
El acoso sexual en el contexto laboral es una problemática que afecta a muchas personas, especialmente a mujeres, dentro de las empresas en todo el mundo.
En América Latina, los informes sobre este tema han sido alarmantes. Kroll, una firma global de asesoría en gestión de riesgos e investigaciones, publicó recientemente su estudio titulado "Acoso Sexual en las Empresas: Lecciones Aprendidas de Casos Investigados en América Latina", que revela datos preocupantes sobre la incidencia y las características del acoso sexual en el entorno corporativo, con un enfoque en América Latina.
Según el informe de Kroll, entre 2019 y 2024, el 80% de los casos de acoso sexual en América Latina comenzaron con bromas o comentarios aparentemente inofensivos que no fueron detenidos a tiempo.
Este hallazgo pone en evidencia cómo el acoso sexual en el entorno laboral suele iniciar de manera sutil y progresiva, haciendo que muchas víctimas no se den cuenta de la magnitud de la situación hasta que ya es demasiado tarde.
El informe revela que el 55% de los incidentes fueron de naturaleza verbal, con comentarios, chistes o insinuaciones sexuales. Además, un 31% se manifestó a través de conductas no verbales, como miradas lascivas o gestos sugestivos, y un 14% involucró contacto físico no consentido.
Este patrón muestra cómo el acoso sexual no siempre es evidente, sino que puede tomar muchas formas, desde palabras hasta actitudes no verbales.
Otro dato alarmante del informe es que el 72% de las víctimas se encontraban dentro de la cadena de mando del agresor, quien en el 56% de los casos ocupaba un puesto de alto nivel (C-Level).
Esto demuestra que el acoso sexual en muchas ocasiones ocurre en un contexto de poder y jerarquía, lo que hace aún más difícil para las víctimas denunciarlo.
En cuanto a los perfiles de las víctimas, el informe de Kroll revela que el 83% de las víctimas fueron mujeres, principalmente jóvenes entre los 20 y 30 años. En contraste, el 94% de los agresores fueron hombres, muchos de los cuales tenían más de 50 años y ocupaban posiciones jerárquicas superiores a las de las víctimas.
El impacto económico del acoso sexual en las empresas
El costo económico del acoso sexual en las empresas es considerable. Kroll estima que el costo de cada caso oscila entre 265,000 y 500,000 dólares, sin contar el daño reputacional y emocional que esto conlleva.
En los casos investigados, las medidas adoptadas por las empresas incluyeron el despido del acosador en el 66% de los casos, mientras que el 11% de los incidentes resultaron en acciones legales.
El panorama normativo en Colombia: Ley 2365 de 2024
En Colombia, la problemática del acoso sexual laboral ha sido abordada en diversas normativas y jurisprudencia, como la Ley 1010 de 2006, que tipifica el acoso laboral, y la Ley 1257 de 2008, que busca la protección de las mujeres contra la violencia.
Sin embargo, la reciente sanción de la Ley 2365 de 2024 marca un paso importante en la lucha contra el acoso sexual en el ámbito laboral y universitario, ampliando el alcance y fortaleciendo las medidas de prevención y sanción.
Una de las principales novedades de la Ley 2365 de 2024 es su amplio ámbito de aplicación, que no se limita a la relación laboral formal, sino que incluye cualquier relación en el contexto de trabajo, independientemente del tipo de vinculación.
Esto significa que las empresas deberán atender casos de acoso sexual que involucren no solo empleados, sino también aprendices, pasantes, y otras personas que participen en el entorno laboral.
Otra diferencia significativa es que, a diferencia de la Ley 1010 de 2006, que exige que el acoso sea persistente y demostrable, la nueva ley establece que una sola conducta de acoso puede ser suficiente para que se tipifique como tal. Esta disposición se ajusta más a la realidad del acoso sexual, que a menudo se presenta de forma oculta y puede manifestarse en un solo incidente.
Una de las características más destacadas de la Ley 2365 de 2024 es el fuero de protección que otorga a las víctimas de acoso sexual. Esta norma establece que las víctimas y sus testigos tienen un fuero de seis meses a partir de la denuncia, lo que significa que no pueden ser despedidos durante ese período sin que se considere como represalia. Esta disposición busca proteger a las personas que denuncian el acoso y evitar represalias por parte del empleador.
El informe de Kroll revela la gravedad del acoso sexual en el entorno laboral en América Latina y refleja la necesidad urgente de adoptar medidas efectivas de prevención y respuesta en las empresas. En Colombia, la Ley 2365 de 2024 refuerza el marco legal para proteger a las víctimas de acoso sexual y establece nuevas medidas de prevención que se alinean con las mejores prácticas internacionales. Sin embargo, es esencial que las empresas no solo implementen políticas y protocolos, sino que también creen un ambiente donde las víctimas se sientan seguras para denunciar cualquier tipo de acoso. Solo así se podrá erradicar esta conducta nociva del entorno laboral.