Un fallo emitido por el juzgado Primero Penal del circuito de Ciénaga, en el Magdalena, dejó en libertad a Alfredo Cruz Esquea, señalado de ser propietario del vehículo que se incendió y en el que murieron 33 niños en el municipio de Fundación en mayo del 2014.
Esta decisión se da al comprobarse que la verdadera dueña del vehículo que ocasionó el trágico desenlace es una mujer residente en la ciudad de Barranquilla.
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José Jácome Salebe, abogado del Cruz, señaló que su defendido únicamente era tenedor del vehículo y no propietario como se había planteado inicialmente, y el conductor el día de la tragedia sacó el bus a escondidas.
“En el juicio se demostró que no tuvo la calidad de determinador, ni mucho menos del dolo eventual. El sentido del fallo fue absolutorio y la sentencia la dictará el juez el 16 de agosto”, aseguró el jurista.El hombre había sido acusado inicialmente por el delito de homicidio agravado en calidad de determinador, le dictaron medida de aseguramiento y se entregó a la justicia. Pero posteriormente le dieron casa por cárcel y huyó, por lo que el juicio se adelantó sin su presencia. [single-related post_id="886275"] Por esto hecho aún están vinculados a las investigaciones Jaime Gutiérrez Ospino, conductor del bus, y Manuel Salvador Ibarra Plaza, líder espiritual de la iglesia Pentecostal, quien fue la persona que contrató el servicio de transporte, aunque el abogado de las familias de las víctimas había solicitado a la Fiscalía General de la Nación la vinculación también de varios funcionarios públicos, quienes habrían tenido responsabilidad en el caso. Este trágico hecho se registró el 18 de mayo de 2014, cuando un bus, que según las autoridades no estaba en óptimas condiciones para prestar el servicio de transporte y en la que viajaban varias personas, la gran mayoría niños, se incendió, ocasionando la muerte de 35 personas, de los cuales 33 eran niños.