En la columna de hace una semana agrupé veinte de los temas de gobierno que un candidato a la presidencia debe tener para ejercerla con dignidad y resultados. Hoy complemento con algunos de los rasgos personales para que los ciudadanos sintamos que usted sabe “cómo es la vaina”, es decir, que al hablar nos proyecte unas excelentes condiciones comunicativas y sintamos deseos de elegirlo. Ello, en muy buena parte, resultará del manejo de tres áreas de la comunicación personal: verbal (la palabra), oral (la voz) y corporal (el cuerpo), básicas para lucirse. Veámoslas:
La verbal • Que el tema sea claro (comprensible) para todos, conciso (no extenso), concreto (aterrizado) • Apropiado a la audiencia y a los fines • Un vocabulario en línea con las normas de nuestro idioma • Libre de muletillas distractoras • Animoso. Por esto, Jorge Eliécer Gaitán, gran orador liberal asesinado en 1948, para entusiasmar a los oyentes, aunque no entendieran, empleaba párrafos parecidos a este: “¡No permitiremos que los enemigos consoliden sus perspectivas traviesas mediante elucubraciones extrapolares, llenas de ansiedad dinámica y enfrentada a una muralla suculenta y congelada!”. ¿Qué quiso decir? Habrá que preguntárselo… Es que, como escribió el tratadista alemán Peter Drucker, “las palabras no son mera información. Tienen una carga emocional”.
La oral • Vocalice cada término con los sonidos que le son propios • Evite las muletillas (eee… aaa…mm…) • Emplee el tono de la voz en conformidad con la ocasión: si es discurso, entrevista, conferencia, debate, etc. • Varíe la velocidad de la voz y enfatice ciertas afirmaciones para no ser monótono • Utilice el volumen en grados distintos, según el tema que trate, el momento y la intención, sin subirlo tanto que lesione a los oyentes…: sí, porque el médico del célebre tenor Enrico Caruso contaba que la voz de este era tan fuerte que, cuando lo recibía en el consultorio, “rompía a menudo tubos de vidrio con solo cantar las notas fundamentales” (El Tiempo, 25sept1921). Diversos candidatos lo hacen: hablan para envolvernos en fantasías arrobadoras…
La corporal • Sus elementos los percibe el destinatario con sus ojos, que estarán atentos por lo menos a cuatro factores del candidato: cara, mirada, manos y cuerpo • Cara: ¿es muy seria?, ¿sus gestos son variables y apropiados al tema?, ¿inspira seguridad o desconfianza?, ¿proyecta simpatía? • Mirada: en espacios pequeños o recogidos, mire a cada presente, no a uno solo o a pocos, en espacios grandes trate de establecer contacto visual con diversas zonas del auditorio • Manos: emplearlas para apoyar sus palabras, evitar la monotonía visual, mostrar autoconfianza • Cuerpo: sentirlo relajado, no moverse en exceso, tener una apariencia adecuada.
Cae bien recordar el agudo apunte que nos dejara Santos Chocano, poeta peruano: “El ave canta aunque la rama cruja porque sabe lo que son sus alas”. Con ayuda de sus propias alas, el candidato trabajará por conseguir que lo escojamos…
Inflexión: En un almacén de un pueblo texano había un letrero que decía: “Tenemos lo que usted necesita”. Sin embargo, en la acera del frente, su competencia colgó un aviso: “Si no lo tenemos, no lo necesita”. ¿Cada candidato sabrá qué requiere en comunicación, y qué no, para lucirse y lograr sus propósitos? Aquí queda solo parte de lo que se requiere para elegirlo...