-A Marcelo no le gustaba vestirse en la mañana para ir a la escuela. Se vestía en la noche. Dormía con saco, corbata y pantalón largo. ¡Estaba loco! Lea también: ¿Por qué Pelé y Maradona no pudieron ganar la Copa América?
-Una madrugada a la 1:30 me llamó a ‘desdedicarme’ el título que había ganado con Vélez en 1998. Mes y medio antes me había dedicado el título en vivo y en directo en un programa de televisión. “No debí dedicarte ese triunfo”, ¿por qué?, le pregunté. Por tres tazones, me dijo. Primero, el triunfo es colectivo y al dedicártelo me apropié de algo que no era mío sino de todos los jugadores, segundo una dedicatoria es algo íntimo, no hay que decirlo públicamente sino que se debe decir al oído y tercero, nunca desnudes tus sentimientos delante de un periodista porque te hará daño. ¡Está loco! Lea también: La historia desconocida del otro Maradona
-En 1990 Marcelo prometió cortarse un dedo si Newell’s (equipo que dirigía) le ganaba a Rosario Central. Ese día el equipo ganó 4-3. Después de celebrar tuve que ir al vestuario a constatar que tenía los diez dedos completos. ¡Estaba loco!
Las tres anécdotas las contó el abogado constitucionalista argentino Rafael Bielsa, hermano de Marcelo ‘El Loco’ Bielsa. Todas explican, en parte, el apodo que se ha ganado el entrenador que ahora dirige el Marsella de Francia.
La anécdota de los dedos tiene una particularidad. Mientras Rafael celebraba el triunfo y corría al vestuario para evitar que su hermano cometiera una locura, en la tribuna del estadio de Newell’s había un hombre que aunque estaba feliz por el triunfo, no celebraba eufóricamente. Tomaba nota y trataba de entender lo que el equipo, que días más tarde se proclamó campeón, había hecho tácticamente para ganar el partido. ¿Ese hombre también estaba loco?
Aquel hombre, que en vez de festejar y abrasarse con los hinchas, revisaba los matachos que había dibujado en una péquela agenda, era Jorge Sampaoli, el actual técnico de selección chilena de fútbol.
El entrenador, a quien el periodista José Antonio Giordano bautizó en un texto publicado en el diario ‘La Tercera’ como ‘El Bielsa de los Pobres’, empezó a aplicar el ‘Método Bielsa’ incluso cuando aún no tenía equipo para dirigir. ¡Una cosa de locos!
Luego de fracasar como futbolista tras romperse una rodilla, volcó el empuje que mostraba en la cancha como jugador a la parte técnica. En 1995 dirigió su primer equipo. El Alumni de Casilda, una escuadra de barrio, pero no por eso evitó darle la seriedad que requería.
Por su fuerte temperamento, como el que mostraba en la cancha antes de la lesión que lo obligó a abandonar la idea de ser futbolista, se ganó una expulsión, su primera como entrenador.
Al partido siguiente, se trepó a un árbol y se las ingenió para eludir la suspensión. Desde la copa del viejo árbol dirigió su partido. Para entonces, los resultados eran lo de menos. Sencillamente, ese día Rosario se enteró que, en silencio, un joven estaba loco y desesperado por dirigir un equipo.
De aquel árbol bajó para dirigir a Argentino de Rosario, en el Torneo de Ascenso. Estuvo en la temporada 96/97 y un puñado de partidos en el año 2000.
En Perú encontró su despegue definitivo como entrenador. Entre 2002 y 2007 estuvo al frente de Juan Aurich, Sport Boys, Coronel Bolognesi y Sporting Cristal.
Un año después fue a Chile para dirigir O'Higgins, un equipo de media tabla para abajo al que convirtió en gran animador del torneo. Lo clasificó a los playoffs, donde lo eliminó la Universidad de Chile. O'Higgins no pudo pagarle más y decidió viajar a Ecuador. A Emelec lo llevó al subtitulo.
El trabajo que hizo con O'Higgins no pasó desapercibido. Los directivos de la U de Chile le entregaron la responsabilidad de dirigir uno de los equipos más grandes del país austral. Estaban locos, dijeron muchos, pero no tanto como Sampaoli, que no decepcionó.
Ganó los dos torneos (apertura y clausura) de 2011, la Copa Sudamericana (primer título internacional para el club) siendo el mejor campeón en la historia de ese torneo (campeón invicto y sólo recibiendo 2 goles en contra). En el camino se mantuvo invicto durante 36 encuentros. Además, potenció el juego de futbolistas en ese entonces desconocidos como por ejemplo, el delantero Eduardo Vargas que fue transferido al Napoli en 14,8 millones de dólares.
