El los años 50 en Antioquia, surgió el dueto Los Relicarios quienes compusieron, entre muchas otras canciones, “Madre solo hay una”.
Apartes de esta linda canción:
“Madre son cinco letras nada mas
Pero que me estremezco al pronunciar
Madre son cinco letras que se escribe con dulzura
Madre es una mujer hermosa como ninguna
Se escribe con cinco letras
Pero madre solo hay una
Que es la que me vio nacer y la que arrullo mi cuna
Se escribe con cinco letras
Pero madre solo hay una madre, madre, madre solo hay una…”
De la Madre se puede escribir sin parar, vemos en ella una mujer con todas las cualidades y sin defectos, salvo cuando están bravas, porque en ese momento es mejor “pagar escondedero” aunque llama la atención que por más “bravas” que estén, nunca dejan de sentir amor por su hijo.
Que importante si tuviéramos la capacidad de aprender de ellas, la inteligencia que tienen para solucionar problemas y al mismo tiempo dirigir el núcleo de toda sociedad, la familia, su capacidad de análisis para entender cada situación y su poder de negociación cuando los hijos tienen diferencias.
Los hombres hemos sido egoístas o más bien temerosos al querer ver mujeres, Madres o no, en cargos directivos, políticos como empresariales y las tildamos de complicadas, de no poder asumir ciertas responsabilidades porque la familia las distrae, entre otros comentarios discriminatorios, porque nos asusta la idea de una mujer o Madre nos lidere hacia el éxito y desatinamos al burlamos cuando parte de sus soluciones son hablar con amor, educar, explicar siempre con disciplina, como lo hacen con su familia.
Veo en mi Madre, mi esposa, mis hijas, mi hermana, mis cuñadas, sobrinas, tías, primas y amigas, a unas mujeres maravillosas, reflejo de sus propias Madres llevando ese legado con orgullo y sabiduría de esas excepcionales mujeres que fueron y han sido sus Madres de quienes aprendieron a ver las maravillas de la vida, con sus altibajos y como disfrutar cada uno de esos momentos.
Una Madre esta presente cada minuto, procurando bienestar para sus hijos, con una capacidad de ubicuidad, en cuanto al amor se refiere, al estar con sus hijos/as (sin necesidad de estar presente) y al mismo tiempo realizar su trabajo con total armonía, control y disciplina, compartir con su esposo, disfrutar con sus amigas y/o realizar las actividades que disfruta como correr, jugar tenis, nadar, pintar, escribir, bailar, diseñar joyas y ropa, siempre teniendo a sus hijos e hijas en mente por lo que son dignas de admirar, respetar, adorar, aprender y seguir.
En esta era de transformación digital, vemos como las Madres, se van adaptando con mayor facilidad, sin misterio o rigurosidad, a esta nueva realidad digital, impulsadas por esas ganas de aprender constantemente, además para conectarse con sus hijos, para trabajar, leer o disfrutar de las tecnologías emergentes. Las Madres de hoy están a la vanguardia, son innovadoras, creativas, proactivas, estudiosas, analíticas, gestoras, colaborativas y han ido organizando grupos como Wikimujeres, ES SE ES y MujeresTIC, entre otros, en donde se apoyan, comparten información y experiencias buscando siempre el mejoramiento continuo y el bienestar general de la sociedad.
Ver a nuestras Madres utilizar los dispositivos electrónicos y las aplicaciones nos enseñan que no tienen limites, son arriesgadas y tienen claro la importancia de las herramientas digitales sin temor a cometer errores, algunas con la ingenuidad de un niño. Quieren aprender para enseñar y al mismo tiempo sin sentirse menos, disfrutan aprendiendo de los menores, algo que todos podríamos aprender en estos momentos. Ellas saben lo grandes e importantes que son para la humanidad, para el desarrollo social, económico, ambiental y cultural, así como para la felicidad familiar y la sociedad en general.
