Varias estrellas del entretenimiento se reunieron en el Staples Center de la ciudad de Los Ángeles (California) para asistir a un concierto de la Reina del Pop el miércoles en la noche. Como era de esperarse, Madonna no defraudó y volvió a desvestirse frente al público hasta quedar en tanga y brasier. Lo diferente, esta vez, es que en el escenario se encontraba su hijo David, de siete años, a quien adoptó en un orfanato en Malawi, al sureste del continente africano. El niño se encontraba asistiendo al DJ del concierto, lo que hizo que medios de comunicación hayan comenzado a especular que el menor seguirá los pasos de su madre en la industria de la música.

