En los últimos días se suscitó una nueva controversia para el gobierno nacional que en esta oportunidad no alcanza a configurarse como “escándalo”, bastante recurrentes en la época “del cambio”. El hecho además de curioso, parece que ya causó algunas bajas en el equipo de comunicación de palacio, adicionalmente afirman los conocedores, que podría traer un par de demandas por derechos de autor al gobierno colombiano.
Me refiero al video publicado en la cuenta oficial de palacio, que compara a Francia y a Petro con Barbie y Kent, calificado por muchos como superficial, imprudente e indigno de las comunicaciones presidenciales. En el video se ven imágenes originales de la película que se estrenará el 20 de julio, mismo día en la que celebramos nuestra independencia y que el gobierno en pleno viajará a San Andrés, para celebrar, además, el último fallo de la Corte Internacional de Justicia en favor de Colombia.
Si bien es cierto que la muñeca estrella de Mattel, ha hecho esfuerzos enormes por salir del viejo estereotipo de la muñeca rubia, plástica, sin cerebro, dedicada a la fiesta y los lujos, no creo que la multinacional haya pensado todavía en incluir dentro de su línea, junto a las barbies profesionales, multiétnicas, LQTBI y las tradicionales rubias, al Kent desmovilizado y ahora presidente de un país tercermundista, mucho menos a la barbie líder social que se transporta en helicóptero militar más adecuado para figuras de acción como los “GI Joe”.
Aunque la película todavía no se estrena, ya se puede leer su trama en algunos portales especializados, según parece, Barbie y Kent, cansados de vivir en un mundo perfecto, huyen de Barbieland al mundo de los humanos. Mientras los protagonistas viven en el “mundo real” la empresa Mattel intentará devolverlos al mundo plástico de donde provienen.
Si juzgamos por los primeros meses de gobierno, el estilo impositivo, amenazante, soberbio con el que ha gobernado el presidente Petro, ¿podemos pensar más bien que él se parece al personaje de la empresa Mattel en la película? ¿será que dentro de su personalidad narcisista cree que debe llevarnos a todos al mundo ideal y perfecto de “Petroland”?
Llama mucho la atención el choque de mensajes: mientras que el gobierno ha intentado venderse como el del “cambio”, defensor de los menos favorecidos, protector del medio ambiente, guardián de la soberanía y opositor del consumismo y la injerencia de otros países, especialmente de Estados Unidos, el imperio, que utilice precisamente la imagen de la muñeca americana por excelencia, aquella que ha utilizado la inclusión como una estrategia de mercado y que promueve el consumismo como una forma de vida. Casas, carros, ropa, discotecas y lujos es lo que se puede ver de la Barbie que tanto “repudia” la vicepresidente Francia y la Colombia Humana.
Justo para celebrar nuestra independencia decidieron comparar a dos lideres de izquierda con lo más excelso del mercado de los Estados Unidos, eso sin mencionar que todos los productos de la Barbie, empezando por la muñeca, incluyendo sus accesorios, son hechos con derivados del petróleo, sustancia que ha sido ampliamente satanizada por el gobierno, a costo de nuestra economía, promoviendo una transición energética, paradójicamente sin transición.
Ojalá el gobierno dejara de vivir en “Petroland”: se engañan todos los días con encuestas y falsa percepción del “éxito” de su gobierno; decidieron no escuchar a nadie, ni empresarios, ni expertos, ni académicos. Son Petro y sus amigos los dueños de la única verdad revelada e incontrovertible.
Mientras tanto, aquí en el mundo real, hoy vivimos con inseguridad, inundados en drogas, con desempleo, alto costo de vida e incertidumbre.