Una Madre más que esperar un regalo físico y suntuoso (nunca una olla, un cenicero o algo para la cocina) el Día de la Madre, ellas quieren saber que cada miembro de la familia este bien siendo ese su mayor regalo. Siempre disfrutan de ese detalle, nunca será pequeño, y las llena de felicidad, es cuando reciben ese collar hecho con”macarrones pintados de colores”, con un dibujo de ella o esa declaración (carta) de amor y agradecimiento que les hacen los pequeños, porque tienen más valor que un regalo suntusoso (aunque se merecen todo)
He visto mujeres muy importantes, presidentes, gerentes, directoras, asesoras de compañías, alcaldesas, gobernadoras, ministras, entre muchas otras responsabilidades, lucir el día siguiente del Día de la Madre, vistiendo elegantísimas, ese broche o el collar que le hicieron los niños o niñas con mucho orgullo y sensación de elegancia inigualable. Además como enmarcan y guardan como un tesoro, ese dibujo o carta, por eso me llama la atención propuestas para modificar la celebración de este día tan especial, por temas meramente mercantilistas y sin ningún interés en prestar un buen servicio sino por vender algo. Se equivocan que por el hecho de querer vender y aumentar ingresos, estén prestando un buen servicio y mucho menos una experiencia extraordinaria, solo están pensando en como satisfacer sus propios ingresos.
Es entendible para todos que la situación actual (social, emocional, económica y financiera) es díficil, aunque muchos han visto un momento de oportunidades, como por ejemplo agencias de viajes que están ofreciendo flores para ese día, restaurantes diseñando platos especiales, emprendedores, empresarios y comerciantes innovando para que ellas reciban un detalle de nuestra parte.
Aprendamos de los chiquitos su creatividad e innovación, saben utilizar los recursos pocos o muchos para hacer y dar el mejor regalo a sus Madres. No quiero imaginar una crisis en diciembre y algunos propondrán celebrar la Navidad en junio, cuando puedan vender más.
A muchos nos hará falta darle ese abrazo o verlas como se arreglan divinas, porque ese día, ellas celebran el mejor regalo que Dios les ha dado.
Con las Madres tenemos crónicas memorables porque ellas se han encargado que así sean y hasta en los momentos difíciles, ellas se las ingenian, no se como, para hacer cada momento algo muy bueno, saben aconsejar, saber cuando hablar y cuando callar, saben consentir y dar los consejos más valiosos siempre dejando huella e influenciando en nuestra vida con amor y buscando nuestro beneficio incluso a costa de ellas mismas, eso es Amor Incondicional.
Una Madre esta siempre dispuesta, alegre (el dolor lo oculta sabiamente), es amiga de nuestros amigos, siempre ocupada “sin un minuto para ellas”, trabajadora incansable, sabe de todo y todo lo resuelve, es arquitecta, mecánica, dibujante, diseñadora, costurera, psicóloga, matemática, bióloga, chef (la mejor) albañil, presidente, gerente, vendedora, en fin es la mejor “todera”, aunque poco reconocida, al punto que algunas empresas las discriminan por ser Madres y algo extraño, en ocasiones son las mujeres quienes las discriminan o hacen comentarios fuera de lugar porque no entienden que estas guerreras incansables, llenas de vida, aunque a veces la pierdan, es en momentos de crisis cuando sacan fuerza, se crecen para hacernos entender la importancia de la familia, del amor, de la reconciliación, de la comunicación, del trabajo duro, del enfoque, la entereza, la integridad, la ilusión y el coraje para enfrentar los retos de la vida.
Finalmente quiero reconocer a todas las Madres que ya partieron, porque lograron que sus hijos e hijas las tengan en sus corazones dejando una huella permanente y las recuerden mucho más, a diferencia de cuando están entre nosotros. Siempre hay recuerdos memorables, cuentos divertidos, momentos donde sentimos oso ajeno (“que oso Mamá”) de los que hoy nos reímos y extrañamos, los inventos en la cocina, algunos fallidos, pero siempre como mucho cariño como decía mi abuela. Siempre me pregunté como hacia mi abuela para que hubiera comida para todo el que llegará, muchos sin avisar y ella me contestaba “todo se hace con amor”, al igual de la ilusión de la “frijolada” los sábados donde mis otros abuelos.
Feliz día para las Madres y las mujeres que actúan como tal porque este reconocimiento se extiende a las mujeres que aman a los hijos e hijas de sus parejas como propios al igual que a sus sobrinos, estando para ellos en todo momento.
Quiero mencionar a una Madre extraordinaria, que partió muy temprano y que sus hijas son el reflejo real de esa maravillosa mujer, profesional, esposa, hija, hermana y grandiosa Mamá, que llamaba a sus adoradas hijas “mis aretes” para decirle en donde este, que sus “dos aretes” son unos extraordinarios seres humanos.
A mi Madre que vio nacer, un 7 de mayo, y partir a su amada hija, como lo han hecho desafortunadamente muchas Madres, le y les digo que las admiro, las quiero, las respeto y agradezco por la vida y que MADRE SOLO HAY UNA.