
Hay personajes de la historia que quedan inmortalizados por sus grandes avances, por ser un ejemplo para la humanidad en materia de ingenio, liderazgo, o talento. Sin embargo, hay otros que se quedan en la memoria de las personas por sus acciones nefastas. Tal es el caso de Thanom Kittikachorn, dictador de Tailandia que estuvo en el poder durante una década.
Nacido el 11 de agosto de 1911, fue un militar y acérrimo anticomunista. Apoyado por las fuerzas militares, de las cuales era mariscal y posteriormente general, ayudó a Sarit Thanarat a realizar un golpe de estado en 1958, luego del cual fue Primer Ministro durante nueve meses, para después ejercer como jefe militar y Ministro de Defensa.
Se consolidó como el segundo jefe militar después de Sarit, a quien ayudó a reprimir diferentes intentos de golpes de Estado. Su poder en la rama militar lo llevó en 1963 a ser otra vez Primer Ministro, pero esta vez lo haría por diez años.
Durante su gobierno reprimió varias protestas, en especial las realizadas por campesinos de 1970, que terminaron en masacres masivas. En época de elecciones tenía la costumbre de nombrarse a sí mismo como vencedor, lo cual aumentó el malestar de la población que se encontraba en pésimas condiciones económicas. El odio hacia él, su hijo, el Coronel Narong, y el suegro de su hijo, Praphas Charusathien, crecía constantemente, al punto de ser llamados “los tres tiranos”.
El 14 de octubre de 1973, un alzamiento estudiantil terminaría con su régimen, obligándolo al destierro en Estados Unidos. Tres años más tarde volvería a su país, provocando fuertes protestas que dieron como resultado una fuerte represión militar, la masacre de los manifestantes y el derrocamiento del régimen democrático.
Thanom Kittikachorn nunca volvió a la política, pero los estragos de su gobierno no se curaron ni con el paso del tiempo. Murió el 16 de junio de 2004, luego de un ataque al corazón.