El 27 de diciembre de 2013 Xavier Bonilla preparaba su habitual caricatura para el diario El Universo de Ecuador. Había decidido dibujar sobre el allanamiento contra un asesor político que ese día había conmocionado al país.
Resulta que en la madrugada de ese viernes las autoridades habían efectuado un operativo en la vivienda de Fernando Villavicencio, un exsindicalista que trabajaba como asesor de un asambleísta opositor llamado Cléver Jiménez. La orden de allanamiento provenía del Palacio de Carondelet (sede de la presidencia de Ecuador), al parecer porque Villavicencio habría supuestamente adquirido información ‘hackeada’ de correos presidenciales.
No hubo inventario del material extraído en el allanamiento a la casa ni se le permitió acompañamiento de su abogado. El investigado había publicado meses antes el libro “Ecuador Made in China”, una investigación que revelaba redes de corrupción detrás de alianzas comerciales de Ecuador con extranjeros para la venta de petróleo.
El caricaturista, conocido en el país andino como ‘Bonil’, produjo un dibujo en cuatro cuadros en el que muestra la secuencia de la llegada de la policía, su brusco ingreso a la vivienda y la salida con material en sus manos. En seguida hay un texto que resultaría ser el origen del problema: “Policía y Fiscalía allanan domicilio de Fernando Villavicencio y se llevan documentación de denuncias de corrupción”.
En conversación con KienyKe.com, Xavier Bonilla explicó que vio en las noticias como el propio allanado “dijo que le preocupaba mucho la documentación de denuncias de corrupción que él tenía en sus dispositivos confiscados. Fueron declaraciones del dueño que yo puse al pie del dibujo en una frase”. Por una semana, no ocurrió nada.
El sábado siguiente, 4 de enero, el presidente Rafael Correa dirigía su tradicional programa de televisión ‘Enlace Ciudadano’, una clase de ‘consejo comunitario’ en vivo, en el que frente a las cámaras el mandatario rinde cuentas sobre su gestión de los últimos días y analiza temas de actualidad.
Al llegar a una sección llamada ‘La canallada de la semana’ se refirió a la caricatura de ‘Bonil’. El gobernante entró en cólera y calificó de mentirosa la afirmación del producto gráfico de opinión, al tiempo de lanzarse contra el caricaturista: “Lo que hizo Bonil fue una infamia, una mentira. Fue tratar de juzgar en los titulares y no en los tribunales”, dijo Correa. “Vamos a luchar con toda la fuerza contra estos cobardes, sicarios de tinta y contra sus mentiras. Ladre quien ladre compañeros”, añadió.
A las 48 horas de esta declaración presidencial, la Superintendencia de Información y Comunicación -que lleva apenas 7 meses de creación- abrió investigación contra el caricaturista pidiéndole las pruebas que sustentaran la frase que indicó en su dibujo.
-¿En principio le abrieron proceso únicamente por la frase?
-Es incomprensible, porque en el pie de la caricatura he puesto una frase que, hasta ahora, no entiendo la mentira de la que se me acusa. Ese dibujo narra, con lenguaje de caricatura y la exageración propia de este género, el allanamiento que sufrió el asesor legislativo Fernando Villavicencio.
-¿Se interpretó acaso que su dibujo acusaba al gobierno?
-En mi dibujo, quien lo lea, se dará cuenta que no hablo de denuncias del gobierno, o denuncias de vecinos del barrio o denuncias de la humanidad desde que existieron Adán y Eva. Por lo tanto no entiendo porque el presidente ha entrado en cólera y ha imaginado que me refería a él. Sin embargo, a mí me ha conminado a que yo demuestre que había denuncias de corrupción ahí. Es absurdo porque yo me basé en la versión del propio dueño de los equipos confiscados.
Xavier Bonilla, uno de los más influyentes caricaturistas de opinión en Ecuador.
-¿Pero la investigación surgió justamente después de que el presidente Correa hablara en la sabatina?
-Eso es lo curioso. En su programa del sábado el presidente me insulta, me dice cobarde, mentiroso y eso es el 4 de enero. Y el 10 de enero, supuestamente comienza el proceso administrativo. Entonces lo curioso es que esta diligencia y su rapidez proviene de los mensajes que emite el mismo presidente en su programa.
