Elena Manighetti y Ryan Osborne compraron un barco y estuvieron de paseo en el océano atlántico durante 25 días, y al regresar hallaron un mundo distinto al que habían dejado. De algunos de los cambios de los que se enteraron al desembarcar trataron mis dos columnas anteriores. Esta, por el contrario, se refiere a los cambios que los habitantes del futuro, y quizás de hoy, podrán verificar si se dieron o no tras la pandemia luego de ser anunciados o sugeridos por personas e instituciones en este primer semestre de 2020, cuando aún se ignora qué pasará con la pandemia que nos envuelve y acosa.
Unas visiones corresponden a ideas según los deseos de algunas de tales fuentes respecto de la vida que viene, y otras corresponden a predicciones elaboradas con base en intuiciones o hechos anteriores a la pandemia o presentes hoy. De algunas de tales querencias y anticipaciones va este apretado resumen:
De la política “más allá del mar” • “Es probable que la relación entre Estados Unidos y China, los dos países más poderosos e importantes del siglo XXI, se deteriore aún más por la pandemia, sobre todo cuando aquel y otros países culpen a China por lo que ha pasado”, sostiene Richard Haass, del Council of Foreign Relations • Frank Snowden, de la U. de Yale, contesta que tener chivos expiatorios podría constituir “un torpedo” a la globalización, clave de la historia mundial • Nathalie Tocci, del Istituto Affari Internazionali en Roma, aporta una visión de dos escenarios: uno de cierre –nacionalismo, proteccionismo, etc.– y otro de apertura a una mayor cooperación global • Si prevalece el primero, reconsideraremos la dependencia de China en las cadenas de suministros, porque, “al ser interrumpidas por el coronavirus, las personas y empresas empezaron a buscar proveedores domésticos", anota Richard Portes, de la London Business School: el repliegue del comercio internacional • Las grandes compañías desaparecerán o trabajarán con pequeñas y medianas empresas por todo el mundo, el mercado laboral se reestructurará, dado el experimento masivo de laborar desde casa, y se acelerará la implementación de robots, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, expresa Yuval Noah Harari.
De políticas y políticos • Se cree que los países no democráticos, como Rusia o China, se volverán más autoritarios, en parte porque, como dice el escritor italiano Paolo Giordano, “lo que está pasando puede despertar el deseo de guías más autoritarios, que dan la impresión de una mayor protección” • Por ello se daría “el auge de las sociedades vigilantes”, al decir de Bruno Tertrais, de la Fondation pour la Recherche Stratégique, en París • Incluso se habla de “paraísos de la cibervigilancia”: Corea del Sur, Singapur, Taiwán y China, que podrían erigirse en los modelos del porvenir, en donde “la intrusión en la vida privada y la hipervigilancia tecnológica se convierten en algo habitual”, convicción de Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique • En el futuro tendrán más éxito los gobiernos que apelan a una respuesta más técnica que populista frente a las pandemias • Esto tiene un asterisco: "Si queremos evitar futuras pandemias, debemos estar mucho mejor preparados a nivel de salud pública, con personal entrenado y la capacidad de producir rápidamente equipos de protección, kits de diagnóstico y vacunas”. Lo indica David Quammen, periodista científico estadounidense.
De novedades inesperadas • El escritor cubano Leonardo Padura dice que “cargaremos más miedos y evitaremos que nuestros semejantes nos den besos y abrazos”. Coincide Arola Poch, psicóloga y sexóloga, al proclamar que “muchos se lo pensarán dos veces antes de besar a un extraño” • Su colega Irene Aterido piensa que en “la nueva normalidad” que saldrá de la pandemia, “el sexo también será diferente y toda experiencia, solos o con pareja, debe ser con extremas medidas de higiene”. Por ello, “de los juegos que involucren a más de dos personas, olvidarnos" • Se piensa en el fin de los rascacielos; la construcción para el distanciamiento en oficinas, teatros, restaurantes, viviendas, centros comerciales, etc.
De deseos fuertes • Los pensadores consultados piden que confiemos en la educación científica y en la ciencia, y que los científicos nos digan qué está pasando y qué debemos hacer • Que tengamos claro que “las guerras que los humanos tenemos que enfrentar y los armamentos que necesitamos no son bombas ni cañones, sino hospitales, servicios de salud, desarrollo científico y tecnológico”, indica la viróloga molecular argentina Andrea Gamarnik • Que las instituciones económicas y políticas sean más redistributivas, con un mayor interés por los pobres, las minorías marginadas y los ancianos, más feministas, con una efectiva redistribución de la riqueza, una fiscalidad más justa, la creación de una renta básica universal y la consolidación del Estado de bienestar • Que paremos el consumismo apasionado y renunciemos a la idea del crecimiento infinito, y logremos un “Green New Deal”, un ambicioso Acuerdo Verde como la nueva alternativa económica mundial • Que pasada la emergencia, todo no vuelva a lo de antes, sin haber aprovechado la ocasión de cambiar a fondo las cosas, pues, como lo recuerdan la actriz francesa Juliette Binoche y el astrofísico Aurélien Barrau en un manifiesto reciente, apoyado por 200 artistas y científicos, la clave la tiene un meme que ha circulado en la cuarentena: “No queremos volver a la normalidad, porque la normalidad es el problema” • Todo lo contrario a lo que pasaba tras la Primera Guerra Mundial y la llamada gripa española, cuando todos deseaban "regresar a la normalidad".
En fin, ojalá ustedes, ciudadanos del futuro, que nos juzgarán, puedan decir mañana lo que hoy sostiene José Ignacio Latorre, físico cuántico español, en el sentido de que del "Gran Confinamiento”, como denominó el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la pandemia de covid-19, “saldremos más sabios”...
INFLEXIÓN. Todo, porque, según lo señala la matrona italiana Lucia Macchi, de 90 años, única sobreviviente de 10 hermanos, en Fagnano Olona, a 40 kilómetros de Milán, “¡un virus nos puso a todos de rodillas!”
