Iván Duque, el nuevo presidente de Colombia, en el discurso con el que inauguró su mandato invitó a los colombianos a hacer un gran pacto por el país, cimentado en la unión, sin odios, revanchas o mezquindades, para construir futuro en el que por encima de las diferencias estén la cosas que unan a los colombianos. De otro lado hizo anuncios y advertencias al ELN, a quienes esperan acogerse a la JEP y cometieron delitos como el secuestro y el narcotráfico, a los corruptos, así como correctivos a la implementación de los acuerdos de paz.
El tono moderado y el contenido del discurso del nuevo presidente de Colombia, con un claro mensaje de unión y de no agresión contrastaron con la beligerancia del presidente del Senado Ernesto Macías, quien en su intervención se refirió al país que dejaba Santos como un “socavón” después de leer una larga lista de errores y problemas que recibirá el nuevo gobierno.
Entre los anuncios más destacados del presidente Duque está el de que hoy mismo presentará una iniciativa legislativa para que en la Constitución quede claro que el narcotráfico y el secuestro no son delitos conexos con el delito político, asimismo que en los primeros 30 días de su gobierno hará una evaluación juiciosa, prudente, responsable y analizará en detalle lo que han sido los últimos 17 meses de conversaciones, con el ELN. “Quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales, con estricta supervisión internacional, y tiempos definidos.”
Reiteró su intención de lograr que el abuso a menores y a mujeres se condenen a cadena perpetua y anunció también que presentará al Congreso un paquete anticorrupción, en un claro mensaje para quienes ingresan al gobierno y para los que están gozando de gabelas en cárceles especiales o en sus sitios de residencia.
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Anunció que endurecerá las penas para los corruptos: “Les aplicaremos que no gocen de casa por cárcel ni reducción de penas, vamos a sancionar severamente a empresas, dueños y gestores que corrompan funcionarios, prohibiendo su contratación con el Estado, vamos a promover los pliegos tipo en todos los contratos de las entidades estatales, limitar a no más de tres períodos la presencia en cuerpos colegiados de elección popular, hacer imprescriptibles los delitos contra la administración pública y hacer de la publicación de la declaración de renta de todos los funcionarios un deber constitucional".
En un claro mensaje a los países de América Latina en la que sus presidentes abusan del poder, señaló que promoverá la libertad de los pueblos de la región y que denunciará en los foros multilaterales, con otros países, las dictaduras que pretenden doblegar a sus ciudadanos. “Lo haremos con palabras y argumentos, sin ninguna actitud bélica.”
Al referirse a su paso por el Congreso hizo un cálido homenaje al expresidente Álvaro Uribe Vélez, con quien trabajó en el Senado, de él dijo que se trata de un líder y un amigo, sin hacer mención de su trabajo legislativo conjunto y el apoyo en la candidatura que lo llevó a la Presidencia de la República.
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Destacó cómo Colombia, a pesar de su resilencia, “sabe transformar las adversidades en oportunidades y es la razón por la cual debemos aprovechar el Bicentenario para corregir el pasado y construir el futuro. No puede haber egoísmos. Gobernar a Colombia requiere grandeza para mantener todo lo que funcione, corregir todo lo que sea necesario y construir nuevas iniciativas, instituciones y programas que le aseguren a nuestro país un futuro de justicia social.
“Recibimos un país convulsionado -dijo- más de 300 líderes sociales han sido asesinados en los últimos dos años, los cultivos ilícitos se han expandido exponencialmente, bandas criminales aumentan su capacidad de daño en varias regiones del país, se han hecho promesas y compromisos con organizaciones sociales sin asegurar su financiamiento”.