-Cuando inicia el proceso, ¿qué le dicen que hay que rectificar?
- A partir de un informe interno acusaban que los dibujos apoyaban a la agitación social, en vista de que empujaban a una interpretación errónea de los hechos y que deslegitimaba la acción de la autoridad. Luego de eso, dicen que el error es de ‘comillas’, por no haber citado la frase que dijo Villavicencio. Al final de esta historia, la sanción lo que dice es que yo no he puesto comillas a la vez que citaba las declaraciones de Villavicencio y por lo tanto afectaba sus derechos de autor. Es absurdo. Y que prácticamente todo se resolvería con aparentemente colocar las comillas.
-¿Pero la sanción trasciende porque involucra al medio, a El Univero?
-Al diario el universo le han aplicado una artículo que titula que ningún medio puede tomar posición estacional sobre alguien que esté en curso de indagación previa. No ha habido tal posición institucional porque no se han manifestado a favor o en contra de Villavicencio en algún Editorial. Ni siquiera yo en mi dibujo he manifestado la inocencia o culpabilidad de Villavicencio. Sin embargo el presidente sí en su sabatina condena a Villavicencio. Es una contradicción tan flagrante y tan grosera, porque hay un doble rasero para la justicia.
El caso 'Bonil'
El proceso administrativo fue liderado por la Superintendencia de Información y Comunicación, un organismo creado a partir de la promulgación de la polémica Ley Orgánica de Comunicación, legislación aprobada a mediados de 2013 que ha sido cuestionada por la prensa internacional y organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, por abrir una puerta para que el oficialismo censure a sus críticos.
El Superintendente de dicha entidad es elegido a partir de una terna enviada únicamente por el presidente de la República y sus decisiones son de inmediato cumplimiento, pues solicitudes de revisión corren a manos de tribunales contenciosos administrativos con trámites que pueden tardar años.
El proceso contra ‘Bonil’ es el primero en el que hay un resultado en menos de dos semanas y que incluye sanciones efectivas a un medio de comunicación con una multa. El castigo recibido por el caricaturista fue rectificar su dibujo, una sanción también inédita. El diario El Universo deberá pagar el 2% de su facturación promediada de los últimos tres meses. Cabe recordar que el mismo rotativo había sido condenado a pagar 40 millones de dólares al presidente Correa por una columna de opinión en la que se le llamaba ‘dictador’. Finalmente el mandatario perdonó al medio.
Esta mañana en las páginas del diario El Universo salió publicada una nueva versión de la caricatura que, a modo de rectificación, muestra un operativo amable sobre el domicilio de Villavicencio.
(Arriba) la caricatura original publicada el 28 de diciembre en el diario El Universo. (Abajo) la rectificación publicada hoy, sobre el mismo operativo.
-¿Considera que tuvieron un debido proceso, con garantías, aunque sea un asunto disciplinario?
-Si bien es instancia administrativa, quien actuaba de fiscal era funcionario del departamento jurídico de la misma Superintendencia. Quien actuaba de presidente del ‘tribunal’ era su subalterno, y una persona ajena a la audiencia que estaba de pie se encargó en determinado momento en pedir punto de orden. Se nos limitó a 15 minutos para poder defendernos, lo cual es inconstitucional. Nuestra constitución establecer tener el tiempo necesario para la defensa.
-Ya tuvo usted que rectificar, pero ¿quiere continuar con el proceso?
-Esta es única instancia. Esta ley está diseñada de tal manera que primero te cortan la cabeza y después puedes apelar para solicitar un pegamento. Hay otras instancias en el contencioso administrativo pero en un proceso que podría durar varios años. Y yo ya rectifiqué, ¿qué podrían resarcirme?
-¿Tuvieron oportunidad de explicar que la caricatura es opinión? ¿parece que no está definida esa línea entre información y opinión en dicha ley?
