El Congreso de la República, presidido por José David Name Cardozo, entra hoy “en tierra derecha”, como decían los narradores hípicos. Son los últimos 15 días de la legislatura (trabajan hasta el 16 de diciembre) y –como siempre sucede- importantes proyectos serán aprobados a pupitrazos, para salir a vacaciones, so pena de trabajar en sesiones extras.
La reforma tributaria y el presupuesto de regalías no han entrado a las plenarias.
Actualmente se discute un proyecto de gran envergadura que puede generar polémica: la reforma a la ley 418 de orden público, que impulsa el gobierno para seguir avanzando en la negociación de paz en La Habana, Cuba. Le permite al gobierno la suspensión de las órdenes de captura de los guerrilleros o de cualquier otra persona para los diálogos de paz.
Aparte de esas tres leyes, el Congreso tiene el compromiso de sacar adelante la ley que presentó la ministra Gina Parody para intervenir las universidades de garaje.
-¿Se repite, entonces, el 'carrerón' de todos los años?
-Veníamos bien pero el tema de la reforma tributaria se ha demorado en la discusión con los empresarios, con el Congreso y los gremios. Ya tienen en discusión más de seis semanas tratando de ponerse de acuerdo para no golpear tanto a la clase media.
Las demandas contra el Congreso
Hay otro asunto que preocupa notoriamente al presidente del Senado. Se relaciona con las demandas multimillonarias contra la corporación
-Aspiramos –dice- a que el Consejo de Estado entre en razón y no sigan condenando al Congreso por leyes presentadas por el Gobierno Nacional. Ya le ganamos una a la empresa Exxon y espero ganarle también a Goodyear para que el Estado no tenga que pagarle 65 mil millones de pesos. Me ha tocado ponerme al frente de las múltiples demandas que presentan exempleados. Y las muy millonarias por algunas leyes. Le pongo un ejemplo: Goodyear por una reforma tributaria del gobierno demandó y el Consejo de Estado encontró culpable al Congreso Uno se desgasta mucho con el tema de las tutelas, con las acciones de cumplimiento y las demandas contra el Estado que día a día llegan al Congreso de la República.
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-¿Se defiende bien el Congreso de tanta demanda?
-Cuando llegué a la presidencia, encontré que nuestra defensa jurídica no era la más adecuada. Corregimos inmediatamente el tema. Hay un gran jurista trabajando con nosotros, el doctor Alfredo Beltrán, quien nos está guiando. He recibido mucha ayuda con la agencia de la defensa del Estado y hemos resuelto muchos problemas que tiene en su defensa jurídica el Congreso.
-Por estos días hubo inundaciones en el Capitolio…
-Es paradógico. Tenemos en el presupuesto unos dineros para reparaciones, y no los hemos podido utilizar porque el Congreso es monumento nacional, y nos toca tramitar ante el Ministerio de Cultura las autorizaciones.
A veces pasan años sin que podamos siquiera limpiar la fachada del capitolio, hasta obtener el permiso de un grupo de intelectuales que están en el Ministerio de Cultura.
-¿Por qué naufragó la reelección de alcaldes?
-Eso se sabía. El Presidente (Juan Manuel Santos) hizo una promesa de campaña que cumplió: la de presentar el proyecto. Pero el Congreso no tenía por qué cumplirla además porque era un proyecto inconstitucional e inconveniente para el país. Ese proyecto nació sin vida, yo lo dije, me extrañó que en la Cámara de Representantes lo votaran de esa forma exprés que lo hicieron, pero la Comisión Primera tomó una decisión que estaban esperando la mayoría de los colombianos: hundirlo.
-¿Cuál es el meollo de la reforma tributaria, qué es lo sustancial en su concepto?
La ampliación del 4 por mil, el impuesto al patrimonio. Los colombianos tenemos que saber una realidad, somos dependientes de la exportación del petróleo, del precio por barril.
Hay un hueco de 12 billones y todos debemos hacer un sacrificio porque si los precios del petróleo no se recuperan la situación será muy complicada.
-Por estos días hubo inundaciones en el Capitolio…
-Es paradógico. Tenemos en el presupuesto unos dineros para reparaciones, y no los hemos podido utilizar porque el Congreso es monumento nacional, y nos toca tramitar ante el Ministerio de Cultura las autorizaciones.
A veces pasan años sin que podamos siquiera limpiar la fachada del capitolio, hasta obtener el permiso de un grupo de intelectuales que están en el Ministerio de Cultura.
-¿Por qué naufragó la reelección de alcaldes?
-Eso se sabía. El Presidente (Juan Manuel Santos) hizo una promesa de campaña que cumplió: la de presentar el proyecto. Pero el Congreso no tenía por qué cumplirla además porque era un proyecto inconstitucional e inconveniente para el país. Ese proyecto nació sin vida, yo lo dije, me extrañó que en la Cámara de Representantes lo votaran de esa forma exprés que lo hicieron, pero la Comisión Primera tomó una decisión que estaban esperando la mayoría de los colombianos: hundirlo.
-¿Cuál es el meollo de la reforma tributaria, qué es lo sustancial en su concepto?
La ampliación del 4 por mil, el impuesto al patrimonio. Los colombianos tenemos que saber una realidad, somos dependientes de la exportación del petróleo, del precio por barril.
Hay un hueco de 12 billones y todos debemos hacer un sacrificio porque si los precios del petróleo no se recuperan la situación será muy complicada.
