El escenario no podría ser más apropiado e inspirador que la Plaza de Bolívar con el Capitolio y el Palacio Liévano de fondo. Allí se encontraron el sábado pasado los líderes de las FARC y algunos de los más destacados dirigentes de la izquierda y a su vez algunos de los principales promotores de la revocatoria del alcalde Peñalosa: Ángela Maria Robledo, Alirio Uribe, Claudia López, Iván Cepeda y algunas personas muy cercanas a Gustavo Petro.
Y fue en ese emblemático lugar, en medio del fulgor que generó el cierre del Congreso Nacional de Paz, donde se insinuó que las FARC podrían aspirar la Alcaldía de Bogotá.
Si gana la revocatoria, en septiembre habría nuevas elecciones en Bogotá, fecha para la cual las FARC ya se habrían constituido como Partido Político, lo que les permitiría aspirar a la alcaldía de la capital.
Dicen que los más entusiasmados con dicha posibilidad fueron el jefe negociador de la guerrilla, Iván Márquez, y los comandantes Pastor Álape y Andrés París.
Incluso se llegó a insinuar la posibilidad de crear una coalición de la que harían parte movimientos de izquierda como el Polo Democrático y el Petrismo, promotores de la revocatoria del alcalde de Bogotá.
El cierre del evento estaba previsto en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, pero ante la negativa del Congreso se terminó llevando a Cabo en la Plaza de Bolívar donde floreció la inspiración.
Ningún partido o movimiento político ha formalizado acuerdos con los antiguos guerrilleros de las FARC y tampoco esa organización ha expresado intenciones de pactar con nadie. Sin embargo, los acercamientos, “sentadas”, diálogos, y conversaciones “exploratorias” se han venido produciendo en distintos escenarios. Fácil deducir que están más cerca del petrismo y el Polo Democrático que con otros sectores considerados “de derecha”.