-Hemos insistido en que hay que diferenciar entre opinión e información. Una caricatura, así como un editorial, corresponden al campo de opinión. Una caricatura por sí misma implica exageración de rasgos, y parecería absurdo, pero vamos a llegar al momento en que me pidan rectificar la forma en que dibujo la calvicie insipiente del presidente Correa; me pedirán rectificar porque en lugar de hacerle diez pelitos, tengo que hacerle 20. Entramos a un terreno de lo absurdo que no tendría límites.
-Usted lleva 30 años como caricaturista, y actualmente trabaja para otras cinco revistas. ¿Le había pasado antes que su trabajo molestara tanto al gobernante de turno?
- Yo no me inauguré con este gobierno y antes he tenido encontronazos con otros presidentes, pero nunca como con este (Rafael Correa). A este gobierno no es que no le gusten las caricaturas, sino que no le gusta el periodismo independiente. Entonces todo lo que tenga que ver con una voz disidente y crítica ha sido motivo de persecución. Los caricaturistas somos los niños traviesos que nos salimos de la fila, ese chico rebelde que es necesario. Desde el inicio del mandato, Correa estableció una guerra contra los medios. Por declaración propia dijo que los medios eran sus principales enemigos.
-¿Pero por qué todo estalla ahora mismo?
- No es la primera vez que este presidente se la toma contra mí. De hecho no es la caricatura la que causa su molestia; son todos los dibujos y la prueba de eso es que en la última sabatina volvió a exhibir varios dibujos míos en los que se preguntaba si eso era humor.
"Rafael Correa no tiene sentido del humor, que es peor que tener mal humor"
KienyKe.com trató de comunicarse con el Superintendente de la Información y Comunicación, Fabián Jaramillo Palacios, pero no hubo respuesta. Entre tanto César Ricaurte, director de Fundamedios, lamentó el precedente que este castigo provocará sobre la libertad de expresión en sectores críticos al oficialismo, aunque no lo consideró un hecho sorprendente sino una constante de la administración Correa. “Esto se trata de una gravísima violación al derecho de libertad de expresión. Revela esta sanción que la Ley de Comunicación se hizo para acallar las voces críticas. Se aplica no a favor de los ciudadanos, sino para que el Estado pueda reprimir y silenciar a las voces críticas que aún se tiene en la prensa”.
Un ejemplo de las caricaturas de 'Bonil' sobre el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Fundamedios, que es la principal organización de defensa de la libertad de expresión en Ecuador, considera que no hubo garantías en el proceso contra ‘Bonil’ porque la Superintendencia actúa “bajo los deseos expresados por el Presidente” y actúa como “juez y parte”. “En el caso de Bonil fue el presidente de la Republica el que pidió su sanción en un enlace sabatino. Se demoraron poco más de dos semanas en tener una sanción contra él y contra el medio. Se crea un precedente gravísimo contra toda la emisión de opiniones en Ecuador. Si se llega al extremo de sancionar una caricatura, no está a salvo nadie”.
Xavier Bonilla aseguró que continuará en su labor como caricaturista y descartó cambiar su enfoque editorial. Además dijo no estar pensando en adelantar acciones ante organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “El humor es el antídoto del miedo y yo me siento inoculado de ese antivirus desde hace muchos años. Eso no significa que no reconozca que hay un clima de amedrentamiento. La lógica y estadística de este gobierno dan a pensar que episodios como estos se volverán a repetir”.
Finalmente aseguró que por Rafel Correa no siente odio, como el mismo mandatario aseguró hace algunos días, sino que por él siente “un infinito humor”. “(Rafael Correa) al menos ha demostrado que no tiene sentido del humor. Eso es peor que tener mal humor. Al punto que solamente estamos viendo su ira desatada cada sábado, donde insulta y agrede. Me llamó cobarde, mentiroso, sicario de tinta, en fin… y luego de echar espuma, rayos y centellas, dijo que yo era el enfermo de odio. Espero que entienda que a mí no me gusta animar una pasión baja. Soy un hombre decente hasta bailando boleros”.
Xavier Bonilla, uno de los más influyentes caricaturistas de opinión en Ecuador.
-¿Pero la investigación surgió justamente después de que el presidente Correa hablara en la sabatina?
