Uno de los nuevos huéspedes del Palacio Kensington, en Londres, Inglaterra, se ha popularizado en las redes sociales durante los últimos días. Guy es el perro protagonista de este palacio real tras mudarse con su dueña la duquesa Meghan de Sussex.
Este beagle de 11 kilos llamado Guy tuvo que vivir toda una travesía antes de convertirse en la nueva “alteza” canina de la realeza británica. Su vida estuvo marcada por el abandono y la desolación al ser encontrado deambulando por el monte de Kentucky, Estados Unidos. Después, durante su estadía en un refugio canino estuvo en lista para ser sacrificado.
Su suerte cambió cuando una asociación canadiense llamada A Dog's Dream Rescue (El rescate de ensueño de un perro) organizó una cadena de conductores voluntarios y logró movilizar a Guy hasta Canadá, a 805 kilómetros de distancia, para que hiciera parte de una jornada de adopción.
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"Le habíamos mostrado otro perro a Meghan (Markle) que pensamos que podía hacer un buen equipo, pero ella vio a Guy e inmediatamente quiso llevárselo a casa", contó Dolores Doherty, la directora de la asociación, sobre el día de la adopción.
En aquel entonces, la actual duquesa de Sussex vivía en Toronto y estaba en búsqueda de un perro que le hiciera compañía a su otra mascota, llamada Bogart. Guy logró ganarse ese puesto cautivando a la entonces actriz con sus largas orejas marrones, sus ojos grandes y su pequeño cuerpo redondo.
Su viaje a Inglaterra
Con su nueva dueña, su vida cambió y dio un giro de 180 grados: pasó de la calle a un hogar con quien sería la futura duquesa de la realeza británica. Su travesía siguió en noviembre de 2017 cuando se mudó a vivir en Inglaterra con los príncipes. Guy se fue con la pareja y Bogart se quedó en Canadá con unos amigos de Meghan, debido su avanzada edad y a su estado de salud.
Ambos perros tuvieron su protagonismo durante la entrevista que hizo la pareja real al oficializar su compromiso. “Tengo dos perros desde hace tiempo, a ambos los rescaté cuando eran cachorros. Uno (Bogart) se está quedando con unos amigos muy cercanos y mi otro pequeñito (Guy) está aquí, está en Reino Unido desde hace un tiempo”, dijo la duquesa Meghan de Sussex.
Un día antes de la boda, Guy fue visto en el vehículo de la reina saliendo el Palacio de Buckingham, lo que demuestra que este canino “real” que vivió en la calle, es bien recibido en su nuevo hogar. Sobre este avistamiento, A Dog's Dream Rescue, el centro de rescate que lo dio en adopción, celebró publicando: “Parece que se ha hecho un hueco en el corazón de la Reina ¿No está nada mal para un antiguo perro de refugio?”.
Durante sus años de actriz, la ahora duquesa de Sussex promovió la adopción de mascotas en búsqueda de oportunidades para los perros como Guy que no tenían hogar y eran abandonados. Este beagle de la realeza británica se convirtió en una muestra de que todos los perros pueden tener una nueva oportunidad y con un buen adoptante, pueden vivir como unos reyes.
