Ya por fin conocimos quienes son los candidatos a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y juntas administrativas locales. Del ramillete inscrito el pasado 29 de julio, elegiremos a quienes serán nuestros próximos gobernantes locales por los 4 años siguientes.
Hoy hay un desencanto en la política, totalmente justificado, los políticos y sobre todo los partidos políticos están en su peor momento de aceptación, los exuberantes casos de corrupción, las mentiras, la falta de coherencia, la carencia de capacidad técnica e intelectual de algunos y lo visceral que se ha vuelto nuestra política local, ha hecho que la mayoría de los ciudadanos se hayan desentendido de la misma.
Esto genera un circulo vicioso de nunca acabar, si los ciudadanos de bien, trabajadores honestos, profesionales, amas de casa, estudiantes y colombianos en general, deciden no votar por lo sucio del debate electoral, aquellos que compran votos, mienten sin piedad, abusan de la buena fe de ciudadanos con necesidades, se elegirán, o reelegirán sin problema, empezando de nuevo y profundizando la desconfianza y horror que nos genera parte de la clase dirigente actual.
Por eso decidí compartir este corto escrito para darles algunos consejos de como escoger buenos candidatos, porque en mi experiencia, en la política, como en cualquier actividad humana hay gente buena, gente regular y gente mala. La política no es mala en si misma, es una herramienta que se utiliza bien y se presta un buen servicio, o se hace mal y genera muchísimo daño, así como una llave de mecánica, se usa bien y se arregla un carro, o se usa mal y se le rompe la cabeza con un golpe al vecino.
En primer lugar, busque candidatos que piensen como usted, que tengan identidad ideológica y de principios, con lo que usted cree que se necesita y siente que es bueno para su territorio, por lo tanto, para usted y su familia, si su sentir es que se necesita seguridad, busque realmente quien representa la seguridad, o la educación, o la salud, el empleo, la familia, la economía, etc. Recuerde que hay muchos camaleones en la política, que realmente no defienden ninguna postura, sino que persiguen la opinión pública, cambian de opinión y de partido como cambiar de ropa interior.
Luego estudie sus propuestas, que no solamente deben estar de acuerdo con lo que usted piensa, sino que deben ser posibles. Por esta época, mucho avivato aprovecha para convencer a incautos de darles su voto, prometiéndoles el cielo y la tierra, hasta cosas que no pueden cumplir, por ejemplo, los diputados o concejales no construyen carreteras, ni puentes, ni hospitales ni estaciones de policía, esta es función del gobierno nacional, departamental y municipal, los diputados y concejales pueden ayudar a gestionar, pero jamás podrán asegurarle que construirán algo, esa es una alerta roja para un mentiroso politiquero.
No venda su voto, se que muchas personas buenas, aceptan por necesidad unas tejas, bultos de cemento o plata el día de las elecciones, ¿de dónde creen que sacan estos recursos los politiqueros de turno? La respuesta es obvia, de la corrupción o de la mafia, son personas que luego tienen que llegar al poder a recuperar lo “invertido” o a privilegiar a sus donantes con licitaciones amañadas. Los 50 mil pesos del día de elecciones son el hambre de 4 años de mal gobierno, mejor no recibir esa plata y elegir gobernantes que no se roben la plata y la inviertan de manera adecuada en la solución de los problemas de la ciudadanía a través de la administración pública.
Por último, hay que entender que el voto es un derecho, donde realmente somos iguales ante la ley, un ciudadano un voto, no hay poder más grande y lindo que ese, tenemos la capacidad de cambiar realidades con un buen ejercicio democrático, el voto también es un premio a aquellas personas que sirven bien a su comunidad, también es un castigo no votar por los camaleones, demagogos o corruptos, no hay cambios inmediatos ni soluciones milagrosas, solo pasos en la dirección correcta.
Preparémonos para votar correctamente el próximo 29 de octubre, es más lo que está en juego que lo que podemos imaginarnos, es mejor participar correctamente en política, porque el que no participa en política, la padece