-Eso es lo curioso. En su programa del sábado el presidente me insulta, me dice cobarde, mentiroso y eso es el 4 de enero. Y el 10 de enero, supuestamente comienza el proceso administrativo. Entonces lo curioso es que esta diligencia y su rapidez proviene de los mensajes que emite el mismo presidente en su programa.
-Cuando inicia el proceso, ¿qué le dicen que hay que rectificar?
- A partir de un informe interno acusaban que los dibujos apoyaban a la agitación social, en vista de que empujaban a una interpretación errónea de los hechos y que deslegitimaba la acción de la autoridad. Luego de eso, dicen que el error es de ‘comillas’, por no haber citado la frase que dijo Villavicencio. Al final de esta historia, la sanción lo que dice es que yo no he puesto comillas a la vez que citaba las declaraciones de Villavicencio y por lo tanto afectaba sus derechos de autor. Es absurdo. Y que prácticamente todo se resolvería con aparentemente colocar las comillas.
-¿Pero la sanción trasciende porque involucra al medio, a El Univero?
-Al diario el universo le han aplicado una artículo que titula que ningún medio puede tomar posición estacional sobre alguien que esté en curso de indagación previa. No ha habido tal posición institucional porque no se han manifestado a favor o en contra de Villavicencio en algún Editorial. Ni siquiera yo en mi dibujo he manifestado la inocencia o culpabilidad de Villavicencio. Sin embargo el presidente sí en su sabatina condena a Villavicencio. Es una contradicción tan flagrante y tan grosera, porque hay un doble rasero para la justicia.
El caso 'Bonil'
El proceso administrativo fue liderado por la Superintendencia de Información y Comunicación, un organismo creado a partir de la promulgación de la polémica Ley Orgánica de Comunicación, legislación aprobada a mediados de 2013 que ha sido cuestionada por la prensa internacional y organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, por abrir una puerta para que el oficialismo censure a sus críticos.
El Superintendente de dicha entidad es elegido a partir de una terna enviada únicamente por el presidente de la República y sus decisiones son de inmediato cumplimiento, pues solicitudes de revisión corren a manos de tribunales contenciosos administrativos con trámites que pueden tardar años.
El proceso contra ‘Bonil’ es el primero en el que hay un resultado en menos de dos semanas y que incluye sanciones efectivas a un medio de comunicación con una multa. El castigo recibido por el caricaturista fue rectificar su dibujo, una sanción también inédita. El diario El Universo deberá pagar el 2% de su facturación promediada de los últimos tres meses. Cabe recordar que el mismo rotativo había sido condenado a pagar 40 millones de dólares al presidente Correa por una columna de opinión en la que se le llamaba ‘dictador’. Finalmente el mandatario perdonó al medio.
Esta mañana en las páginas del diario El Universo salió publicada una nueva versión de la caricatura que, a modo de rectificación, muestra un operativo amable sobre el domicilio de Villavicencio.
(Arriba) la caricatura original publicada el 28 de diciembre en el diario El Universo. (Abajo) la rectificación publicada hoy, sobre el mismo operativo.
-¿Considera que tuvieron un debido proceso, con garantías, aunque sea un asunto disciplinario?
-Si bien es instancia administrativa, quien actuaba de fiscal era funcionario del departamento jurídico de la misma Superintendencia. Quien actuaba de presidente del ‘tribunal’ era su subalterno, y una persona ajena a la audiencia que estaba de pie se encargó en determinado momento en pedir punto de orden. Se nos limitó a 15 minutos para poder defendernos, lo cual es inconstitucional. Nuestra constitución establecer tener el tiempo necesario para la defensa.
-Ya tuvo usted que rectificar, pero ¿quiere continuar con el proceso?
-Esta es única instancia. Esta ley está diseñada de tal manera que primero te cortan la cabeza y después puedes apelar para solicitar un pegamento. Hay otras instancias en el contencioso administrativo pero en un proceso que podría durar varios años. Y yo ya rectifiqué, ¿qué podrían resarcirme?
-¿Tuvieron oportunidad de explicar que la caricatura es opinión? ¿parece que no está definida esa línea entre información y opinión en dicha ley?
