
