Para Elieser Sierra las mañanas en el municipio de Colosó comienzan con una oración. El líder abiertamente gay de 33 años de edad, ojos color castaño y sonrisa imborrable, fue testigo de la crudeza del conflicto que carga con las cicatrices que dejaron en su cuerpo, dos balas con arma corta calibre 32, un 21 de enero de 2001.
"Yo soy un apasionado por la música romántica, me considero estilista de profesión pero ante todo soy un activista que lucha por los derechos de mi comunidad, he sido testigo de como el perdón y la reconciliación han cambiado nuestro vida, seguiré con ese sentimiento de llevarle la paz a mi municipio", comentó Sierra.
Colosó se encuentra ubicado en el departamento de Sucre en los Montes de María. Se ha hecho famoso como un balneario turísticos de casas artesanales y sus pozos embellecidos con la basta fauna que rodea al mítico pueblo. Sin embargo, la belleza de dicho municipio muchas veces fue opacada por los gritos de dolor y angustia de los ataques y masacres perpetrados por grupos paramilitares y milicianos de las FARC entre el final de los noventa y principios de los dos mil.
La historia de Elieser se convierte en un testimonio de resiliencia y valor de un líder de la población LGBTIQ víctima del conflicto, en una zona de nuestro país que carece de políticas públicas y del reconocimiento al legado de la memoria y la reivindicación de los grupos sexo diversos.
Colombia avanza en un proceso de construcción de paz, donde se lucha por la búsqueda de la verdad de tantos ataques y violencias que todavía no parece comprenderse. Desde la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición se profundiza en las causas del conflicto armado y la razón de aquellas violencias contra la sociedad. Líderes sociales como Elieser son ejemplo de trabajo en el territorio para la no repetición de la violencia, un elemento novedoso en el que Colombia se convierte en un país pionero en incluir la No Repetición como garantía para una Paz estable y duradera.
La Comisión de la Verdad ha encontrado por lo menos 4.750 líderes y lideresas sociales asesinados y desaparecidos entre 1986 y 2018, escalofriante estadística que preocupa y más si se resalta que la mayoría de los casos quedan impunes.
El camino a la verdad muchas veces produce inquietudes y temores, pero son líderes como Elieser que llenan de esperanza el futuro del país como la máxima expresión de la real democracia.
La ONG Memoria viene trabajando en un proyecto de recolección de historias de vidas que promueven la paz y la no repetición, valioso ejercicio digno de resaltar y que desde el Caribe colombiano aportamos con historias como las de Elieser que sin lugar a duda son voces de paz.
"La Paz es linda, la paz es buena, nos trae tranquilidad y mejora nuestra economía, lucharé hasta el último día de mi vida por la paz de mi país", concluyó Sierra.