-Hemos insistido en que hay que diferenciar entre opinión e información. Una caricatura, así como un editorial, corresponden al campo de opinión. Una caricatura por sí misma implica exageración de rasgos, y parecería absurdo, pero vamos a llegar al momento en que me pidan rectificar la forma en que dibujo la calvicie insipiente del presidente Correa; me pedirán rectificar porque en lugar de hacerle diez pelitos, tengo que hacerle 20. Entramos a un terreno de lo absurdo que no tendría límites.
-Usted lleva 30 años como caricaturista, y actualmente trabaja para otras cinco revistas. ¿Le había pasado antes que su trabajo molestara tanto al gobernante de turno?
- Yo no me inauguré con este gobierno y antes he tenido encontronazos con otros presidentes, pero nunca como con este (Rafael Correa). A este gobierno no es que no le gusten las caricaturas, sino que no le gusta el periodismo independiente. Entonces todo lo que tenga que ver con una voz disidente y crítica ha sido motivo de persecución. Los caricaturistas somos los niños traviesos que nos salimos de la fila, ese chico rebelde que es necesario. Desde el inicio del mandato, Correa estableció una guerra contra los medios. Por declaración propia dijo que los medios eran sus principales enemigos.
-¿Pero por qué todo estalla ahora mismo?
- No es la primera vez que este presidente se la toma contra mí. De hecho no es la caricatura la que causa su molestia; son todos los dibujos y la prueba de eso es que en la última sabatina volvió a exhibir varios dibujos míos en los que se preguntaba si eso era humor.
"Rafael Correa no tiene sentido del humor, que es peor que tener mal humor"
KienyKe.com trató de comunicarse con el Superintendente de la Información y Comunicación, Fabián Jaramillo Palacios, pero no hubo respuesta. Entre tanto César Ricaurte, director de Fundamedios, lamentó el precedente que este castigo provocará sobre la libertad de expresión en sectores críticos al oficialismo, aunque no lo consideró un hecho sorprendente sino una constante de la administración Correa. “Esto se trata de una gravísima violación al derecho de libertad de expresión. Revela esta sanción que la Ley de Comunicación se hizo para acallar las voces críticas. Se aplica no a favor de los ciudadanos, sino para que el Estado pueda reprimir y silenciar a las voces críticas que aún se tiene en la prensa”.
Un ejemplo de las caricaturas de 'Bonil' sobre el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Fundamedios, que es la principal organización de defensa de la libertad de expresión en Ecuador, considera que no hubo garantías en el proceso contra ‘Bonil’ porque la Superintendencia actúa “bajo los deseos expresados por el Presidente” y actúa como “juez y parte”. “En el caso de Bonil fue el presidente de la Republica el que pidió su sanción en un enlace sabatino. Se demoraron poco más de dos semanas en tener una sanción contra él y contra el medio. Se crea un precedente gravísimo contra toda la emisión de opiniones en Ecuador. Si se llega al extremo de sancionar una caricatura, no está a salvo nadie”.
Xavier Bonilla aseguró que continuará en su labor como caricaturista y descartó cambiar su enfoque editorial. Además dijo no estar pensando en adelantar acciones ante organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. “El humor es el antídoto del miedo y yo me siento inoculado de ese antivirus desde hace muchos años. Eso no significa que no reconozca que hay un clima de amedrentamiento. La lógica y estadística de este gobierno dan a pensar que episodios como estos se volverán a repetir”.
Finalmente aseguró que por Rafel Correa no siente odio, como el mismo mandatario aseguró hace algunos días, sino que por él siente “un infinito humor”. “(Rafael Correa) al menos ha demostrado que no tiene sentido del humor. Eso es peor que tener mal humor. Al punto que solamente estamos viendo su ira desatada cada sábado, donde insulta y agrede. Me llamó cobarde, mentiroso, sicario de tinta, en fin… y luego de echar espuma, rayos y centellas, dijo que yo era el enfermo de odio. Espero que entienda que a mí no me gusta animar una pasión baja. Soy un hombre decente hasta bailando boleros”.