Sampaoli ya no era una promesa, era una realidad. El diario ‘El País’ de España bautizó la U de Chile dirigida por Sampaoli como el ‘Barcelona de América’ y reseñaba: "Sampaoli, como Bielsa, un obsesionado del método, de la ocupación territorial y la funcionalidad táctica asceta como Bielsa, sedujo con la promesa de que atacaría al Liga en su fortaleza quiteña, y que podía perder o ganar, pero que no se detendría en retóricas sin contenido. Al final, atacó y ganó. Su promesa es la de un amor adolescente, devocional con el espíritu y la estética del juego atacante, una promesa que tiene al pueblo azul bullendo, ya con su primer título continental".
Newell’s, su equipo del alma, pasión que comparte con su maestro Bielsa, maestro con el que ha cruzado apenas palabras, lo quiso contratar; pero un reto mayor lo esperaba. Los directivos de la selección chilena le encomendaron clasificar a Chile al Mundial de Brasil y lo logró.
Obsesivo, metódico, disciplinado y exitoso, como Bielsa, así es Jorge Sampaoli, sin embargo sus equipos tienen algo que no han tenido los equipos de Marcelo, son vistosos. A Jorge le gusta que sus equipos jueguen a la pelota.
Ahora, para la preparación de la Copa América 2015, no solo les pedirá que jueguen a la pelota, les pedirá que jueguen PlayStatión. Ese es el nuevo método del ‘loquito’ Sampaoli.
En las instalaciones del Juan Pinto Durán, donde se concentrará la Selección de Chile durante la Copa América 2015, hay una PlayStation con la que Sampaoli pretende entrenar. ¿Cómo? Así lo explicó al diario La Tercera: “Ahora tenemos un programa de simulación que nos permite a través de un joystick jugar en la Play con los jugadores. Es muy bueno. Como se interactúa, le decimos a un futbolista, por ejemplo, vamos a presionar al 4-4-2 y el software nos muestra cómo va a funcionar ese 4-4-2 del rival”.
“Al comienzo, posiblemente, (los jugadores) lo van a tomar un poco para la risa, pero después, esa interactuación va a generar que el que se equivoque, se equivoque antes del partido y no durante. Y aparte nos permite trabajar teóricamente en momentos donde no tenemos tiempo”, dijo Sampaoli. Y agregó: “En una presión 3-5-2, nos permitirá ver cómo nos movemos, cómo presionamos. La interactuación me dará mucha información”.
El método dejó de una sola pieza a Guardiola. Durante una reunión que los entrenadores tuvieron en las instalaciones del Bayern Munich, el técnico español le sugirió al argentino: “Paténtalo”.
Según relata la página oficial de la Copa América, “Sampaoli le pidió a un grupo de diseñadores que carguen los datos de los rivales de Chile en el Grupo A de la Copa América (México, Ecuador y Bolivia). No se trata sólo de jugar, sino de incorporar secuencias que podrían presentarse en el partido, como suelen hacer los pilotos de automovilismo antes de una carrera”.
¿Podrá, con este extraño método, Jorge Samapoli darle el título al equipo anfitrión?
-En 1990 Marcelo prometió cortarse un dedo si Newell’s (equipo que dirigía) le ganaba a Rosario Central. Ese día el equipo ganó 4-3. Después de celebrar tuve que ir al vestuario a constatar que tenía los diez dedos completos. ¡Estaba loco!
Las tres anécdotas las contó el abogado constitucionalista argentino Rafael Bielsa, hermano de Marcelo ‘El Loco’ Bielsa. Todas explican, en parte, el apodo que se ha ganado el entrenador que ahora dirige el Marsella de Francia.
La anécdota de los dedos tiene una particularidad. Mientras Rafael celebraba el triunfo y corría al vestuario para evitar que su hermano cometiera una locura, en la tribuna del estadio de Newell’s había un hombre que aunque estaba feliz por el triunfo, no celebraba eufóricamente. Tomaba nota y trataba de entender lo que el equipo, que días más tarde se proclamó campeón, había hecho tácticamente para ganar el partido. ¿Ese hombre también estaba loco?
Aquel hombre, que en vez de festejar y abrasarse con los hinchas, revisaba los matachos que había dibujado en una péquela agenda, era Jorge Sampaoli, el actual técnico de selección chilena de fútbol.
El entrenador, a quien el periodista José Antonio Giordano bautizó en un texto publicado en el diario ‘La Tercera’ como ‘El Bielsa de los Pobres’, empezó a aplicar el ‘Método Bielsa’ incluso cuando aún no tenía equipo para dirigir. ¡Una cosa de locos!
Luego de fracasar como futbolista tras romperse una rodilla, volcó el empuje que mostraba en la cancha como jugador a la parte técnica. En 1995 dirigió su primer equipo. El Alumni de Casilda, una escuadra de barrio, pero no por eso evitó darle la seriedad que requería.
Por su fuerte temperamento, como el que mostraba en la cancha antes de la lesión que lo obligó a abandonar la idea de ser futbolista, se ganó una expulsión, su primera como entrenador.
