
El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC, por sus siglas en inglés) anunció una controvertida modificación a su política de elegibilidad para atletas, prohibiendo la participación de mujeres transgénero en competencias femeninas. Esta decisión se alinea con la orden ejecutiva 14201 firmada en febrero por el presidente Donald Trump, titulada “No Men in Women’s Sports Executive Order”.
La nueva normativa, publicada el lunes 21 de julio en el sitio web del USOPC, forma parte de su actualizada “Política de Seguridad para Atletas”. Aunque el documento de 27 páginas evita mencionar explícitamente a las personas transgénero, su aplicación deja claro que la medida excluye a mujeres trans de la participación en categorías femeninas dentro del sistema olímpico estadounidense.
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Hasta ahora, las decisiones sobre la inclusión de atletas trans eran evaluadas caso por caso, considerando aspectos científicos, médicos y deportivos. Sin embargo, este nuevo enfoque reemplaza ese criterio por la obligación de adherirse a las disposiciones federales, eliminando la autonomía de cada federación deportiva nacional.
“El USOPC está comprometido con la protección de las oportunidades para los deportistas que participan en el deporte”, señala la normativa. También afirma que seguirá colaborando con el Comité Olímpico Internacional (COI), el Comité Paralímpico Internacional (CPI) y las federaciones nacionales para garantizar “un entorno de competencia justo y seguro para las mujeres”.
¿Cómo y cuándo se aplica?
La política comenzará a aplicarse el 1 de agosto y afectará a las 54 federaciones deportivas bajo la jurisdicción del USOPC. Organismos como USA Fencing ya han comunicado que, a partir de esa fecha, solo permitirán a mujeres trans competir en la categoría masculina. Además, se introducen restricciones para atletas no binarios, hombres transgénero y personas intersexuales.
Aunque no se ha confirmado si esta política afectará a algún atleta específico de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, su implementación representa un cambio profundo en el tratamiento de la inclusión de personas trans en el deporte de alto rendimiento en Estados Unidos.
La medida llega en un momento de intenso debate internacional sobre la participación de atletas transgénero e intersexuales en competencias femeninas. Si bien el Comité Olímpico Internacional permite a cada federación establecer sus propios criterios de elegibilidad, muchas organizaciones deportivas internacionales –como las de atletismo o ciclismo– ya han adoptado restricciones similares.
En los Juegos Olímpicos, ninguna mujer trans ha ganado hasta ahora una medalla. Laurel Hubbard, levantadora de pesas neozelandesa, fue la primera en competir como mujer trans en Tokio 2021, sin alcanzar el podio. Caitlyn Jenner, quien ganó el oro en el decatlón masculino en 1976, hizo su transición después de retirarse del deporte.
El USOPC ha defendido su decisión asegurando que responde a su obligación de cumplir con las expectativas federales, tras haber mantenido “conversaciones respetuosas y constructivas” con funcionarios del gobierno. La medida, sin embargo, promete seguir generando controversia en el escenario deportivo y social estadounidense.
*Con información de EFE*