Al menos 35 congresistas colombianos radicaron este martes un proyecto de Ley en el Congreso de la República que busca regular el consumo recreativo de marihuana en el país.
Si bien en el Legislativo ya han cursado trámite iniciativas sobre el tema, entre las novedades que traería la actual es la posibilidad de implementar ‘coffee shops’ o dispensarios de cannabis, así como crear un marco normativo que incluye todo el proceso, desde el cultivo hasta la comercialización y uso del cannabis y sus derivados.
Además, contiene un amplio componente social, pues un 50 % de las licencias para participar en esta actividad económica, se otorgarían prioritariamente a campesinos o pequeños productores que hayan sido víctimas del conflicto armado, desplazados de un territorio afectado por cultivos ilícitos; o ser madres cabeza de familia.
Pero también habría licencias especiales para pueblos indígenas, que estarían reglamentadas por la jurisdicción especial indígena. Con este mecanismo de licencias se pretende evitar que los grandes grupos económicos monopolicen el mercado.
El proyecto también abarca un componente de prevención, ya que plantea que el 50 % de un impuesto que sería fijado al uso de la marihuana recreativa, sea destinado específicamente a programas de prevención de consumo. Igualmente, eliminaría una actual paradoja que permite la posesión y el consumo de cannabis, pero que “limita las opciones legales” para adquirirlo.
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“Este proyecto de Ley tiene tres objetivos básicos. Primero, quitarle el negocio de las manos a los narcotraficantes; segundo, proteger la vida y la salud de los consumidores; y tercero, generar ingresos para el país de los que buena parte irán a la lucha, prevención y educación en todo tipo de consumo, campañas que hoy no existen”Según el senador Iván Marulanda, del Partido Verde, este proyecto está directamente relacionado con derechos humanos, salud pública y “sentido común”. “Colombia, con toda esta política prohibicionista, lo que ha hecho es entregar la economía colombiana a las economías criminales. En la medida en que logremos ir regularizando el comercio de las sustancias sicoactivas, vamos a arrebatarle el negocio a los criminales y las mafias, para que la vida no esté regularizada por las balas, ametralladoras y las bombas”, señaló Marulanda. Además de la Lista de la Decencia y el Verde, también lideran este proyecto los partidos Farc, Liberal, Cambio Radical, Polo Democrático, La U y el Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais). Otro de los legisladores que trabajó en esta estrategia fue Julián Gallo, conocido en la guerra como Carlos Antonio Lozada, y miembro del partido Farc, el movimiento político surgido tras el acuerdo de paz de 2016. Para el exguerrillero, de aprobarse la iniciativa, se lograría generar un “verdadero cambio en esa política equivocada de guerra contra las drogas, de la cual Colombia ha sido la principal víctima”.
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