En las instalaciones del Batallón Pedro Nel Ospina en el municipio de Bello, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá cumplió la meta que se había trazado de sembrar desde el 2016 un millón de árboles en todo el territorio metropolitano, lo que muestra el compromiso ambiental de esta autoridad en cada uno de los 10 municipios que conforman esta subregión del departamento de Antioquia.
El ejemplar con el que se cumplió esta meta, fue un árbol de Nazareno, una especie amenazada, que se encuentra en peligro de extinción y por ser una fina madera, se encuentra en el libro rojo de plantas de Colombia. De ahí la importancia de su conservación.
Eugenio Prieto Soto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en diálogo con KienyKe.com, se mostró complacido con este logro y reiteró que este no puede ser un punto de llegada, sino por el contrario, debe ser visto como desafío que implique nuevas metas en temas de sostenibilidad y regeneración de los ecosistemas urbano, que involucre a todos los actores de la sociedad.
“Acá se crea una generación de conciencia ciudadana, con la que cada vez más nos damos cuenta de la importancia de los árboles para el oxígeno, el agua, biodiversidad, la flora y fauna, para la conexión ecológica con el cinturón verde metropolitano, incluso, para regular la temperatura en el territorio (...) Llegar al millón de árboles es resultado de la unión de esfuerzos hacia la búsqueda del equilibrio ecosistémico”, señaló el director de la autoridad ambiental.
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Según comentó Prieto Soto, el plan siembra Aburrá, estrategia con la que se planteó esta meta, fue posible gracias al compromiso de cada administración municipal, ya que ellos se comprometieron a sembrar 100.000 árboles en sus territorios, lo que permitió el objetivo.
En ese sentido hizo una invitación a cada uno de los alcaldes de los municipios que conforman el Valle de Aburrá, a que sigan comprometidos con esta labor que beneficia todos.
“El Plan siembra no solo se trata de sembrar, también busca conservar lo que tenemos y tener una red de viveros, en donde tengamos plantas nativas de este territorio para su conservación.
Por su parte, Adriana Salas Moreno, alcaldesa del municipio de Bello, resaltó este importante logro para los ecosistemas del Valle de Aburrá y afirmó que este hecho demuestra el compromiso de cada uno de los mandatarios locales en el tema medioambiental.
“Estamos caminando hacia unos municipios y territorios verdes y sostenibles y con una protección especial por los espacios públicos y para volver a recuperar las capas vegetales y de esta manera devolverles a los seres vivos unos entornos en los que podamos cohabitar todos, sin hacernos daños”, puntualizó la mandataria.
Es de anotar que, en 2016 la meta era sembrar 300.000 árboles, pero debido al déficit arbóreo, esa meta en 2017 fue replanteada, definiendo de esta manera el objetivo de llegar al millón de árboles sembrados.
