Hoy solo es tiempo de misericordia abundante en las manos y en el corazón.
Las ideologías aprovechan hasta las desgracias de la humanidad para competir y no para solucionar la tragedia. Pareciera que aman más la llaga que el remedio. Da la impresión de que se confabulan más con la tragedia que con las personas que la padecen. Más que la supervivencia de la gente pareciera buscarse la supervivencia de sus ideologías.
Sin falta de controversias, Colombia decidió cuarentena total, que ayuda a demorar los contagios y da tiempo para preparar los hospitales, pero a la vez trae efectos devastadores para la economía. Fuera del colapso económico, pueden llegar revueltas sociales por hambre y desempleo. La rabia es la primera reacción de los que aguantan hambre. El hambre vuelve irracional al ser humano, le hace perder la razón. La vida de la gente está en peligro por el virus; pero también por el hambre, por la falta de ingresos, el desempleo masivo, y las enfermedades derivadas del hambre o las que no atienden en los hospitales.
Los más pobres son los que van a recibir los efectos más demoledores de la pandemia. En muchos barrios populares del país están izando banderas rojas en los balcones, como muestra de hambre, desempleo y tragedia.
Cuando se termine el confinamiento colectivo, aumentarán los contagios y se encontrará a la gente desesperada por la economía destrozada. 10 millones de empleos informales, y muchos otros formales, se están perdiendo. Eso le cuesta al país más de $9 billones mensuales. Colombia decrecerá en 2020 y después. 2020 será el peor año de Colombia dice el ministro. Mala señal de futuro para los colombianos.
Tarea espinosa tienen los gobernantes de la pandemia. No son soluciones ni el confinamiento total, ni el libertinaje total. Se necesita cuarentena creativa y competitiva para defender la vida y la economía. No es excluyente salvar vidas y salvar la economía. El país no tiene capacidad fiscal para una cuarentena indefinida. Este es el peor tiempo para mandar la imaginación a vacaciones.
Urge una cuarentena con futuro que no se quede solo en el presente. Que sea capaz de batallar contra la pandemia y al mismo tiempo construir futuro y no destruirlo.
Una Cuarentena con Futuro, que cambie el comportamiento de las personas. Que imponga la educación social de la higiene y la prevención como una nueva cultura de Colombia. Que abra la economía donde los riesgos sean menores y con protocolos sanitarios severos. Que destine más recursos a la salud y a los investigadores. Es urgente capacitar a todo el pueblo en educación digital. Esto ayuda a que la educación y los sectores económicos trabajen en sus casas en tiempo real sin destruir su propio empleo.
La gente habla con ansias de regresar a la normalidad. Eso no va a ocurrir ni debe ocurrir. La normalidad que sueñan, causó este mal. Se necesita creatividad para construir una nueva realidad.