Tener una mascota es una decisión muy importante que implica compromiso, responsabilidad y paciencia. Tomar la iniciativa de adoptar o de comprar un animal de compañía requiere que sea necesario pensar en todos los aspectos importantes para garantizar su cuidado y protección.
Hay una emoción de la que muy poco se habla, pero que es más frecuente de lo que se pensaría, se trata de la depresión post cachorro conocida también como ‘Pupply Blues’.
Pero, ¿Qué es la depresión post cachorro o ‘Pupply Blues’? Es lo que experimentan muchos cuidadores luego de decidir adoptar o comprar una mascota, pues sienten que fue una mala decisión y que no tienen en realidad la disposición o la capacidad para cumplir con los requisitos y necesidades de la mascota, sensación que los hace sentir culpables y hasta malas personas.
Sin embargo esto es normal, aunque parezca raro lo es, ya que tanto su mascota como usted están en un periodo de transición en la que ambos deben adaptarse al otro, al entorno, a los nuevos rituales. De acuerdo a los consejos ofrecidos por varios expertos, es muy importante no sentirse solo ni culpable, pues tener un cachorro es un trabajo duro que prueba la paciencia en más de una ocasión.
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La fase de cachorro puede sacarle el mal genio, estar limpiando todo, recogiendo mil cosas del suelo para que su perro no se lo trague y enferme, revisar sus plantas, libros o muebles destrozados pueden ser algunas situaciones con las que se identifique. Aquí la comunicación es clave, no se trata de castigos y gritos, sino de entender que son fases y que deben buscarse alternativas para afrontarlas desde el amor y el respeto por las mascotas.
Además, si no tomó esta decisión a la ligera entenderá que necesitará tiempo para adaptarse y que sólo debe respirar profundo y mantener la calma sin abrumarse, sentirse desamparado o pensando si era lo correcto.
Probablemente muchos cuidadores primerizos han sentido esto sin saber de qué se trataba y es que en ciertas situaciones el ‘Pupply Blues’ se puede acentuar más pues es diferente vivirlo en pareja a experimentarlo como independiente. También muchos piensan que quizás esta sensación se relacione con enfermedades como la depresión o la ansiedad pero no, puede ser simplemente que la mascota trae unos cambios muy drásticos y que adaptarse cuesta.
Dentro de los consejos que dan expertos para sobrellevar esta etapa y ayudar a que el cachorro se adapte más rápido están:
- Cambie el chip: Cuando las mascotas están haciendo cosas que lo molestan, irritan decir o gritar ‘no’ puede empeorar la situación, pues eleva la tensión y limita la comunicación asertiva. En vez de esto es recomendable decir lo que más pueda: ‘sí, bien hecho’, o en caso de hacer alguna corrección, hacerlo con tranquilidad para que la mascota no se asuste, ni tome una posición agresiva.
- Sea estratégico: Tómese el tiempo de conocer a su cachorro y lo que necesita, ¿sabía que cuando están en esta fase necesitan masticar cuatro horas al día? Así que puede comprarle juguetes con los que pueda quemar energía para que no esté persiguiendo sus zapatos, muebles u objetos.
- Maneje la frustración: Probablemente debe llenarse de mucha paciencia al comienzo para poder redireccionar ciertos comportamientos de su mascota, pero recuerde respirar y darle tiempo de adaptarse y de que entienda sus indicaciones.
- Pida ayuda: Es importante reconocer en qué momento se necesita ayuda extra. Amigos, familiares o especialistas pueden ayudarle con esto. No encerrarse en el problema sino saber identificarlo y buscar soluciones es clave.
Cada uno de estos consejos pueden ayudarle a afrontar la etapa del ‘Pupply Blues’ y permitirle encontrar una alternativa que permita superarla con éxito. Recuerda que una mascota requiere de muchas atenciones y que es una responsabilidad que debe asumir con mucha consciencia y teniendo en el radar su situación para brindarle siempre lo mejor.
