
El país comienza a dividirse entre aquellos que apoyan el plebiscito por la paz propuesto por el Gobierno Nacional para refrendar los acuerdos que se discuten en La Habana con las Farc, y aquellos que consideran que debe buscarse otro mecanismo para que el pueblo decida el futuro de Colombia una vez haya consenso entre las partes negociadoras.
Lea también: Ni plebiscito ni constituyente, todo lo contrario
El miércoles pasado, el Congreso de la República dio un paso importante: los representantes le dieron, en último debate, luz verde a los cinco artículos que componen el acto legislativo, que pasa a una conciliación de los textos aprobados en Senado y Cámara.
Lea también: Mininterior confía en aprobación del plebiscito.
Pero a la propuesta del Gobierno todavía le falta cruzar varios ‘arroyos’.
Lea también: Mininterior confía en aprobación del plebiscito.
1. Nada está acordado, hasta que todo esté acordado.
Cuatro años y tres meses lleva el proceso de negociaciones en La Habana que hasta ahora ha mostrado acuerdos en cuatro de los seis puntos convenidos el 23 de febrero de 2012, cuando representantes de las Farc y el Gobierno Nacional pactaron la agenda con el acompañamiento de los gobiernos de Venezuela y Noruega.
Desarrollo rural, garantías a la oposición política y participación ciudadana, narcotráfico y derechos de las víctimas son los temas sobre los cuales ya hubo consenso entre las partes.
Sin embargo, falta el punto más álgido de los acuerdos: ‘fin del conflicto armado’ que contiene ítems de mayor complejidad como el cese al fuego, la dejación de armas, situación jurídica de los guerrilleros, lucha contra la corrupción y la impunidad, reformas para la paz, garantías de seguridad y paramilitarismo.
Una vez culminado este proceso, el paso final será la refrendación, tema que hoy ocupa al Ejecutivo y que determinará el éxito o el fracaso de las negociaciones.
2. “Que descanse en paz la guerra”: Santos
Para que todo el desarrollo legal y operativo de los acuerdos sea puesto en marcha, deben acudir a las urnas y votar por el ‘sí’ exactamente 4'396.625 millones de ciudadanos.
Con la meta fijada, el Presidente Juan Manuel Santos dio órdenes expresas a todos los miembros del gabinete para que visiten las regiones y logren un apoyo mayoritario de la ciudadanía.
La norma establece que por lo menos 30 días antes que los colombianos vayan a las urnas, el Gobierno debe divulgar el contenido de los acuerdos y sus alcances por medios masivos de comunicación como prensa escrita, canales de televisión pública y privada, radio nacional y comunitaria, páginas web y redes sociales.
En esta tarea también jugarán un papel importante los miembros de la unidad nacional para que desde sus partidos hagan sus aportes a la búsqueda del fin del conflicto.
3. La oposición va a recoger firmas
A través del grupo ‘Ciudadanos No+’, el partido Centro Democrático, liderado por el expresidente y senador de la República, Álvaro Uribe, inició una recolección firmas en las principales ciudades del país que se extenderá hasta el próximo 4 de agosto y que tiene como fin respaldar una carta que será enviada al Gobierno Nacional en rechazo al plebiscito por la paz.
En el documento, que servirá como insumo para las campañas que irán a favor o en contra de esta opción para la refrendación, estarán expuestas las preocupaciones de su movimiento, grupos empresariales y sectores de la sociedad sobre los diálogos que se adelantan en Cuba.
De acuerdo con el senador Ernesto Macías, “es la resistencia civil, es la protesta ciudadana a través de firmas en contra de todo lo que están haciendo en La Habana y el desgobierno que ocurre en Colombia“.
Sin declararse enemigos de la paz, el Centro Democrático ha denunciado que el país está siendo dirigido a un escenario de total impunidad.
“El plebiscito por la paz es tramposo; está diseñado para fingir que los ciudadanos están de acuerdo. Tendrá además una pregunta capciosa que será escogida por el gobierno y que pretende confundir los acuerdos de la Habana con la paz” señala la senadora Paloma Valencia en su columna ‘Quiero votar paz sin impunidad’ publicada en el Diario del Huila.
¿Fraude a la Constitución?
Para el exfiscal General, Eduardo Montealegre Lynett, el mecanismo para refrendar los acuerdos de paz no tiene en cuenta los umbrales de aprobación exigidos, pues si bien se le denomina ‘plebiscito’, “en el fondo no es otra cosa que un referendo modificatorio de la Constitución".
Montealegre lo calificó como ‘fraude a la Constitución’ pues en su concepto se burla de los mecanismos establecidos con el objetivo de cambiar la Carta Política con el argumento de la paz.
El exjefe del ente investigador pidió a la Corte Constitucional evitar el asalto a la Constitución que quiere dar el Gobierno Nacional.