Niki Lauda, el piloto austriaco de la Fórmula 1, murió este lunes a los 70 años de edad.
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De acuerdo a la información difundida por su familia, Lauda se encontraba en recuperación tras haber recibido un transplante de pulmón y, a principios de 2019, había sido hospitalizado por contraer una infección en las vías respiratorias además de tener problemas renales.
El experto del volante nació en Viena, fue campeón mundial en 1975 y 1997 para la escudería Ferrari y, en 1984, lo consiguió para McLaren.
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"Sus logros únicos como atleta y empresario son y serán inolvidables, su inalcanzable entusiasmo por la acción, su sencillez y valor permanecen", manifestó su familia.
Lauda fue crucial para la constructora de Mercedes desde 2012 al ser contratado como ejecutivo. Además, fue importante para fichar al británico Lewis Hamilton, que brillaba con McLaren.
Al borde de la muerte
En el años 1976, Lauda sufrió un accidente en el circuito de Nurburgring, Alemania. En esa oportunidad se salió de la pista con el Ferrari que pilotaba y se incendió.
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De inmediato fue trasladado al hospital con quemaduras de tercer grado en la mayor parte de su cuerpo. Pero, tan solo seis semanas después regresó a las pistas para terminar en el cuarto lugar. En 1997 y 2015 se sometió a transplantes de riñón.
Astuto para los negocios
Lauda también se sentía atraído por los negocios, es por ello que en 1978 fundó una compañía de vuelos privados, Lauda Air, que vendió en 2001.
Para el años 2013 creó FlyNiki, una aerolínea de bajo costo que cerraría operaciones en 2017.
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En el 2018 el expiloto profesional adquirió Amira Air para constituir Laudamotion, con sede en Austria.
Finalmente, en julio del año pasado Ryanair acordó la compra del último legado de Lauda, quien ya estaba fuera de los circuitos de la Fórmula 1.
