La frase es del Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, a propósito de asuntos de su cartera, pero aplica a toda la vida nacional, tan afectada por el parloteo y la facundia.
Vivimos en el discurso zalamero, igual para el éxito que para el fracaso. Justificamos con ardorosa verborrea las equivocaciones y torpezas.
Con chácharra barata se ganan elecciones, a través de promesas ilusorias. Y se disculpan descalabros. Al fin y al cabo, el don de la palabra -que tiene doble filo- permite el uso múltiple.
Sobre el tema de la paz, lo dicho a favor y en contra serviría para repoblar la selva colombiana. Y más ahora, cuando acaban de suspenderse los diálogos, por el secuestro de un general.
Acerca de la situación del campo, el diagnóstico es simple, según Iragorri, el ministro 101, en los 100 años de creado el cargo:
-El 78 por ciento de la gente que vive en el campo gana menos del salario mínimo, y además es 3.5 veces más pobre. Eso quiere decir -anota- que no estábamos haciendo las cosas bien desde hace mucho tiempo. Hace 70 años el Producto Interno Bruto del país dependía en un 70 por ciento de la actividad agropecuaria, hace 10 años bajamos al 10 por ciento y hoy estamos tan solo en el seis por ciento.
El ministro que toreó los paros agrarios que casi tumban al presidente Santos, proclama que en enero termina la habladera y comienza la sembradera.
La meta del cuatrinio es incrementar en un millón el área sembrada que está en 5.5 millones de hectáreas.
El muy criticado Banco Agrario (demasiado banco y poco agrario), hoy le presta a la gente en las ciudades pero se enfocará –como ha debido ser siempre- a los campesinos.
Francisco Solano, 37 años, asumirá las riendas de la entidad, después de haber sido el reemplazo transitorio de muchos gerentes.
Hay tres productos en el tema de exportaciones que son muy importantes: El café, las flores, el banano.
Enfrentarán con mayor reciedumbre el contrabando, la mayor plaga que tiene la agricultura y el sector pecuario de esta economía. Se sospecha de grandes empresas involucradas en el contrabando de arroz. Lo traen del sur y lo reempacan.
Sobre el futuro del Incoder:
-El Incoder no se puede acabar porque ahí está la memoria histórica de cinco entidades que se juntaron en una sola y si uno termina con esas entidades de un solo tajo estaríamos cometiendo un sexto error.
Hay que admitir, que hubo escepticismo con el nombramiento de Iragorri, hijo del eterno senador Iragorri Hormaza, “familia de terratenientes en el Cauca”…
-A nombre de mi mamá, de mi papá, de mis tres hermanas y mío no hay ni un solo predio, responde el ministro. Hasta ahí respondo, no tenemos un solo metro de tierra en el departamento del Cauca. Como me dijo en estos días un campesino en un programa muy a las 4 de la mañana: "No se preocupe ministro por la imagen y prodúzcanos resultados que es lo que necesitamos". Y a eso estoy dedicado.
-Un primo mío compró una finca hace 20 años en el Vichada y ahora porque tiene apellido Valencia Iragorri me echan la culpa a mí, dicen que es hermano mío, no lo es. Me da pena decir que ni siquiera conozco el departamento de Vichada, a donde iré en próximos días.
Finalmente, no le será fácil al ministro Iragorri –de frondosa casta política- tener en cuenta el consejo sabio de “Guineo”, un supuesto loquito de su pueblo, Popayán:
-"Acuérdese joven Iragorri: no se acerque nunca a una culebra por delante, a un caballo por detrás y a un político por ninguna parte".
Se acaba la habladera
Lun, 17/11/2014 - 12:52
La frase es del Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, a propósito de asuntos de su cartera, pero aplica a toda la vida nacional, tan afectada por el parloteo y la facundia.
Vivimos en el disc
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