La ONG Human Rights Watch publicó un informe donde asegura que Venezuela atraviesa una crisis de la salud devastadora que es negada por el Gobierno de Nicolás Maduro. El documento fue emitido luego de una visita que hicieron delegados de la organización a zonas fronterizas del país con Colombia y Brasil.
"El sistema de salud pública de Venezuela ha colapsado y ha puesto en riesgo las vidas de un número incalculable de venezolanos”, expresó en el informe Shannon Doocy, profesora asociada de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg de Estados Unidos, quien integró el equipo que viajó a la frontera entre Colombia y Venezuela.
Doocy aseguró que la combinación de un sistema de salud fallido y la escasez generalizada de alimentos ha provocado una catástrofe humanitaria que empeorará “si no se aborda con urgencia”.
El informe describió que, en los últimos años, el gobierno venezolano ha impedido que trasciendan datos sobre la situación epidemiológica en el país, en un presunto intento por esconder la magnitud de la crisis de salud.
“En 2015, el Ministerio de Salud interrumpió de manera abrupta la difusión de actualizaciones semanales sobre indicadores de salud relevantes, una fuente clave de información de salud pública”, mencionó la organización.
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Human Rights Watch indicó que cuando la entonces ministra de Salud, Antonieta Caporale, reanudó brevemente la publicación de los boletines epidemiológicos en 2017, fue despedida. “El gobierno también ha tomado represalias contra médicos que han expresado públicamente su preocupación por la crisis o que intentaron difundir datos sobre esta”, mencionó.
La publicación detalló que Venezuela presenta brotes de enfermedades que pueden prevenirse con vacunas y que habían sido eliminadas del país.
“Desde junio de 2017, se han informado más de 7.300 casos de sarampión en Venezuela, incluidos 5.500 casos confirmados y 64 muertes hasta septiembre de 2018. No se registraron casos de sarampión en Venezuela entre 2008 y 2015”, indicó el informe.
La publicación añadió que entre julio de 2016 y septiembre de 2018, se informaron más de 2.000 presuntos casos de difteria, entre los que 1.200 han sido confirmados y más de 200 tuvieron muertes. “En cambio, entre 2006 y 2015 no se informó ni un único caso en Venezuela”, mencionó.
La organización describió los casos de malaria pasaron de casi 36.000 en 2009 a más de 406.000 en 2017, mientras que los enfermos por tuberculosis pasaron de 6.000 en 2014 a 7.800 en 2016. Resaltó, además, que Venezuela es el único país de ingresos medios del mundo donde numerosos pacientes con VIH se ven obligados a suspender el tratamiento debido a la escasez de medicamentos antirretrovirales.
“El 87% de las más de 79.000 personas que viven con VIH y están inscritas para recibir tratamiento antirretroviral del gobierno venezolano no lo están obteniendo”, denunció el informe.
La ONG detalló que la cantidad de casos de VIH recientemente identificados en Venezuela aumentó un 24 % entre 2010 y 2016.
