
Hoy estoy desde la Laguna los Tunjos, en el Páramo de Sumapaz, con mucho frío pero encantado con este paisaje. Esta laguna es muy representativa para nuestra cultura.
Aquí era donde se hacían todos los rituales de los muiscas hace muchísimos años.
En este espacio de Kienyke quiero hacer la reflexión aprovechando que estoy aquí, quiero que protegamos el agua, para que la cuidemos y respetemos este recurso sagrado. Es una reflexión muy grande la que nos dejan nuestro ancestros y nuestros pueblos originarios.
Los recusros naturales y en realidad nuestro oro es el agua. La noticia que tiene impresionado a medio mundo con la cotización del agua en la bolsa de Wall Street, pues nos deja de relexionar que en realidad debemos respetar y conservar el agua.
Hace 500 años vinieron por nuestras semillas pero no vamos a permitir desde nuestra posición de campesinos, ambientalistas y colombianos que vengan por nuestra agua. Nuestro oro es el agua.