Aunque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Constitucional, en 2005, declararon a la masacre de Mapiripán como un crimen de lesa humanidad, la Fiscalía, este miércoles hizo lo mismo, por lo cual las investigaciones no prescribirán.
Los hechos ocurridos hace 20 años por paramilitares, con la colaboración de miembros de la Fuerza Pública y que dejaron varias personas fallecidas, sí constituyen a un crimen de lesa humanidad, señaló la Fiscalía, argumentando que fue un ataque sistemático y generalizado en contra de la población civil.
“La Fiscalía procede a reafirmar la calificación de crimen de lesa humanidad, por cuanto, según se afirma en la providencia los crímenes cometidos con ocasión de la toma violenta del municipio de Mapiripán ya fueron declarados formalmente como crimen de lesa humanidad por parte de la Corte Constitucional", expresó la Fiscalía, a través de una providencia de 27 páginas, que le da respuesta a las víctimas que exigían que este caso se declarará como crimen de lesa humanidad por el ende investigativo.
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En su providencia, la Fiscalía agregó que: “ en Mapiripán se violó de manera flagrante el deber de respeto por la dignidad humana, por parte de un grupo que disputa el monopolio del uso de la fuerza en manos del Estado... Es una grave violación a los derechos fundamentales, la conducta del garante que interviene activamente en la toma de una población, es similar a la de aquel que no presta la seguridad para que los habitantes queden en una absoluta indefención”
Por la masacre de Mapiripán, el general (r) Jaime Humberto Uscátegui, fue condenado a 37 años de prisión y la Corte Suprema fue enfática en decir que por la posición garante respecto a la población de Mapiripán, esta clase de hechos no podrían ser objeto de conocimiento de la Justicia Penal Militar.
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Es de recordar que este hecho sucedió cuando, un comando de paramilitares, provenientes de Urabá llegaron el 12 de julio en dos aviones que salieron de Necoclí y Apartadó, que estaban al mando de Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, masacraron a un número indeterminados de habitantes de Mapiripán( Meta), entre el 15 y 20 de julio de 1997. Con las investigaciones posteriores que hicieron las autoridades, se descubrió que los paramilitares fueron escoltados por miembros de la Brigada XVII del Ejército con sede en Carepa (Urabá) y el comandante de esa época, era el general (r) Rito Alejo del Río.