Al partido siguiente, se trepó a un árbol y se las ingenió para eludir la suspensión. Desde la copa del viejo árbol dirigió su partido. Para entonces, los resultados eran lo de menos. Sencillamente, ese día Rosario se enteró que, en silencio, un joven estaba loco y desesperado por dirigir un equipo.
De aquel árbol bajó para dirigir a Argentino de Rosario, en el Torneo de Ascenso. Estuvo en la temporada 96/97 y un puñado de partidos en el año 2000.
En Perú encontró su despegue definitivo como entrenador. Entre 2002 y 2007 estuvo al frente de Juan Aurich, Sport Boys, Coronel Bolognesi y Sporting Cristal.
Un año después fue a Chile para dirigir O'Higgins, un equipo de media tabla para abajo al que convirtió en gran animador del torneo. Lo clasificó a los playoffs, donde lo eliminó la Universidad de Chile. O'Higgins no pudo pagarle más y decidió viajar a Ecuador. A Emelec lo llevó al subtitulo.
El trabajo que hizo con O'Higgins no pasó desapercibido. Los directivos de la U de Chile le entregaron la responsabilidad de dirigir uno de los equipos más grandes del país austral. Estaban locos, dijeron muchos, pero no tanto como Sampaoli, que no decepcionó.
Ganó los dos torneos (apertura y clausura) de 2011, la Copa Sudamericana (primer título internacional para el club) siendo el mejor campeón en la historia de ese torneo (campeón invicto y sólo recibiendo 2 goles en contra). En el camino se mantuvo invicto durante 36 encuentros. Además, potenció el juego de futbolistas en ese entonces desconocidos como por ejemplo, el delantero Eduardo Vargas que fue transferido al Napoli en 14,8 millones de dólares.
Sampaoli ya no era una promesa, era una realidad. El diario ‘El País’ de España bautizó la U de Chile dirigida por Sampaoli como el ‘Barcelona de América’ y reseñaba: "Sampaoli, como Bielsa, un obsesionado del método, de la ocupación territorial y la funcionalidad táctica asceta como Bielsa, sedujo con la promesa de que atacaría al Liga en su fortaleza quiteña, y que podía perder o ganar, pero que no se detendría en retóricas sin contenido. Al final, atacó y ganó. Su promesa es la de un amor adolescente, devocional con el espíritu y la estética del juego atacante, una promesa que tiene al pueblo azul bullendo, ya con su primer título continental".
Newell’s, su equipo del alma, pasión que comparte con su maestro Bielsa, maestro con el que ha cruzado apenas palabras, lo quiso contratar; pero un reto mayor lo esperaba. Los directivos de la selección chilena le encomendaron clasificar a Chile al Mundial de Brasil y lo logró.
Obsesivo, metódico, disciplinado y exitoso, como Bielsa, así es Jorge Sampaoli, sin embargo sus equipos tienen algo que no han tenido los equipos de Marcelo, son vistosos. A Jorge le gusta que sus equipos jueguen a la pelota.
Ahora, para la preparación de la Copa América 2015, no solo les pedirá que jueguen a la pelota, les pedirá que jueguen PlayStatión. Ese es el nuevo método del ‘loquito’ Sampaoli.
En las instalaciones del Juan Pinto Durán, donde se concentrará la Selección de Chile durante la Copa América 2015, hay una PlayStation con la que Sampaoli pretende entrenar. ¿Cómo? Así lo explicó al diario La Tercera: “Ahora tenemos un programa de simulación que nos permite a través de un joystick jugar en la Play con los jugadores. Es muy bueno. Como se interactúa, le decimos a un futbolista, por ejemplo, vamos a presionar al 4-4-2 y el software nos muestra cómo va a funcionar ese 4-4-2 del rival”.
“Al comienzo, posiblemente, (los jugadores) lo van a tomar un poco para la risa, pero después, esa interactuación va a generar que el que se equivoque, se equivoque antes del partido y no durante. Y aparte nos permite trabajar teóricamente en momentos donde no tenemos tiempo”, dijo Sampaoli. Y agregó: “En una presión 3-5-2, nos permitirá ver cómo nos movemos, cómo presionamos. La interactuación me dará mucha información”.
El método dejó de una sola pieza a Guardiola. Durante una reunión que los entrenadores tuvieron en las instalaciones del Bayern Munich, el técnico español le sugirió al argentino: “Paténtalo”.
Según relata la página oficial de la Copa América, “Sampaoli le pidió a un grupo de diseñadores que carguen los datos de los rivales de Chile en el Grupo A de la Copa América (México, Ecuador y Bolivia). No se trata sólo de jugar, sino de incorporar secuencias que podrían presentarse en el partido, como suelen hacer los pilotos de automovilismo antes de una carrera”.
¿Podrá, con este extraño método, Jorge Samapoli darle el título al equipo anfitrión?
