A lo largo de estos años, he aprendido a resignificar mi vida, responsabilizándome hasta donde me sea posible, de cada una de las decisiones que tomo y también, a no dejar en manos de otros, la obligación que tengo de cuidar de mi propio bienestar. Sin lugar a duda, el camino del conocimiento interior se basa en darme cuenta del instante presente y de forma disciplinada, amable y considerada, mejorar mi calidad de vida, reconociendo y monitoreando los defectos de carácter que me alejan de la sana interacción personal e íntima con el otro. Este ejercicio tiene como propósito crecer y madurar emocionalmente, para transformarme en un mejor ser humano.
Existe un espacio exterior del cual recibimos variados estímulos, distracciones, placeres e influencias positivas y negativas, que pueden hacer que se desvíen las emociones. El arte de gestionar la existencia desde la “inteligencia emocional”, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y tener dominio sobre nuestras acciones, superando prejuicios, temores e inseguridades por complacer a los demás y al “qué dirán” de las personas.
De esta forma, aprendemos a vivir la vida para dejar vivir y no controlar la vida del otro. Sin embargo, es importante limitar las exageraciones de cualquier postura y reconocer que la energía proveniente de nuestros seres queridos y las demás interacciones humanas, son las que sanan las heridas emocionales y recuperan la salud física. Esta práctica transformativa se puede realizar de forma consciente y equilibrada con nuestra pareja e hijos, incluso en familia, en grupo y con los amigos cercanos, sin necesidad de buscar un gurú de moda o convertirnos en ermitaños. Así lo enseñaba el filosofo y teólogo Teilhard de Chardin (1881 – 1955): “Nadie es libre por su propia cuenta sino en virtud de otra mano que lo libera”. El silencio reparador de la soledad
nos provee de nuevas fuerzas para servir y ayudar a los demás, ese es uno de los mayores sentidos de la vida.
Los regalos de la experiencia
Gracias a la vida, a sus pruebas dolorosas y desafíos diarios, logré capitalizar estas valiosas enseñanzas que se convirtieron en la experiencia que necesitaba a fin de entenderlas, superarlas y canalizarlas hacia el sentido humanístico - existencial, y lograr inspirarme para escribir mi más reciente obra literaria, “Reflexiones para un nuevo camino: en intimidad con el misterio del alma”. Esta obra, es al día de hoy, uno de mis mayores tesoros para el crecimiento y desarrollo personal.
Por eso, en estas festividades decembrinas, he querido seleccionar algunos textos y apartes de este libro, sintetizado en tres regalos que les ofrezco desde la orilla más sincera de mi corazón.
Quiero expresarles a ustedes mis queridos lectores de la sección Konciencia de KienyKe.com, que no soy dueño de la verdad absoluta y puedo equivocarme. No obstante, mi intención es que quizás algunas de mis palabras les puedan motivar a encontrar las respuestas que cada uno de ustedes contiene en su interior, con la intención de descubrir nuevas formas de vivir y comprender la existencia. Lo anterior, a fin de hallar mejores formas de comprender el por qué, el cómo y el para qué de nuestra vida. Ese es el mejor regalo de navidad que ustedes pueden darme.
“El mejor regalo de navidad” en la voz del Terapeuta y Coach de Vida Armando Martí©, para la sección Konciencia de KienyKe.com. Escúchalo, disfrútalo y compártelo:
Regalo #1: El poder del inconsciente
“La mayoría de las enfermedades se originan en el inconsciente, que funciona como una especie de sótano donde se almacenan las experiencias más dolorosas, desagradables y traumáticas que han ocurrido a lo largo de la vida. Al reprimir estas emociones, el cuerpo genera diferentes mecanismos de alerta como respuesta a una somatización del estrés, la angustia y la ansiedad, que producen alergias, afecciones inmunitarias, úlceras y malestares crónicos.
Es tu tarea aprender a cuidar de ti, buscando espacios de tranquilidad y silencio, para reconectarte con la esencia de la existencia; encontrando entonces que la reflexión y la introspección son instrumentos de calma y armonía, que permiten transformar los hábitos negativos en un bienestar estable y duradero. La sobriedad es uno de los mejores remedios para lograr el equilibrio interior y la salud integral. Recuerda, un corazón alegre multiplica la salud y aumenta la calidad de vida, pero una actitud pesimista y egocéntrica amarga la existencia. La paz sanadora es una gracia espiritual, enfócate en lograr una nueva conexión con el mejor médico del Universo: nuestro amoroso e incondicional Dios.”
Regalo #2: Viviendo la paz en el alma
“El arte de vivir en paz es el resultado de haber atravesado diferentes pruebas adversas, dolorosas, desafiantes y reveladoras a lo largo de la vida, que impulsan al encuentro de la auténtica esencia. Conocerse a uno mismo es un proceso largo y de transformación constante, pues hemos aprendido a utilizar varios disfraces sociales, que nos separan del carácter humano y trascendido con el que fuimos creados. La mentira habita en la Tierra mucho antes que las palabras.
Las especies se camuflaban para sobrevivir en lugares salvajes y agrestes. Hay realidades ocultas en las profundidades del inconsciente, en esa caja de Pandora llamada mente, tales como heridas de infancia, traumas, abusos emocionales y sexuales, ira, resentimiento, rechazo y muchas emociones encubiertas. El Viaje Interior es uno de los caminos más liberadores hacia el encuentro con el verdadero Yo.
Sin prisa, pero con la firme y humilde convicción de seguir la guía de un Poder Superior y desde el lenguaje del corazón, podemos tener la oportunidad de sanar, perdonar, aceptar y liberar todo este peso existencial, reconociéndonos como seres vulnerables unidos al amor incondicional del Creador”.
Regalo #3: El verdadero maestro
“En la tradición budista, no es el alumno quien busca al maestro, sino el maestro que llega al discípulo. En los templos del Shaolin en China (el monasterio del bosque nuevo), la pregunta más importante al finalizar el gran entrenamiento hacia la fuerza física y el conocimiento interior es: - “Maestro ¿quién soy yo?”- A lo que el maestro tranquilamente responde: - “¿Quién es el que hace esta pregunta?”-.
Algunas veces en momentos de introspección personal, mirándome al espejo hago la misma pregunta y me respondo: “Soy un niño herido escondido en varios personajes para sobrevivir. Por eso siento tanta ansiedad, miedo, dolor, ira y resentimiento. Otras veces me gobierna el ego, la ambición, la mentira, la obsesión y la manipulación. También me disfrazo de luz y de sombra, de poesías y de odios, de amor y de venganza, alegría, pasión, creatividad y deseo de vivir. Entonces ¿quién soy en realidad?”
Mi maestro interior me responde: “Esencialmente eres un buscador de la verdad con el propósito excepcional de expandir tu consciencia. De ahí que cada uno de tus personajes han sido inventados por ti, pues interpretas la realidad de acuerdo con tus creencias inflexibles.
La vida es dinámica y cambiante, las puertas espirituales siempre están disponibles para todos, en la medida que descubras lo que viniste aprender en este plano. Sólo así podemos despertar, y cuando lo hagamos, este mundo temporal, físico y material, ya no servirá nuestro propósito. Al final hemos logrado ser libres de las cárceles emocionales, retornando a nuestro hogar espiritual”.
Por: Armando Martí