Trece millones de ecuatorianos acudirán este domingo a las urnas para participar del referéndum y la consulta popular que el presidente Lenin Moreno convocó con el propósito de que la ciudadanía se pronuncie sobre algunos cambios en la Constitución y reformas menores a las leyes de ese país.
Entre las cuestiones incluidas en la consulta se encuentra la muerte civil para quienes cometan actos de corrupción, la eliminación de la reelección indefinida para todas las autoridades elegidas por voto popular, la reforma al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, la no prescripción de los delitos sexuales contra niños y la prohibición de la minería metálica en zonas sensibles.
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Asimismo, serán deberán decidir si quieren derogar la ley de plusvalía y disminuir el área de explotación petrolera en el parque Yasuní, una de las zonas ecológicas más sensibles del país, cuestiones que reformarían únicamente leyes menores y no la Constitución.
Para algunos expertos, esta jornada supone un intento del presidente Moreno de quitarle poder y futuro político al expresidente Rafael Correa, su antecesor y ex aliado.
La consulta será observada por la Asociación Mundial de Organismos Electorales (A–WEB, por sus siglas en inglés), la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
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En el referéndum ya votaron el jueves pasado las personas privadas de la libertad, y los adultos mayores y con discapacidad física mediante el programa Voto en Casa impulsado por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
