Nicolás nació con una malformación congénita, su pierna izquierda no se desarrolló de la misma manera que la derecha. Recién nacido, muchos médicos aseguraron que no iba a poder caminar, sus padres sin embargo se aferraron a la fe y creyeron que su hijo aún tenía una oportunidad. Cuando tenía seis años Nico fue intervenido quirúrgicamente por primera vez. La idea de la cirugía era que su extremidad fuera normal, no obstante el proceso no tuvo éxito debido a la falta de desarrollo en los huesos de la pierna.
Dos años después le realizaron otra cirugía. Para ese entonces Pueta practicaba algunos deportes como la natación, el esquí e incluso el atletismo. Las cirugías lo alejaban del deporte durante 11 meses, tiempo de incapacidad de cada proceso quirúrgico. Para poder realizar las actividades deportivas se escaba de su casa, sus padres y los médicos no le daban el permiso para realizar sus ejercicios.
Cuando se iba a comenzar la tercera fase de la cirugía, el argentino pidió que no se llevase a cabo. Él quería dedicarse al deporte y por las largas incapacidades no iba a poder cumplir su sueño. No fue un proceso fácil el que tuvo que afrontar Nicolás para convencer a sus padres de que lo dejaran practicar un deporte. Pero al final lo consiguió.
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Pueta tenía claro que quería una disciplina en el que además de hacer ejercicio, pudiera ver representados los valores del deporte. La respuesta a ello fue fácil, el rugby se convirtió en su nuevo mejor amigo. El Club San Andrés de Buenos Aires le abrió las puertas y allí ha desarrollado toda su carrera. A primera vista es difícil encontrar los principios rectores de un juego que para el observador casual, aparece como un conjunto de contradicciones. Por ejemplo: es perfectamente aceptable la acción de ejercer extrema presión física sobre un oponente en un intento de obtener la posesión de la pelota, pero no para lastimar voluntaria o maliciosamente.
Lo más importante de este deporte es que se ha metido de lleno en la era profesional pero ha mantenido el espíritu y las tradiciones del juego recreativo. Teniendo claro que el deporte es diversión. Sin duda alguna esto fue lo que terminó de enamorar al gaucho. Su espíritu se convirtió en un ejemplo a seguir y ahora no solo se dedica a practicar este deporte, sino que además es un motivador que alimental el alma de miles de personas a través de su propia experiencia.
Las diferentes organizaciones del rugby mundial, no han sido ajenas al enorme sacrificio del jugador e incluso en el mundial de Francia 2007, fue condecorado con el galardón “IRB Espíritu del Rugby”. Además en 2010 el diario inglés Sunday, lo eligió como una de las 200 figuras más influyentes de la historia del rugby.
Con información de www.nicopueta.com
El hombre que juega al rugby en una pierna
Jue, 06/02/2014 - 10:32
Nicolás nació con una malformación congénita, su pierna izquierda no se desarrolló de la misma manera que la derecha. Recién nacido, muchos médicos aseguraron que no iba a poder caminar, sus pa