El trabajo por convertir a Medellín Distrito especial de Ciencia Tecnología e innovación empezó hace varios años, justo en una reunión del Centro Democrático en el Oriente Antioqueño donde alguno de los asistentes se preguntó el por qué la ciudad de Medellín seguía siendo un municipio ordinario y no un Distrito como otras capitales, luego de profundizar un rato, el expresidente Uribe planteó la posibilidad de crear el Distrito de CTI y solicitó a sus asesores empezar a estudiar el tema.
En un primer instante, el expresidente Uribe redactó y radicó un proyecto de ley para convertir a Medellín en Distrito, proyecto que llegó a la Comisión Primera y que me fue asignado como ponente, el proyecto tenia varias dificultades, entre ellas que por ser ley debía someterse a la ley de distritos, que hacían que el procedimiento fuese más complejo, pero sobre todo, le generaba unas cargas administrativas y fiscales supremamente onerosas a la ciudad, además, no otorgaba ninguna herramienta que fuese útil para desarrollar el modelo de gestión publica enfocada en CTI que requería la ciudad, en pocas palabras, era muy costoso y no servía para nada.
A raíz de ese proyecto, surgió una reunión con funcionarios de la administración del Alcalde Federico Gutiérrez, el Representante a la Cámara Hernán Cadavid, que trabajaba como asesor en la UTL del expresidente Uribe y yo, donde exploramos posibilidades frente al Distrito y decidimos que lo mejor era presentarlo como Acto Legislativo, para convertir a Medellín en Distrito desde la Constitución, que si bien su trámite era más difícil por ser de ocho debates y necesitar mayorías especiales en segunda vuelta, era una mejor opción, toda vez que, podíamos omitir los gastos burocráticos y administrativos contenidos en la ley y crear un modelo de gestión que permitiera potenciar el modelo de CTI para la ciudad.
Una vez se hundió el primer proyecto presentamos entonces el Acto Legislativo, firmado por el expresidente Uribe como autor principal, como coautores toda la bancada del Centro Democrático, como ponentes fuimos designados, en la Cámara, la Representante Margarita Restrepo y en el Senado yo, el apoyo del Congreso durante los ocho debates fue casi unánime, principalmente de la bancada Antioqueña de todos los partidos, que trabajó como un solo bloque para lograr las mayorías necesarias y aprobar el proyecto en los tiempos establecidos por la Constitución y la ley, también fue clave al apoyo del Concejo de Medellín liderado por Sebastián López, apoyo que le dio un impulso político decisivo al proyecto.
Lejos de ayudar, la primera intervención del ahora Alcalde Daniel Quintero, casi sabotea los enormes esfuerzos que estábamos haciendo en el Congreso, en una intervención en medios de comunicación sugirió que en el Acto Legislativo deberíamos modificar la estructura del Área Metropolitana e incluir en el Distrito a todos los municipios que la componen, esta propuesta hacia inviable el Distrito, porque o pretendía crear una entidad administrativa inexistente en la Constitución que dificultaba el debate o su intención era absorber el resto de municipios, eliminándolos como entidades administrativas y convirtiéndolos a todos en Medellín.
Sin embargo, de ahí surgió una buena idea, que de hecho quedo consignada en el Acto Legislativo, y es que los municipios del Área, sin modificar su autonomía administrativa ni su régimen político, administrativo y fiscal, pueden acceder a los beneficios que hoy otorga la ley orgánica recién aprobada.
Fueron muchos los grandes aportes que hizo el Congreso al Acto Legislativo: convirtió a Medellín en Distrito inaplicando todas las disposiciones legales que le generaran cambios o gastos administrativos o burocráticos a la ciudad, extendió los beneficios de la ley orgánica a los municipios del Área Metropolitana, dejó expreso que no se modificaban las facultades de las autoridades ambientales, consignó la obligación de aprobar una ley orgánica que le diera herramientas a la ciudad para potenciar el modelo de gestión que promoviera la ciencia la tecnología y la innovación, finalmente, también permite que la ley orgánica sea aplicada a cada Distrito del país en su propio modelo de desarrollo.
Una vez aprobado el Acto legislativo iniciamos un dialogo con distintos sectores de la ciudad para construir la ley orgánica; con la academia, las empresas, la sociedad civil, la Gobernación de Antioquia, entre otros. A la primera convocatoria se citó, por supuesto a la administración distrital, lamentablemente no quisieron asistir, por el contrario, convocaron una reunión paralela, solo con sus allegados, para redactar su propio proyecto de ley orgánica.
De ese trabajo de meses, radiqué como autor principal, junto con algunos miembros de la bancada antioqueña, el proyecto de ley orgánica, que, por mandato de la ley quinta, fue acumulado con otro proyecto de ley orgánica, firmado por el resto de la bancada antioqueña patrocinados por la administración distrital.
Para hacer honor a la verdad, de la unión de los dos proyectos salió una gran ley orgánica para Medellín, con elementos muy importantes de ambas propuestas. De nuestro proyecto quisiera rescatar, entre otros, los siguientes logros:
- Creación de organismo asesor compuesto por la administración distrital, la academia, la empresa privada y la sociedad civil para diseñar y hacer seguimiento a la política pública de CTI.
- Permite la creación de estímulos tributarios para el fortalecimiento del CTI.
- Creación de zonas francas, o zonas de tratamiento especial en el distrito enfocadas en CTI.
- Creación del fondo distrital para financiar la CTI.
- Posibilidad de crear fuentes alternativas de financiación del Distrito con la promoción de mecanismos de financiación de emprendimientos de base tecnológica Spin-off.
- Posibilidad de crear la Estampilla pro-Innovación.
- Extensión de los beneficios a los municipios del área metropolitana.
Finalmente, es de resaltar el gran trabajo que hicieron los congresistas del Centro Democrático de la actual legislatura para aprobar el proyecto de ley organiza, además, de los enormes esfuerzos que hicieron para frenar las ultimas “travesuras” del Alcalde Quintero, que quería quitarle recursos a Corantioquia para entregárselos al Área Metropolitana, hecho de profunda politiquería que nada tenía que ver con la Ciencia la Tecnología y la Innovación.
