El Programa Anticontrabando de la Federación Nacional de Departamentos (FND) presentó su más reciente estudio de incidencia del consumo de cigarrillos ilegales en Colombia, que arrojó el dato nada alentador de un 34% de consumo de estas mercancías durante 2022. Un punto porcentual por encima de lo registrado en 2021, alcanzando los mismos niveles de este flagelo en 2020.
Lo más preocupante de lo presentado por la FND es que ese aumento en parte se ve explicado por el protagonismo del contrabando de cigarrillos y licor en las finanzas de grandes economías ilegales, entre las que destaca nada más y nada menos que el Clan del Golfo. Estructura que encontraría en esta actividad una vía efectiva para el lavado de activos.
“Los últimos informes de inteligencia, especialmente de la Armada, dan cuenta de que desde hace tres años hacia acá hay un vínculo directo entre el narcotráfico y el contrabando de cigarrillos. Las incautaciones de clorhidrato de cocaína tienen unas marcas y unos logos que también se han encontrado en las embarcaciones de cigarrillos, lo que da cuenta de la magnitud del problema en el que estamos”, señaló a Kienyke.com Didier Tavera, director de la FND, durante un evento de presentación del informe.
A lo que se refiere Tavera es a cajas de cigarrillos de diferentes marcas internacionales, especialmente provenientes de Uruguay, Emiratos Árabes y Corea, que ya no vendrían con la etiqueta de prevención de consumo (que indican su debida legalización en el país), sino que vendrían marcadas con alacranes, helicópteros, ojos y otras insignias usadas por los grupos armados para marcar sus mercancías.
“El contrabando pasó a tener una relación directa con estructuras de crimen organizado y crimen trasnacional, de lavado de activos”, señaló Tavera, asegurando además que lo más frecuente es una rápida y fuerte reacción de varios pull de abogados para defender a los integrantes de la tripulación de las naves con cargamentos ilegales.
No obstante, lo que más resulta preocupante para la FND y demás instancias de gobierno es que esta situación se suma a las muchas tácticas de intimidación que usan grupos como el Clan del Golfo para fortalecer su presencia y control territorial a través de las marcas. Una forma de decir que ese producto les pertenece y nadie más puede venderlo.
Para hacerse una idea del efecto de todo esto en la ruralidad colombiana, hay que mirar las cifras presentadas por la FND, que evidencian que en estas zonas la incidencia de los cigarrillos ilegales es del 48%. Eso a comparación del 30% de ilegalidad que se da en las ciudades.
Así las cosas, se determinó que en el país de cada 100 cigarrillos que se consumen, 34 son ilegales.Una problemática frente a la que todos concuerdan que “la lucha no es en la tienda, sino en las grandes interdicciones”, según Tavera.
Entrevista con Didier Tavera, director de la FND:
El mercado de los cigarrillos de contrabando
El principal problema en medio de todo esto es que, según Tavera, una de las principales razones para el aumento de consumo de estas mercancías ilegales es la facilidad de encontrarlas. No solo la gente está fumando más, sino que en su mayoría lo hacen con cigarrillos ilegales y eso a su vez alimenta a las grandes economías ilegales.
“El 82% de los encuestados aseguran que su preferencia es por el precio, pero hay otro que nos preocupa y es la facilidad de encontrar el producto en el mercado. Mientras encuentra un 44% de facilidad de mercado en el legal, en el ilegal está en el 38%. Una diferencia de seis puntos que para nosotros no es nada”, aseguró Tavera.
De hecho, el 83% de las personas aseguraron conseguir cigarrillos ilegales en tiendas de barrio, siendo protagonistas marcas como Rumba (11,6%), Carnival (3,5%) e Ibiza (1,9%). De esos, fueron consumidos en un 88% en presentación de 20 unidades.
Sin embargo, lo que más destaca en ese sentido es que algunos de los departamentos más afectados por el contrabando de estos cigarrillos, son a su vez algunos de los territorios más afectados por otras problemáticas de violencia.
Principalmente los más afectados y que estuvieron por encima de la media en 2022, fueron La Guajira (94%), Sucre (91%), Cesar (88%), Magdalena (82%) y Norte de Santander (79%). Zonas con presencia fuerte del Clan del Golfo y el ELN.
Así las cosas, autoridades y el Programa de Contrabando, de la mano con Armada, Ejército y la Polfa, ponen sus ojos en aumentar los operativos de interdicción en aquellos territorios más afectados por el contrabando. Teniendo de esta manera la oportunidad de actuar con más efectividad frente a otras economías ilegales que van de la mano, especialmente la del clorhidrato de cocaína.
Sumado a ello, según le contaron a Kienyke.com, otro punto clave para enfrentar este flagelo en crecimiento es el trabajo conjunto con Panamá, ya que un importante porcentaje de las embarcaciones que traen los cigarrillos de contrabando provienen de puertos que no existen en ese territorio. Una auténtica guerra contra fantasmas que hoy lava el dinero del narco y que al tiempo convierte estrategias gubernamentales como el impuesto a los cigarrillos en un arma de doble filo que hace más atractiva a la oferta ilegal.
