Las recientes manifestaciones del 21 de abril en Colombia han desencadenado una variedad de reacciones entre las figuras políticas clave del actual Gobierno. Desde el reconocimiento de la legitimidad de las protestas hasta la crítica directa, las voces del espectro político nacional han dado su opinión sobre el impacto y las implicaciones de las marchas.
La Ministra de Ambiente, Susana Muhamad, enmarcó las movilizaciones como un ejercicio democrático fundamental. Destacó el papel del gobierno en garantizar la seguridad y escuchar las demandas de los manifestantes.
En sus palabras, "El país vive hoy una manifestación democrática. El gobierno ha generado las garantías de la movilización y está atento a escuchar las consignas de la manifestación. El diálogo es fundamental en la democracia, también cumplir el programa de gobierno que votó el pueblo y el plan de desarrollo que aprobó el congreso".
Laura Sarabia, por su parte, instó a una reflexión interna en el gobierno. Reconoció la magnitud de las protestas y la necesidad de autocrítica:
"Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento. Esta es una semana que como gobierno debemos afrontar en reflexión y autocrítica", expresó Sarabia.
En contraste, Daniel Rojas, presidente de la SAE (Sociedad de Agricultores de Colombia), adoptó un tono sarcástico al referirse a las protestas. Haciendo referencia a las recientes incautaciones de toneladas de productos ilegales, Rojas desestimó las motivaciones detrás de las manifestaciones, afirmando: "Muchas toneladas incautadas tienen molestos a algunos que hasta salen a marchar un domingo lluvioso. ¡Están súper indignados!".
Gustavo Petro, líder de la oposición y excandidato presidencial, ofreció una evaluación detallada de las protestas y su significado político. Reconociendo la presencia significativa de manifestantes en varias ciudades del país, Petro subrayó su compromiso con el respeto a la libertad de expresión y los derechos ciudadanos.
Sin embargo, criticó la supuesta intención de algunos sectores de derrocar al gobierno actual y deshacer las reformas progresistas. En palabras de Petro, "El principal objetivo de las marchas es gritar 'fuera Petro' y derrocar el gobierno del cambio. Este proceso ya inicio y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022".
Petro también denunció lo que considera como campañas de odio y desinformación en su contra y en contra del gobierno, advirtiendo sobre los peligros de volver a un pasado marcado por la represión y la violencia. En este sentido, hizo un llamado a la solidaridad y la movilización popular como respuesta a las críticas y desafíos actuales.
En resumen, las marchas del 21 de abril han provocado respuestas diversas dentro del espectro político colombiano. Mientras algunos funcionarios gubernamentales reconocen la legitimidad de las protestas y abogan por el diálogo, otros líderes políticos, tanto del gobierno como de la oposición, han expresado opiniones más críticas y polarizadas sobre el significado y las implicaciones de estas movilizaciones.