El modo de dirigir y gestionar los sentimientos depende de la inteligencia emocional de una persona, quien además debe ser empático con las personas con las que trabaja, con su entorno social y familiar por esto en los últimos años ha tomado gran relevancia lel concepto de inteligencia emocional, que hace referencia a las competencias y habilidades que tiene una persona para gestionar su comportamiento, la forma cómo interactúa con su entorno y su eficaz manera de tomar decisiones acertadas. Por eso un buen líder aprende a identificar sus emociones, dirigirlas y utilizarlas adecuadamente para influir en los demás, motivarlos y organizarlos hacia el logro de unos objetivos comunes.
Daniel Goleman afirma que "la inteligencia emocional es la condición sin la cual no hay liderazgo" y define cinco dimensiones, que en el momento actual de incertidumbre, son fundamentales para el éxito de las empresas, para la unión familiar, el crecimiento personal y la recupareción económica, entre otros.
Por esto el autoconocimiento, es uno de los factores claves de la inteligencia emocional, es decir, la capacidad que tiene una persona de conocer sus propias emociones, pensamientos, comportamientos, su capacidad para gestionarlos y poder expresarlos de forma acertiva, permitiendole actuar ante cualquier circunstancia adversa, como la actual crisis, que ha generado incertidumbre por la cantidad de cambios que se han estado presentado, incluso desde antes de la pandemia y los que están por venir por lo que es aquí donde el autoconocimiento es fundamental para generar la confianza que requieren los líderes y estos transmitirlos a sus familiares, amigos y trabadores.
El autocontrol, otro de los factores clave, donde las personas gestionan y controlan sus sentimientos y estados de ánimo, al hacerlos conscientes y capaces para asumir las consecuencias y responsabilidad de sus acciones, sin temer a lo nuevo ni a lo desconocido, logrando mantener la calma ante situaciones dificiles, situaciones a las que se han venido preparando al estructurar planes de contingencia, por esto tambien, la automotivación es fundamental para desarrollar habilidades como la creatividad, innovación, perseverancia, el optimismo para tomar decisiones estructuradas y efectivas en momentos complejos y motivar al mismo tiempo a quienes los rodean, transmitiendoles seguridad y mostrando el mejor camino hacia la recuperación y el éxito.
La empatía, ha sido uno de los elementos fundamentales para el éxito personal y profesional de cualquier persona, por esto es imperativo sintonizar con los sentimientos, las preocupaciones, las necesidades y demandas de quienes nos rodean, y poder contribuir con su bienestar ya que en momentos, como el actual, en donde un gran número de trabajadores, clientes, proveedores, familiares, amigos y la comunidad, hoy sienten preocupación por mantener o conseguir trabajo, por que todos gocen de buena salud, que los niños y niñas tengan acceso a educación continua y de calidad, por generar ingresos y cumplir con sus obligaciones laborales , financieras y familiares.
Además, es de suma importancia contar con habilidades sociales, reales y sinceras, para interrelacionarse y comunicarse efectivamente logrando ser inspiración de todos en su entorno obteniendo lo mejor de cada persona, creando un espíritu de grupo y trabajo en equipo enfocados en un fin común, que es, el de apoyar a otros para reconstruir el tejido empresarial, alineando a la sociedad hacia un trabajo colaborativo, solidario y conciente para una pronta recuperación. Por lo anterior, un buen líder entiende la importancia de fomentar el compromiso, la proactividad, la cooperación y el trabajo en equipo para cumplir con las metas y que estas se integren con las aspiraciones individuales de cada uno de los participantes del equipo.
La inteligencia emocional puede marcar la diferencia en el proceso de selección de un candidato, al igual que para ascender a un puesto, inclusive para alcanzar metas personales, familiares y deportivas entre otras, por lo que está demostrado que, las personas con altos niveles de inteligencia emocional se encuentran en mejores condiciones para cooperar, resolver conflictos, proponer soluciones y aprender con mayor facilidad y ágilidad de los errores.
Además, el valor que algunas empresas dan a estas habilidades, supera incluso a la capacidad técnica, valorando la inteligencia emocional de un empleado por encima de otros atributos, por lo que la empresa que consigue que la inteligencia emocional en el trabajo sea una constante, logra que sus trabajadores desarrollen su trabajo con la máxima eficacia, aumentando todas sus probabilidades para alcanzar el éxito en los resultados.
Goleman define las emociones como “sentimientos que afectan a los propios pensamientos, estados psicológicos, estados biológicos y voluntad de acción. El ser humano siente antes de pensar y actuar, pero es posible aprender a controlar las respuestas ante los sentimientos y, por consiguiente, modificar el comportamiento”. Esto quiere decir que la inteligencia emocional no es innata y todos tenemos el potencial de mejorarla a lo largo de la vida, aprendiendo de las experiencias personales y profesionales.
El investigador Lyle Spencer, realizó un estudio para identificar las características de las personas con mejores resultados como líderes dentro de sus empresas. El resultado arrojo que “hay una elevada correlación entre la eficacia del líder estrella y las competencias de la inteligencia emocional, por eso el 85% de las competencias que diferencian a un líder sobresaliente de otros líderes promedio, pertenecen al dominio de la inteligencia emocional.”
Por tanto, la fortaleza de los grandes líderes radica, además de sus habilidades técnicas, en competencias como la autoconciencia, la empatía, la iniciativa, la capacidad de impulsar el cambio, trabajar en equipo y la confianza en si mismo, entre otras, siendo, la inteligencia emocional, un factor clave para actuar, facilitando la acertada toma de decisiones, afectando positivamente la motivación y orientando correctamente el desempeño del equipo y/o el rendimiento de las personas que los rodean, alcanzando éxitosamente los objetivos establecidos.
Desarrollar la inteligencia emocional desde temprana edad y en los colegios, es una tarea pendiente que tenemos como sociedad, academia y empresarios, para empoderar a los niños y niñas para asumir con éxito los grandes retos que vienen en un entorno en constante cambio, donde la virtualidad, la ágilidad, la solidaridad, la sostenibilidad y la diversidad serán fundamentales en el desarrollo de las personas, de las familias, de la sociedad, de los gobiernos y de las empresas