Durante más de 20 años el colombiano Carlos Alexander Rodríguez trabajó como médico y luego como pediatra. Sin embargo, su interés por la salud y el cuidado de los niños era solo una fachada en la que escondía su crimen: abusó sexualmente de al menos 10 niños, entre los siete y doce años, en Colombia y España.
Por varios años logró burlar la justica y huyó a España donde trabajó en un centro médico y siguió abusando de menores.
En 2005 un padre denunció que su hijo de nueve años le contó lo ocurrido una noche en casa de Carlos Alexander Rodríguez Linares.
El pediatra, quien por entonces era director de un hospital, ofreció a este y otros dos niños quedarse una noche en su casa. Al día siguiente, después del desayuno, y según el relato del padre, el menor se acercó a su profesora y le dijo, en referencia al médico, que "ese tipo es torcido". Luego detalló a su maestra cómo el acusado habría abusado sexualmente de él durante la madrugada.
Aunque un juzgado de Armenia lo condenó a 40 meses de cárcel fue absuelto por considerar “que el testimonio del menor no conducía a la certeza de su responsabilidad en los hechos que se le imputan".
Carlos Alexander Rodríguez, cuando fue capturado por la policía.
Al poco tiempo, Rodríguez pudo retomar sus labores como pediatra en varios hospitales de Quindío y Risaralda. Pero poco a poco fueron apareciendo más víctimas suyas.
Varios años después de los abusos, varios víctimas, ya adultos, contaron como el doctor Carlos los invitaba a su casa y abusaba de ellos. Decían que Rodríguez se desnudaba frente a ellos. En otras ocasiones tocaba a los menores en sus partes íntimas y pedía que le tocaran sus genitales.
Al darse cuenta que habían nuevas denuncias en su contra y antes que lo capturaran, el pediatra huyó a Cataluña, al sureste de España. Allí trabajó en varios hospitales y abusó de más menores. Aunque actuaba solo, usaba a su hijo para acceder a otros menores y se ofrecía a cuidarlos los fines de semana, apadrinarlos y pasearlos por la playa para tener un contacto permanente con ellos y no ser descubierto por sus padres.
Como víctimas prefería a los varones -al parecer no abusaba de niñas- de familias con pocos recursos económicos, de madres solteras o divorciadas, de ámbitos rurales y con ascendencia sudamericana. Así fue como abusó del hijo de su empleada doméstica. “Encontré a Carlos y a mi hijo desnudos viendo televisión. Después mi hijo me contó que se habían bañado”, contó la mujer a El País de España.
Otro joven, ya mayor de edad, le dijo a las autoridades que conoció a Rodríguez Linares, al igual que al resto de los niños, porque era su pediatra. Que acudió a su casa durante unos cuatro años hasta el año 2012.
“Carlos se desnudaba, y con su pene en estado de excitación le proponía que se desnudase también. Le daba besos, le hacía tocamientos y le masturbaba, sin llegar nunca a la penetración. Relata episodios continuados en los que Carlos le practicaba a él felaciones mientras se masturbaba continuando hasta la eyaculación”, de acuerdo con lo expuesto por la fiscalía.
Aunque Rodríguez fue arrestado el pasado dos de abirl en el barrio Las Mejoras Públicas de Bucaramanga, luego de huir de España, cuando lo denunciaron varios padres de sus víctimas, tendrá que responder ante las autoridades judiciales de los dos países. En Colombia enfrenta cargos por presuntos abusos cometidos cuando ejerció de médico rural en el municipio de Páez, en el departamento de Boyacá.
Las autoridades españolas solicitaron su extradición por abusos sexuales y, de ser extraditado, podría pagar una pena de hasta 34 años de prisión en España. mientras que en Colombia, por los mismos hechos, enfrentaría un máximo de 18 años de prisión.
Varios testigos en los dos países aseguran que era frecuente ver a Rodríguez Linares rodeado de niños. Uno de ellos aseguró que en varias ocasiones vio cómo “Carlos besaba y tocaba a los niños en la piscina, que en una ocasión el hijo de Carlos llegó a preguntarle si era normal que un padre se follara a su hijo”, reveló El Espectador.
La semana pasada la Corte Suprema de Justicia avaló su envió a España, por lo que solo faltaría el visto bueno del Gobierno para que se haga efectiva su extradición.
Carlos Alexander Rodríguez, cuando fue capturado por la policía.
Al poco tiempo, Rodríguez pudo retomar sus labores como pediatra en varios hospitales de Quindío y Risaralda. Pero poco a poco fueron apareciendo más víctimas suyas.
Varios años después de los abusos, varios víctimas, ya adultos, contaron como el doctor Carlos los invitaba a su casa y abusaba de ellos. Decían que Rodríguez se desnudaba frente a ellos. En otras ocasiones tocaba a los menores en sus partes íntimas y pedía que le tocaran sus genitales.
Al darse cuenta que habían nuevas denuncias en su contra y antes que lo capturaran, el pediatra huyó a Cataluña, al sureste de España. Allí trabajó en varios hospitales y abusó de más menores. Aunque actuaba solo, usaba a su hijo para acceder a otros menores y se ofrecía a cuidarlos los fines de semana, apadrinarlos y pasearlos por la playa para tener un contacto permanente con ellos y no ser descubierto por sus padres.
Como víctimas prefería a los varones -al parecer no abusaba de niñas- de familias con pocos recursos económicos, de madres solteras o divorciadas, de ámbitos rurales y con ascendencia sudamericana. Así fue como abusó del hijo de su empleada doméstica. “Encontré a Carlos y a mi hijo desnudos viendo televisión. Después mi hijo me contó que se habían bañado”, contó la mujer a El País de España.
Otro joven, ya mayor de edad, le dijo a las autoridades que conoció a Rodríguez Linares, al igual que al resto de los niños, porque era su pediatra. Que acudió a su casa durante unos cuatro años hasta el año 2012.
“Carlos se desnudaba, y con su pene en estado de excitación le proponía que se desnudase también. Le daba besos, le hacía tocamientos y le masturbaba, sin llegar nunca a la penetración. Relata episodios continuados en los que Carlos le practicaba a él felaciones mientras se masturbaba continuando hasta la eyaculación”, de acuerdo con lo expuesto por la fiscalía.
Aunque Rodríguez fue arrestado el pasado dos de abirl en el barrio Las Mejoras Públicas de Bucaramanga, luego de huir de España, cuando lo denunciaron varios padres de sus víctimas, tendrá que responder ante las autoridades judiciales de los dos países. En Colombia enfrenta cargos por presuntos abusos cometidos cuando ejerció de médico rural en el municipio de Páez, en el departamento de Boyacá.
Las autoridades españolas solicitaron su extradición por abusos sexuales y, de ser extraditado, podría pagar una pena de hasta 34 años de prisión en España. mientras que en Colombia, por los mismos hechos, enfrentaría un máximo de 18 años de prisión.
Varios testigos en los dos países aseguran que era frecuente ver a Rodríguez Linares rodeado de niños. Uno de ellos aseguró que en varias ocasiones vio cómo “Carlos besaba y tocaba a los niños en la piscina, que en una ocasión el hijo de Carlos llegó a preguntarle si era normal que un padre se follara a su hijo”, reveló El Espectador.
La semana pasada la Corte Suprema de Justicia avaló su envió a España, por lo que solo faltaría el visto bueno del Gobierno para que se haga efectiva su extradición.
