No sé con qué armas se luchará en la III Guerra Mundial, pero la IV Guerra Mundial será́ luchada con palos y piedras. -Albert Einstein.
La conformación de ejércitos nacionales y su mantenimiento ha sufrido un gran cambio durante los últimos años debido a los nuevos escenarios en donde se desarrolla el ámbito de la Seguridad y Defensa Nacional (SyD). La globalización ha sido el pilar fundamental de este cambio ya que ha permitido transformar procesos que anteriormente no se concebían dentro de la SyD.
Por ejemplo, se ha desarrollado una mutación de la criminalidad desde la conformación de Grupos Armados Organizados (GAO) y Grupos Delincuenciales Organizados (GDO) que utilizan el Crimen Organizado Transnacional (COT) como base de su funcionalidad y operatividad a través de las barreras soberanas de los estados – este escenario se conoce académicamente como una consecuencia de la globalización desvidada- . De esta forma, el reclutamiento militar, visto desde la acción constitucional del servicio militar obligatorio (y otros voluntarios), ha hecho que se configure dos nuevas estrategias.
La primero de ellas, es la inminente necesidad de mantener un servicio obligatorio debido a la proliferación de actores sobre los territorios nacionales de los estados. Como se mencionaba anteriormente, la globalización desviada ha puesto sobre la agenda global, la promulgación de complejos de seguridad los cuales necesitan de respuestas eficaces y asertivas de los diferentes países para mantener la soberanía y la supervivencia del Estado -Una Fuerza Militar fortalecida tanto en pie de fuerza como en capacidades-.
Sin embargo, también se ha podido ver, como consecuencia de la globalización, el avance significativo de la tecnología y su incidencia en el sector de la SyD, lo cual quiere decir que, ante la proliferación de nuevas amenazas a la seguridad, la tecnología ha ayudado a combatir las dinámicas criminales tanto nacionales como internacionales de una manera más directa, dejando de lado, la visión de tener “ejércitos robustos” por la de implementar tecnología en procesos y procedimientos que garanticen la SyD de los estados.
Es así como el servicio militar obligatorio tiende progresivamente a flexibilizarse bajo las nuevas herramientas tecnologías utilizadas en las capacidades militares para controlar, vigilar y monitorear la soberanía nacional de los estados – además de los parámetros constitucionales de la Seguridad Nacional-
La tecnología y la Seguridad, así como la Defensa, se han desarrollado de forma conjunta durante los últimos diez años a raíz de los grandes avances tecnológicos, industriales y científicos en los que se involucran las capacidades militares. Cada día vemos como lanzan en los mercados globales, nuevas herramientas militares que permiten, por un lado, reducir la exposición de los soldados ante combates tanto regulares como irregulares, y, por otro lado, ampliar la incidencia de la tecnología en el desarrollo territorial de la nación.
Por lo tanto, la ecuación por la cual se establecía la presencia de soldados a lo largo y ancho de los países, ha venido perdiendo fuerza y ya no se piensa solamente en las competencias humanas que pueden ejercer un grupo de soldados en un territorio determinado sino que ante el avance tecnológico y la compra de herramientas especializadas en la ayuda a la SyD, hace que la ecuación cambie y se configure una nueva visión sobre la incidencia de tropas militares sobre el territorio soberano, mostrando así que se puede reducir el pie de fuerza por la implementación de herramientas tecnológicas.
De ese modo, el servicio militar obligatorio también mostraría una incidencia en la variable de la tecnología, haciendo que se flexibilicé la obligación del servicio y permitiendo -bajo el incentivo de la profesionalización a partir de nuevos métodos y mecanismo de protección de la soberanía dados por los avances científicos- un servicio militar voluntario, profesionalizando la fuerza y generando soldados con sentido de identidad propio por una institución que brinda SyD Nacional.
El proceso de reclutamiento de leva ira perdiendo el sentido de obligación en la medida en que la institucionalidad y el Estado, se desarrolle y crezca económicamente. Pues la mutación de los actores y los escenarios de la criminalidad hacen que se encaminen nuevos procesos para combatir dichos escenarios. Por lo que los nuevos procesos de reclutamiento estarán determinados por la voluntariedad de las personas que quiere acceder a ello, a la par que las herramientas tecnológicas incentivan su acceso.
En general, la visión del “soldado de a pie”, aquel que se creó bajo la concepción de un bloodtax tiende a desvanecerse debido a la nueva categoría de la profesionalización de la fuerza al ofertar acciones que anteriormente no se presentaban. Por ejemplo, la oferta de ciudadanos que se relacionen con los medios tecnológicos, las plataformas digitales, los drones, los equipos de aviación no tripulada, y otros servicios que se irán desarrollando. Por lo tanto, la tecnología generará una incidencia en el servicio militar obligatorio llevándolo a un espacio de voluntariedad fortaleciendo las capacidades y armonizando la profesionalidad de la Fuerza.
El servicio militar obligatorio tiende progresivamente a la no obligatoriedad per se. La revolución tecnológica permitirá tener ejércitos sofisticados con menos pie de fuerza, pero con mayores capacidades militares. Evidenciando que la necesidad de mantener ejércitos robustos responde una visión pragmática y realista de las relaciones internacionales, colocando al interés nacional en termino de poder, y mirando la influencia que logra tener en el sistema internacional. Pues la lógica de la geopolítica y la influencia de la política internacional recae en la capacidad militar y en el pie de fuerza como variable influyente en el globo.
Sin embargo, como hemos visto anteriormente, los procesos de reclutamiento y el servicio militar obligatorio, tiende a transformarse debido a la llegada de herramientas tecnológicas definidas en capacidades militares, donde la percepción de soldados, pelotón, y tropa, estarán combinadas con equipos sofisticados que lograrán ayudar y complementar las labores que desarrolla el ámbito de la SyD Nacional. De esta forma podemos decir que la tecnología será el incentivo de la profesionalización de las Fuerzas Militares, y al mismo tiempo, la variable que reinvente los nuevos procesos y procedimientos que transformará la implementación de estas herramientas bajo el sentido liberal de las Democracias y el Estado Social de Derecho.