Lucía Amaya Martínez

Vicepresidenta de Recursos Humanos de Scotiabank Colpatria con experiencia de 25 años en varias compañías nacionales y multinacionales de los sectores alimenticio, manufacturero, servicios, finanzas, consumo masivo y transporte internacional.
Es Ingeniera Industrial de la Universidad Tecnológica de Bolívar, tiene una especialización en Gestión de Recursos Humanos de la Escuela Naval Almirante Padilla / EAN y cuenta con diversas certificaciones y estudios complementarios en coaching y liderazgo ejecutivo en la Universidad de Los Andes y algunas universidades de Estados Unidos como Berkeley, Cornell y el centro de estudios de negocios Ross en la Universidad de Michigan.

Lucía Amaya Martínez

Planes, sueños y esfuerzo

El desarrollo personal y profesional, desde mi punto de vista está hecho de una mezcla de planes, sueños y esfuerzos. Planes, porque es importante ser concreto en lo que quieres y diseñar los pasos para ir al lugar deseado; sueños, porque tener un ideal por alcanzar le da un sabor especial a la vida y significado a lo que buscas y; esfuerzo, porque es muy poco lo que pasa en la vida sin retarte y sin moverte.

Hay un momento crucial en la vida que sucede cuando escoges la carrera, pues en muchos casos allí empieza el proceso de planificar el profesional que quieres ser: las materias que escoges, las electivas, los temas de los proyectos en los que te involucras, los compañeros que frecuentas, entre otros; de alguna forma te van llevando hacia ese lugar si lo haces de manera consciente. Los campos del saber son tan amplios, que necesitas ser concreto en tu enfoque. Diría que allí empiezas a diseñar tu futuro. Me tomo muy en serio el proceso educativo como base del camino profesional. Es la academia un espacio muy rico para desarrollar no solo tu conocimiento técnico, sino también tus habilidades relacionales y de liderazgo. 

Una vez entras a tu primer lugar de trabajo o decides que lo tuyo es el emprendimiento, diría que empieza el proceso de diseño del desarrollo profesional que quieres tener. Pero son muchas las veces en la carrera que puedes plantearte nuevos caminos. En todos los casos, creo en el poder de tener un plan. Establecer metas claras y detalladas, te provee de un mapa que guía cada paso del camino. Hay mucho material que puedes encontrar para diseñar tu plan de carrera con el mismo método con el que se diseña un plan estratégico. Revisitarlo, hacerle seguimiento, darte cuenta qué esta pasando y qué no está pasando para hacer ajustes es sin duda una forma de llevar un control de tu proyecto de vida, donde claramente lo profesional es un factor importante.  

Pero si solo se tratara de un plan, la vida sería muy plana. Los sueños son el combustible emocional para transitar tu desarrollo personal, superar los desafíos y perseverar en los momentos difíciles. Imaginarte cómo sería tu vida si logras ese plan que has dibujado, genera una enorme motivación para avanzar. “Ponerle alas” a los sueños es también una forma de revisar el camino hacia tus logros. Tener claro que el objetivo superior está detrás de eso que te está costando, te ayuda a dar ese paso adicional con más entusiasmo.

En términos de desarrollo profesional, los sueños tienen forma de roles que quieres ocupar, tipos de empresas donde quieres trabajar, ciudades donde quieres vivir/trabajar, logros que quieres alcanzar, nuevos estudios que quieres hacer; también, cómo quieres ser, puede ser un “sueño”; por ejemplo quiero ser un líder cercano, que las personas quieran trabajar contigo, que puedas lograr este proyecto u otro en equipo; te imaginas celebrando que eso ha pasado y luego revisas si los pasos que estas dando te permiten llegar a donde quieres estar. 

Pero para recorrer este camino necesitas ponerlo todo de ti y eso es lo que considero esfuerzo. Es este el cimiento sobre el cual se construyen los logros personales. La consistencia en el trabajo y la dedicación en la mejora continua son esenciales para superar los desafíos. Me gusta referirme a los libros que uso con frecuencia y que he mencionado antes, como los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen Covey; puede ser una guía importante de los esfuerzos que puedes hacer para avanzar hacia tus objetivos de manera estructurada.

Solemos relacionar esfuerzo con algo pesado, pero yo lo veo más como la dedicación y el empeño que puedes poner para alcanzar tus metas. Puede incluir varios aspectos como el aprendizaje continuo, el networking y las relaciones personales y profesionales, el diseño de las metas que quieres alcanzar, la autoevaluación y mejora continua, la administración del tiempo en función de los planes, la capacidad de adaptarte a las circunstancias cambiantes entre otros. Esto que he mencionado es una mezcla de temas que te retan, pero que definitivamente te impulsan al logro de eso que has diseñado y soñado y que quieres alcanzar.

El desarrollo profesional florece cuando integras planes, sueños y esfuerzo constante. Cada uno de estos amplifica la potencia del otro. Me gusta la idea de que somos capaces de moldear nuestro propio destino y alcanzar objetivos que parecían inalcanzables. 

Te invito a revisar tus planes al inicio de este año, a soñar con lo que quieres alcanzar, a tener la motivación para asumir los retos que te llevarán al lugar que has deseado. Todo esta dentro de ti. Tú tienes el poder de transformarte continuamente, revisar tu camino y lograr lo que deseas. 

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Lucía Amaya Martínez
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