Meses antes de diciembre, se advertía que la cerveza iba en camino a encarecerse por cuenta de su escasez y lo cierto es que así sucedió en muchas partes del país. A la par con las fiestas, y la aparente ignorada del alza de esta bebida tan querida para los colombianos (ya que igualmente hubo quienes compraron al precio que tuviera), pequeños y medianos distribuidores seguían denunciando dificultades para conseguir cerveza, así como precios excesivamente altos.
La verdad es que el exceso de demanda no es sorprendente, ya que desde diciembre hasta bien entrado enero los colombianos celebran un buen número de fiestas tradicionales en las que, precisamente, la ‘pola’ es protagónica. Póker, Águila, Club Colombia, Costeña, Andina o bien algunas importadas, son el aceite que ayuda a mover los engranajes de las festividades patronales, ferias, carnavales y demás eventos de la idiosincrasia nacional.
No obstante, este tránsito al 2022 recibió a varios con cambios importantes en el bolsillo. Paradójicamente, a la par con el alza histórico del salario mínimo, la inflación de 2021 se ubicó por encima del 5%, encareciendo la mayoría de los alimentos, así como se dieron alzas importantes en la cerveza, la gasolina (que recibió el fin de año por encima de los $9.000), el SOAT (con un ajuste del 12%), entre otros.
El caso de la cerveza, destaca en medio de este panorama sobre todo por el periodo del año en el que incrementó su precio, ya que siendo sinceros, ¿quién puede imaginarse un diciembre sin una ‘amarga’? Más allá de que haya afectado su compra, lo cual llega a ser cuando mucho una realidad parcial ya que los colombianos poco meditan las transacciones en las compras de licor, es innegable que a muchos pudo haber cogido por sorpresa una botella entre los tres mil y los cuatro mil pesos.
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Una fuente del sector hotelero del Tolima, donde para este fin de año se llegó a encontrar la unidad de cerveza por encima de los tres mil pesos, confirmó a Kienyke.com la dificultad para conseguir cerveza a buen precio de los distribuidores y luego poder sacarle algo de provecho. El meollo del asunto es que, mientras la cerveza sube y sube, los tenderos pierden margen de ganancia al no poder subir el precio del producto de forma igualmente agresiva. Es decir, están vendiendo más caro a causa de la situación de la cerveza en el mercado, pero no lo suficiente para poder ganar lo de antes (ya que si le suben mucho la gente va a comprar en otro lado).
Señala, por ejemplo, que mientras antes de temporada podía conseguir una paca de cerveza Póker o Águila en lata entre 48 y 50 mil pesos, ahora ese precio puede estar por encima de los 65 mil pesos. En botella es la misma situación, mientras el petaco podía valer entre 49 y 55 mil pesos, ahora vale $75.000. Eso quiere decir, que antes de llegar a la mano de un cliente una botella de cerveza ya estaría sobre los $2.500, lo que implica necesariamente venderla por encima de los tres mil para siquiera ganar 500 pesos.
Por otro lado, para consumo, un sixpack de Club Colombia puede estar a la venta por encima de los 19 mil pesos, mientras la cerveza importada tuvo un crecimiento menos importante ya que su precio varía en función de otras variables diferentes a los insumos locales. Incluso hay quienes prefieren hoy hacerle el gasto a una cerveza extranjera por cuenta de la relativa equivalencia de precios.
Las razones del alza de la cerveza
Lo primero que hay que señalar es que esta posible escasez de cerveza tiene relación directa con la crisis global en el transporte marítimo, que tiene en vilo a todo el mundo, ya que sectores como el automotor, electrónico y demás mercancías que se transportan en contenedores están retrasadas y su transporte está valiendo millonadas de más.
A día de hoy, mover un contenedor cuesta más de 20.000 dólares, cuando en el 2020 no superaba los 2.500. Es por esto que una larga cantidad de insumos y productos de importación no estarán disponibles en el mercado colombiano. Entre ellos, los elementos que requieren las cerveceras.
Por esta situación, en los últimos meses se ha registrado una escasez de productos de empaque, envasado y producción, por lo que las centrales cerveceras han limitado la cantidad de cervezas en el mercado. Según comentó una alta fuente de Bavaria a Valora Analitik, la escasez de sus productos para diciembre se originó en el bajo suministro de vidrio, cartón y aluminio para latas.
Todo esto, claramente no pasó desapercibido para una gran mayoría de colombianos que, algunos indignados y otros hasta creativos, se quejaron de la escasez de la subida de precios de la cerveza y están pensando alternativas para poder emborracharse. Y no solo ellos, porque incluso la fuente del Tolima aseguró en broma que era el momento para empezar a potenciar la fabricación artesanal de otros licores como la chicha o el guarapo.
Más allá de todo esto, en el fondo queda la pregunta de si el alza del salario mínimo valió la pena y fue una medida histórica pensada para aumentar la capacidad de adquisición de los colombianos, o simplemente una consecuencia lógica del golpe que ha sufrido la economía entre la pandemia y los bloqueos. La cerveza, aunque importante para muchos, es apenas el síntoma de un alza simultánea de productos y servicios que amenaza el bolsillo de los ciudadanos.