El secuestrador Ariel Castro, quien presuntamente se suicido el mes pasado en la celda de la prisión en la que se encontraba, podría haber muerto muerto accidentalmente mientras realizaba una práctica sexual, según un informe del Departamento de Ohio de Rehabilitación y Corrección. Al parecer ese día no se hicieron las rondas pertinentes de la celda y los funcionarios habrían falsificado los registros.
Castro cumplía condena de cadena perpetua por el secuestro, la tortura y la detención de tres jóvenes mujeres de Cleveland. "Lo encontraron en su celda con una Biblia abierta en los capítulos segundo y tercero del libro de San Juan. En la pared, había fotografías de su familia. Se colgó de una bisagra de la ventana usando una sábana enrollada en su cuello. Tenía los pantalones y los calzoncillos bajados hasta los tobillos", según el documento. Parece que practicó "una asfixia erótica".
