El candidato Gustavo Petro es, junto a Federico Gutiérrez, uno de los presidenciales que más proyección tiene dentro de las encuestas para obtener buenos resultados en las urnas. Sin embargo, una mayor probabilidad implica inevitablemente una mayor cantidad de lupas encima, revisando cada propuesta y discurso. En los últimos días, por ejemplo, el líder del Pacto Histórico causó gran revuelo tras unas declaraciones que reflejan indicios de posibles intenciones de reelección en caso de llegar a ser presidente.
El caos se generó luego de que, en medio de un evento en Santa Marta, el candidato nombrara varios ejes centrales de un eventual Gobierno suyo y luego asegurara: “Algunos me dicen que eso no puede hacerse solo en cuatro años, ¿quiere usted reelegirse? Les acepto que no se puede hacer mucho de estos objetivos solo en cuatro años”.
En ese sentido aseguró que, por lo menos, procurará en sus primeros cuatro años de Gobierno sentar las bases de lo que será su proyecto de país: “Los pilares fundamentales de la transición económica, social, energética, de la construcción de una democracia multicolor”. Sin embargo, su mensaje rápidamente fue interpretado por varias fuerzas políticas como una señal de que el político buscaría su reelección en caso de quedar electo.
Precisamente, uno de los que rápidamente rechazó las declaraciones de Petro fue el propio Federico Gutiérrez, quien prometió a los colombianos que un Gobierno suyo si duraría cuatro años “como lo dicta la Constitución”. Una reacción que se basa en la imposibilidad constitucional que enfrenta la reelección en Colombia.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que la campaña de Gustavo Petro ha generado incertidumbre frente al tema de una eventual reelección, que es una figura que actualmente no existe en el marco normativo. La primera vez llegó por cuenta de Francia Márquez, su fórmula vicepresidencial, que a inicios de abril aseguró que “este proyecto del cambio es un proyecto a largo plazo”.
Para la líder política, la segunda política más votada de las consultas presidenciales, se tienen que hacer “todos los esfuerzos necesarios para construir un gobierno desde abajo, un gobierno del pueblo, un gobierno de manera colectiva , un gobierno que se descentralice no solo en términos físicos sino en términos de su proyección”.
¿La reelección de Gustavo Petro sería posible?
Siendo justos, ni Gustavo Petro ni Francia Márquez han hablado de reelección pura y dura. El escándalo en sí, es por lo que algunos han podido deducir de sus palabras, aún cuando desde el Pacto Histórico se han pronunciado varias voces de peso que niegan que el candidato tenga la intención de durar en el puesto más allá de lo que le permite la Constitución.
Uno de los que rechazó tajantemente este rumor fue el senador Alexander López Maya, que aseguró que la reelección solo “recuerda la barbarie de Uribe que sobornó y destruyó la constitución para reelegirse”.
En ese orden de ideas, más allá de la polémica, cabe preguntarse, ¿Gustavo Petro o quien quedase en el lugar de presidente podría buscar su reelección? En principio la respuesta simple es que no, pero como siempre estos temas están cargados de algunos matices.
En la historia reciente de Colombia, la reelección volvió a aparecer en 2004, durante el primer mandato de Álvaro Uribe Vélez, quien ya había intentado implementarla un año antes vía referendo. Con esto, además de cobijarse a sí mismo durante ocho años en el Gobierno, también benefició a Juan Manuel Santos quien logró su reelección en 2014.Sin embargo, también fue este quien acabó con la figura mediante acto legislativo en 2015.
De esta manera, la nueva disposición normativa desde entonces dicta que: “No podrá ser elegido Presidente de la República el ciudadano que a cualquier título hubiere ejercido la Presidencia. Esta prohibición no cobija al Vicepresidente cuando la ha ejercido por menos de tres meses, en forma continua o discontinua, durante el cuatrienio. La prohibición de la reelección solo podrá ser reformada o derogada mediante referendo de iniciativa popular o asamblea constituyente”.
En ese sentido, si Gustavo Petro o cualquier otra persona quisiera reelegirse, básicamente tendría que encontrar las bases necesarias para sacar adelante un referendo para reformar la constitución o todavía más difícil, lograr los apoyos necesarios para convocar una asamblea constituyente (que tiene además varios filtros entre la Corte Constitucional, el Congreso y la deliberación ciudadana).
En relación con los referendos, la historia no es nada distinta, ya que incluso Álvaro Uribe, con la fuerza electoral que llegó a tener en sus mejores momentos, no logró revivir la constitución por este medio en su primer intento. Más allá del visto bueno de viabilidad por parte de la Corte Constitucional, un referendo constitucional (convocado por el Gobierno o un grupo ciudadano no menor al 5% del censo electoral), requiere la participación de más del 25% del censo electoral y el voto afirmativo de más de la mitad de los sufragantes.
En ese sentido, si se buscase una reelección, se enfrentan todos estos retos y obstáculos que no son fáciles de sortear en medio del desgaste público que inevitablemente llega con la gobernabilidad. Más allá de eso, a pesar de existir un impedimento normativo, no es exactamente imposible como se ha querido plantear. En teoría, con un apoyo electoral lo suficientemente amplio, se podría lograr.