¿Llegó la universidad a los barrios?*

Sáb, 12/08/2017 - 03:27
La semana pasada se inauguró en Bosa, la sede de la Universidad Distrital , justo en la mitad de una de las zonas con mayor número de familias vulnerables de la ciudad, muchas de ellas desplazadas d
La semana pasada se inauguró en Bosa, la sede de la Universidad Distrital , justo en la mitad de una de las zonas con mayor número de familias vulnerables de la ciudad, muchas de ellas desplazadas de la violencia y otras con variedad de carencias económicas y sociales. Al caminar los barrios y dialogar con las familias, se encuentran que entre  sus sueños más importantes, está el que alguno de sus hijos,  sino todos, asistan  a la universidad y  se gradúen como profesionales. Todas las familias son conscientes de que su pasaporte al futuro es la educación, en especial el acceso a la universidad pública. En Bogotá, cumplir ese propósito familiar  implica un esfuerzo monumental por parte del Estado y de las familias, más cuando algunos jóvenes no logran ni siquiera terminar el bachillerato para acceder a la educación superior.  De acuerdo a las cifras que presentó, en 2015,  el PNUD con la Secretaría de Educación del Distrito, de  100 niños que entran a primaria, solo 40 termina su educación básica en el tiempo estipulado, y de acuerdo a las cifras del Ministerio de Educación, apenas el 49% de los jóvenes que se gradúan, entran a la universidad, es decir 50 mil jóvenes. Esto quiere decir que a lo largo de los 11 años se van perdiendo las oportunidades para lograr un mejor desarrollo y formación del capital humano de la ciudad. Son múltiples las causas que afectan esta deserción escolar y el cierre de posibilidades de estudio a los jóvenes, en especial para aquellos ubicados en las zonas más pobres.  La mala calidad de la educación, asociada a una percepción de que no es útil para mejorar  ingresos o posibilidades de empleo,  es muy notoria en estos sectores.  La falta de ingresos de las familias para mantener a sus hijos en el estudio, sobre todo en los  grados 10 y 11,  es una queja permanente. Así mismo, algunas familias se les dificultan el  acceso a formación en el SENA o a las universidades públicas por las limitaciones de cupos o por los altos costos de las universidades privadas. Para avanzar en logros que permita a los jóvenes cumplir su ciclo completo de educación, se requiere una apuesta y un compromiso de toda la sociedad,  dando prioridad a la cobertura y calidad en la primera infancia y garantizando la ampliación de la Jornada Única para los 800 mil jóvenes que estudian en los colegios públicos del distrito. Sin embargo, se requiere mayores innovaciones sociales  en la educación terciaria o universitaria. Todos los jóvenes piden más cupos y universidades cerca o en sus propios barrios, pero construir estas infraestructuras requiere de una inversión enorme del Estado. Lograr el número de cupos para avanzar,  tomaría décadas. Por eso es vital, aunque no suficiente,   fortalecer y llevar sedes de las universidades públicas a los barrios. Si los colegios público nocturnos hacen convenio para que universidades utilicen su infraestructura lograríamos democratizar la educación  y ofrecer más oportunidad a los jóvenes; de esta manera tendríamos  mayor movilidad social y por lo tanto ampliaríamos las posibilidades laborales de esta población. En Bogotá hay 117 instituciones de educación superior, 22 son oficiales y 95 privadas; 17 tienen acreditación institucional y 408 son instituciones de formación para el trabajo y el desarrollo humano. La sede de la Universidad Distrital en Bosa, contratada e iniciada en la Alcaldía anterior, es un buen ejemplo de una edificación digna que generará oportunidades para 6000 jóvenes de Bosa, Kennedy y Soacha. Allí podrán estudiar ingenierías sanitarias,  ambientales y  administración deportivas entre otras.  Esta nueva sede será también factor de desarrollo en una zona que fue bien planeada y que ahora tiene conjuntos residenciales organizados con espacio público, justo al  lado  del Parque el Porvenir que inició su construcción;  sin embargo será insuficiente para la demanda y los reclamos de las familias y los jóvenes que claman por oportunidades educativas El Distrito dispone de herramientas para ampliar la cobertura de educación superior. En el mes de junio se sancionó en el Concejo de Bogotá, el Acuerdo 678 de 2017 que permite a las instituciones de educación superior el uso de la infraestructura disponible de colegios del Distrito. A su vez, el Plan de Desarrollo “Bogotá Mejor para Todos” incluye a las Instituciones de Formación para el Trabajo y el Desarrollo Humano en el subsistema de Educación Superior, lo que permitiría articular las necesidades de los barrios con la oferta educativa. La meta de la Administración Distrital en educación superior es de 35 mil,  de los cuales 1000 serían, inicialmente para programas de educación superior virtual. Actualmente el Distrito adelanta un programa piloto en esta modalidad del que se esperan resultados satisfactorios que consoliden a la educación digital como una alternativa viable para corregir los problemas de cobertura. Las soluciones existen, pero se requiere la voluntad y la gestión de todos los actores preocupados por la educación de nuestros jóvenes. https://www.youtube.com/watch?v=dx9_CRx0L-Y&feature=youtu.be
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