José Guillermo Rueda, de 72 años, acudió en junio de 2011 a su EPS, Cafesalud, para solicitar exámenes de control de urología debido a que por varios años lo aquejaron cálculos renales.
En la EPS le asignaron cita con el reconocido especialista Michael Cote Revelo, de unos 35 años. Cote ordenó exámenes y después de analizar una radiografía le dijo que tenía una preocupación sobre el resultado. “Me dice que me debe realizar una cirugia para sacar una muestra”, sostuvo Rueda.
Según el relato del paciente, el médico le dijo que se debía realizar una cistoscopia, un procedimiento que permite observar el interior de la vejiga y la uretra para sacar una muestra del riñón. Además, el galeno le dijo a su paciente que ese procedimiento no lo cubre el plan obligatorio de salud y por tanto debería pagar 4 millones de pesos.
KienyKe.com consultó al expresidente de la Asociación Médica de Urología, Luis Fernando Aluma, quien aseguró que la cistoscopia es un procedimiento simple y cubierto por el POS. “El sistema cubre el cáncer y hay unos tratamientos que están por fuera. Sin embargo, las cirugías básicas de riñón y medicamentos se encuentran amparadas”, aclara.
Rueda, desesperado por salvar su vida, no dudó en usar sus ahorros, destinados para un viaje a Europa. Le entregó al médico un total de 20 millones de pesos para la cirugía, supuestas ampolletas y reactivos, que según el médico especialista, eran necesarios.
El 22 de septiembre de 2011 Cote le realizó la cirugía en la Clínica Navarra, al norte de Bogotá. Cote sacó una muestra y la envía a un laboratorio. Los resultados, entregados por Cote, indican que el paciente tiene un cáncer en el riñón izquierdo.
“Fue una situación muy dura y de mucha tristeza. Mis hijas pensaban que me iba a morir”, narró el pensionado.
Como recuerdo de la operación, Rueda tiene una cicatriz vertical de casi 30 centímetros en su abdomen. “Me dejó una ‘chamba’, que ni siquiera a las mujeres que les hacen cesárea se las hacen”, sostuvo con indignación mientras muestra la cicatriz.
Mientras a Rueda se le escaseaban los ahorros el médico le dijo que era necesaria la aplicación de tres ampolletas “especiales” en otra cirugía, que costaba nueve millones de pesos, para atacar las células blancas del cáncer e impedir que hiciera metástasis. Además, el médico le dijo que lo trataría con ‘argón rojo’ y un gel hemostático con un costo de 6 millones de pesos.
“Ya no tenía más dinero. Sin embargo, estaba dispuesto a pedir préstamos para salvar mi vida”, relató Rueda.
La esposa de Rueda, Olga Álvarez, siempre lo acompañó a las citas médicas y fue ella quien le dijo al doctor Cote que no disponían de más dinero para las ampolletas que pedía y por tanto le solicitó al médico una remisión a oncología. “Cuando mi esposa le pidió a él (Cote) la remisión a oncología, se puso furioso y dijo que él también era oncólogo”.
Dos semanas después Rueda recibió una llamada que lo alertó. El gerente de la Clínica Navarra, Jorge Murcia, le dijo que necesitaba hablar con él y tratar un asunto urgente. Rueda, preocupado, ese mismo día se acercó a la clínica. Murcia le contó que le tenía dos noticias: una buena y otra mala. La buena era que nunca tuvo cáncer y la mala, era que fue estafado por el doctor Michael Cote Revelo.
“El gerente de la clínica me cuenta que descubrieron que él (Cote) había falsificado el resultado del examen y que con mi historia clínica había estafado a otra paciente”. Rueda se refiere a Ana Inés Roa, de 75 años, quien también fue diagnosticada por Cote con un cáncer de riñón.
Según la fiscalía este es el resultado falsificado con el cual Cote estafó a los dos pacientes.
Después de varios procedimientos y exámenes médicos y luego de invertir gran parte de sus ahorros en el tratamiento, Ana Inés consultó a otro médico y descubrió que nunca tuvo cáncer y que tampoco le realizaron las cirugías por las que pagó 17 millones de pesos.
Pese a que a la salida de la operación el médico especialista le mostró a los familiares un frasco con el supuesto tumor extirpado, según la fiscalía, Cote le realizó una dilatación uretral, un procedimiento simple para tratar la obstrucción urinaria y que en teoría debía ser cubierto por el POS.
Dentro de las pruebas con que cuenta Guillermo Rueda se encuentra una transferencia que le hizo a la cuenta bancaria de Cote Revelo en el banco Davivienda por la suma de 12 de millones de pesos. El resto fue pagado en efectivo.
“La única testigo de los pagos (en efectivo) es mi esposa. Nunca fui solo a las consultas y ella siempre me acompañó”, sostuvo.
Proceso judicial
El patólogo Carlos Colegial fue el primero en interponer una denuncia contra el doctor Cote Revelo por presunta falsificación de los resultados con los que diagnosticó a Guillermo y Ana, los cuales aparecían firmados por el patólogo.
Medicina Legal certificó que Rueda había sido sometido a un procedimiento médico innecesario. Por este motivo la fiscalía le imputó a Cote Revelo los delitos de estafa agravada, falsificación de documento privado y lesiones personales.
Guillermo Rueda, de 72 años, muestra la carpeta con las pruebas del cáncer que nunca tuvo.
Al principio las partes fueron citadas a conciliar. Rueda pedía 50 millones por los perjuicios morales, emocionales y económicos sufridos por la falta de ética del urólogo. Aunque no hubo conciliación. “Él se mostraba soberbio y prepotente. Nunca ha reconocido lo que hizo y decía que no iba a pagar un peso”, sostiene el pensionado.
Por otro lado el ente acusador documentó que el médico no solo le cobró a los pacientes sino además legalizó algunos procedimientos y recibió el pago de honorarios a través de la EPS.
Según Rueda, él cree que pueden existir más víctimas de Cote Revelo. “Estoy seguro que pueden existir más engañados de este señor y que pueden estar convencidos que los curó de enfermedades que en realidad no tenían”.
¿Qué dice la defensa?
Según reveló El Tiempo, los abogados de Michael Mauricio Cote Revelo, entre ellos el exfiscal general Guillermo Mendoza Diago, dijeron que el médico ha tenido más de 500 pacientes y sólo dos de ellos se han quejado.
“Hay inconsistencias en los testimonios de los denunciantes y graves vacíos y desconocimiento en la interpretación que hace la fiscalía de los estudios realizados a los pacientes. Será solo en el juicio en donde las cosas se van a aclarar”, indicaron.
Así mismo los juristas revelaron que Cote Revelo es un especialista que en poco tiempo logró reputación y que eso despertó “la envidia y la resistencia de algunos de sus colegas”, sostienen.
En este momento el doctor Cote tiene casa por cárcel desde el ocho de noviembre del año pasado mientras avanza el proceso. En varias ocasiones ha intentado sin éxito que le sea levantada la medida de aseguramiento.
A parte cursa un proceso por estos mismos hechos en el Tribunal de Ética Médica. De ser hallado responsable podría perder su tarjeta profesional para ejercer como médico.
El médico que operaba cánceres que no existían
Lun, 03/02/2014 - 14:55
José Guillermo Rueda, de 72 años, acudió en junio de 2011 a su EPS, Cafesalud, para solicitar exámenes de control de urología debido a que por varios años lo aquejaron cálculos renales.
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