Néstor R., de 16 años, fue detenido tres días después de haber asesinado a su abuela con 30 puñaladas. A las autoridades les confesó cómo y por qué lo había hecho. Así lo indicó el comandante judicial Sergio Vergara. Según el periódico El Calrín, el crimen ocurrió a finales del mes de noviembre en la ciudad de Santa Fe (Argentina).
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Hermelinda Ayala, nombre de la abuela asesinada, recibió un poco más de 30 puñaladas causadas con unas tijeras. Al parecer su nieto le quitó la vida porque la mujer, de 71 años, no quiso darle ni plata ni las llaves de una moto que ella tenía en el garaje de la casa.
El joven fue detenido el pasado jueves cuando caminaba con su novia, una mujer de 26 años en estado de embarazo. Según la policía de la localidad, el haber intentado vender la moto que le robó a su abuela fue uno de los indicios para seguirle la pista.
Vecinos y familiares de la mujer asesinada, tras conocido el crimen, llevaron adelante una protesta para pedir justicia por este hecho.
La madre del presunto asesino, sin saber que su hijo había sido el atacante, fue quien luego de encontrar el cadáver instauró la denuncia del crimen y el robo de la motocicleta.
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Desde el principio, los investigadores del homicidio determinaron que el autor del crimen debía ser alguien cercano a la mujer porque no encontraron rastro de ingreso a la fuerza a la residencia ni desorden dentro del hogar. Esto ayudó a determinar que no era un robo común.
Néstor, al ser detenido y cuestionado, reconoció ante los investigadores judiciales haber asesinado a su abuela porque no quería entregarle las llaves de la moto que terminó robándose. Según El Calrín, el presunto criminal dijo haberle pedido perdón a la mujer mientras la lastimaba con las tijeras.
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Néstor fue arrestado y llevado al juzgado de menores. Su pareja también fue detenida por su presunta participación en el delito. Otro hombre, quien compró la moto robada, también fue detenido.
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